Era inútil definir con palabras la majestuosidad de lo que había de ocurrir esa noche. Aquel espectáculo visual que se había bañado de magia en donde la esencia de la mujer se había nutrido con la gloria del triunfo venidero.
Fue muy sencillo distinguirla entre la multitud de mujeres y hombres engalanados, apareció caminando con tal ímpetu sobre el pasillo que la llevaba hacia el escenario, tan imponente que era imposible no voltear a mirarla.
Esa tarde Tenten lucía especialmente encantadora, su arrebatadora belleza se había resaltado con una gran cantidad de joyas en su vestuario y peinado que enfocaban irremediablemente las miradas en ella, llamando la atención de todos al caminar debido al sutil sonido de las campanas que colgaban del ostentoso tocado fijo a su cabello que había sido recogido en un elaborado peinado con trenzas enlazadas en lo alto de su cabeza, juntas en un moño embellecido por aquel adorno que parecía una corona. Por primera vez su rostro estaba libre de todo mechón o flequillo, no había ni un solo cabello fuera de lugar. Mostraba una imagen completamente acorde al personaje que estaba interpretando, una princesa.
El maquillaje tan sutil solo servía para dulcificar los rasgos de su rostro. Un pequeño símbolo pintado con tinta roja en forma de flor de loto adornaba su frente, sus ojos delineados con delicadeza y sus labios de color rojo intenso, todo complementado con un encantador sonrojo en sus mejillas. Una de las cosas que más resaltaba era su expresión escéptica e indiferente que los presentes podían observar. Su orgullosa postura y su mentón levantado casi hacían retroceder a la multitud que había quedado hipnotizado por ella.
No solamente sus joyas y rostro hermoso se robaban las miradas, su vestimenta ostentosa provocaba murmullos de admiración. El cuerpo de la castaña estaba oculto bajo muchas capas de tela. La primera consistía en una gruesa y enorme túnica fabricada en tela de seda labrada, de un hermoso color morado con rosas adornadas de oro, plata y perlas, la prenda tenía enormes mangas que caían hasta sus tobillos, de cuello alto tan similar al que había usado toda su vida en su vestuario diario. Aquella chaqueta mostraba un estilo elegante, aún así resaltaba ya que cubría cada parte de su piel con excepción de su rostro y parte de su cuello. Caminaba con la espalda erguida y el semblante orgulloso de una princesa, como si se dirigiera hasta el altar en el que sería coronada ante toda la corte como reina.
Se instaló en el centro del escenario, firme, estática, perfecta. Su pecho se movía rítmicamente en una danza que determinaba la lentitud de su respiración relajada mientras esperaba sin mover ni un solo centímetro de su cuerpo, solo parpadeaba sutilmente mirando a la nada. La multitud que se congregaba bajo la cúpula al atardecer murmuraba y la señalaban completamente intrigados por su extraño comportamiento.
Finalmente, Masamune llegó a la estancia e inmediatamente sus sirvientes desnudos se pusieron en movimiento, preparando frente a la joven debutante un improvisado pero cómodo asiento hecho de almohadones de terciopelo y una pequeña mesa que llenaron de frutas, vino y manjares que solo él podría degustar. Todo frente al escenario que, esta noche, no estaba elevando sobre el suelo.
Antes de instalarse en el cómodo lugar de honor, Masamune caminó firmemente hacia Tenten, llegando en pocas zancadas de sus largas piernas frente a ella. Al igual que los demás se veía desconcertado con su elección de vestuario, sin embargo sentía un magnetismo tan intenso que lo atraía a ella, no dejando atrás que la elección de su ropa le recordaba a Kyoshi, aquella vez cuando se conocieron.
Cuando el hombre se detuvo frente a ella, a unos cuantos metros de distancia Tenten volvió a detallarlo. El caballero estaba resplandeciente, arrebatador en su sobretodo de terciopelo azul con detalles en plata, una gruesa faja de seda lo identificaba como el monarca de la isla. Las cintas que ajustaban el sobretodo estaban flojas, por lo que se apreciaba su camisa blanca con los botones sueltos que dejaban ver la sutil sombra del vello que cubría su pecho y sus musculosas piernas estaban enfundadas entre unos pantalones blancos ajustados; en general, todo su atuendo le daba el aspecto que debía tener un rey extranjero. Bien, técnicamente, Tenten era la extranjera en este lugar.

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Dragones Gemelos
RomanceFinalizada El pasado de Tenten es un misterio que pronto será revelado cuando un misterioso joven llegue a su vida para cambiarla de manera violenta. Neji, quien había logrado sobrevivir hizo la promesa de estar a su lado en todo momento. Una histor...