Tenten y Rock Lee se hallaban enfrentándose en un violento combate cuerpo a cuerpo. El pelinegro medía la fuerza de sus golpes para guardar su energía, se enfocaba en esquivar los de su amiga quien se los devolvía con debida agilidad y energía. Era el segundo día de entrenamiento ininterrumpido, pronto sería el turno del castaño Neji Hyuga en relevar la posición de Lee como contrincante de la mujer.
Neji estaba enfocado en los precisos movimientos de la joven, analizando su patrón de pelea al mismo tiempo que creaba la mejor estrategia para agotar su chakra mientras él conservaba el suyo. En un momento la franelilla de la castaña se levantó ligeramente cuando realizó un moviendo giratorio evasivo y por un segundo pudo vislumbrar nuevamente el llamativo tatuaje del dragón que ahora se hallaba ubicado en su espalda baja por la zona derecha de su cadera.
No pudo reprimir una sonrisa mientras su mente divagaba hacia el momento en que lo vió moverse por primera vez.
...
// -- ¡Neji! No vas a creer lo que tengo que mostrarte... -- Vociferó con estrépito la joven entrando sin pedir permiso a la habitación que ocupaba el Hyuga con su compañero Rock Lee en aquel laberíntico complejo unos días atrás. Dejó la frase incompleta luego de cerrar la puerta tras de si.
Al girar su cuerpo se quedó como piedra e hizo lo que cualquier mujer normal hubiese hecho de entrar a una habitación y encontrarse con semejante visión: quedarse como idiota congelada contemplándolo de arriba abajo con los ojos desorbitados, boquiabierta.
-- Estás desnudo -- Murmuró con perplejidad sin cambiar su expresión.
-- Lo sé -- Neji suspiró colocándose uno de los mechones de su oscuro cabello tras la oreja en un movimiento lento que le dió oportunidad a la castaña de apreciar como de flexionaban sus músculos.
-- ¡Estás desnudo!
-- Si. Creo que eso ya lo hemos dejado claro -- Tuvo que reprimir una sonrisa divertida mientras la veía completamente abochornada. Sintiendo un impulso completamente inusual en él dijo coquetamente -- ¿Te hace sentir incómoda?
Neji Hyuga de pie y desnudo en toda su gloria, con el cabello goteando por su reciente ducha y la habitación impregnada con el atrayente aroma de su piel combinado con el del jabón era suficiente para nublar los sentidos de la mujer. El tipo exudaba poder y autoridad aún en esas condiciones, además de una salvaje y aplastante sensualidad que nada tenía que ver con su postura relajada.
Tenten había paseado su mirada por su esbelta figura con músculos que tenían el tamaño perfecto respecto a su complexión y altura. Contempló su marcado abdomen admirando las sutiles cicatrices que señalaban los lugares donde había sido rasgada la piel; era evidente que los ninjas médicos encargados de la reconstrucción de su cuerpo habían hecho un maravilloso trabajo dejando apenas una línea en cada lugar donde había sido atravesado cruelmente en aquella lejana guerra ¡Benditos fueran! Aquel torso no se veía para nada privado de belleza debido a esa marcas sino que por el contrario hacían que lo encontrara más apetecible. Deslizó su vista hasta llegar al ombligo...
-- ¡Ahhh! -- La castaña gritó dándose cuenta del atrevido escrutinio hacia su compañero y giró tan bruscamente que se golpeó con el umbral de la puerta.
-- ¿Estás bien? -- Preguntó el Hyuga aprovechando que no lo veía para sonreír silenciosamente con soltura.
-- ¡Auch! ¡Si, si, estoy bien! ¡Discúlpame por entrar sin tocar! Anda, cúbrete -- Respondió mientras acariciaba su nariz y frente más por el susto de la impresión que por el dolor provocado por el choque.

ESTÁS LEYENDO
Dragones Gemelos
RomanceFinalizada El pasado de Tenten es un misterio que pronto será revelado cuando un misterioso joven llegue a su vida para cambiarla de manera violenta. Neji, quien había logrado sobrevivir hizo la promesa de estar a su lado en todo momento. Una histor...