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Un escalofrío violento y doloroso recorrió su cuerpo, se quedó sin habla observándola esperando a que continuara. Ella lo miro de soslayo y su expresión facial ensombrecida la tomó por sorpresa.

-- ¡Oh, lo siento! No debí decir nada -- Agregó sintiéndose torpe -- No era mi intensión incomodarte, por favor olvídalo -- Dijo sonriendo despreocupadamente como gesto de nerviosismo.

-- Está bien -- Dijo Sasuke ausente levantando su mirada para escrutar el espléndido techo de constelaciones sobre ellos, dándole un silencioso permiso a la joven de proseguir.

Ella lo miró durante unos instantes sin observarlo realmente, el pelinegro no le devolvía la mirada pero pudo notar como sus ojos parecieron solidificarse o al menos aquel que quedaba a la vista, tratando de ocultar cualquier emoción que pudiera escaparse de ellos. Pero los ojos son las ventanas del alma, para la mujer fue evidente que tocar el tema de su fallecido hermano era hurgar una herida sensible aún existente en el Uchiha. Suspiró tratando de evocar sus recuerdos decidida a relatar su historia.

La noche se había vuelto fría y aún así era hermosa de admirar.

// -- Fue solo una casualidad a penas y lo recuerdo, tendría unos ¿Siete? o tal vez ocho años -- Comentó llevando una de sus manos hasta su rostro mostrando aquel conocido gesto de quien esta rememorando -- Debo confesar que ni siquiera sabía quién era él hasta que después de muchos años que vi su foto en el Libro Bingo. En ese momento lo vi como uno de tantos Uchihas que habitaban en la aldea, uno muy talentoso cabe destacar.

-- Quedé estupefacta luego de leer el libro. Buscábamos información sobre Akatsuki, luego de leer el reporte me quedó muy claro que ese joven era el Uchiha responsable de la masacre, y además era tu hermano. Creo que una parte de mi simplemente no podía creer que el joven que conocí cuando era niña fuera un asesino despiadado y cruel. Es decir, cuando lo conocí fue tan cortés, no tendría que haberlo sido pero nunca dejó de ser amable y comprensivo, incluso algo fraternal, sentí que me trataba como a una hermana menor.

Detuvo durante un momento su relato mientras las palabras calaban en los más profundo de Sasuke llevándolo a través de los recuerdos que el mismo tenía de su hermano, pensó en que la chica no pudo describirlo mejor, o al menos su personalidad antes de que todo cambiara; Itachi había sido siempre cortés y muy amable. La joven regresó de sus recuerdos y continuó hablando.

-- Nunca fui popular en la academia; es decir, no tenía amigas, pero hubo una chica carismática con quien mantenía un trato cordial y ella era del clan Uchiha. Un día en la clase para kunoichis, hablábamos de lo aburrido que era tener que hacer arreglos florales, aprender modales femeninos, hacer té y esas tonterías cuando podríamos estar aprovechando mejor el tiempo para mejorar nuestras habilidades en Taijutsu o aprender a usar armas y mejorar nuestra puntería.

-- Coincidimos en varios aspectos y desde entonces nos hicimos algo más cercanas, ambas teníamos cierta fascinación por el uso de armamento ninja.

-- Un día Yori comentó que debíamos escaparnos e ir a un campo de entrenamiento que estaba cerca de las afueras de los límites de su clan, internado en el bosque, lo encontró por casualidad y descubrió que había un montón de tiros al blanco que podíamos utilizar para practicar.

-- Por su puesto que me sentí fascinada por la idea, después de todo era muy mala en esa clase. Así que al menos dos veces a la semana nos escapábamos para ir. Yo regresaba en las tardes por mi cuenta, ya que no tenía nadie que me esperara en casa y era una buena manera de pasar el tiempo. Dedique horas y horas a practicar, estaba decidida a ser la mejor en el uso de armas pero no tenía suficiente variedad de ellas, a penas practicábamos con shurikens y kunais que conseguíamos por ahí tirados o que nos prestaban.

Dragones GemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora