Dragones Gemelos

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A través de los barrotes de la celda, Neji y Sasuke observaban a Tenten luchar contra los cuatro contrincantes.

La mujer dominaba bien la situación a pesar de estar en desventaja, aplicando maniobras para derribar, barridos con golpes en las articulaciones para llevar al piso a uno oponentes y crear la oportunidad de atacar a otro, su estilo de combate cercano se caracterizaba por ser rápido y escurridizo, esquivaba con facilidad los ataques y aprovechaba cualquier abertura para atacar usando ágilmente la pequeña arma punzante que tenía. Dos de los atacantes habían caído debido a los precisos cortes que la chica les había propiciado sin notarlo hasta que la perdida de sangre los debilitaba.

-- Lo está haciendo bien, pero aún así no resistirá demasiado tiempo, ¿Puedes percibir el cambio? -- Aprovechó Neji de hablar cuando el hombre encargado de vigilarlos se alejó para sacar a uno de los caídos.

-- Ya lo he notado. La señal es más débil aquí -- Dijo Sasuke refiriéndose a los inhibidores de chakra -- Es probable que la razón sea para darle ventaja a los hombres que pelean contra ella.

-- Si. Estoy seguro que su intención es hacerla luchar contra más oponentes para demostrar su dominio sobre ella. Es preciso derrotarla, ya se dio cuenta que no va a lograrlo fácilmente así que tendrá que apoyarse en la ventaja numérica. Esto es lo que haremos, cuando entren más contrincantes saldremos de aquí, incluso si no podemos usar ninjutsu tendremos ventaja -- Comentó Neji mientras reactivaba su flujo de chakra.

Soportaba las pequeñas descargas que recibía mientras se enfocaba en expulsar chakra por los puntos débiles de la armadura para desarmarla.

Sasuke por otro lado, ya había desactivado por completo el mecanismo eléctrico del armazón, solo aplicaría algo de fuerza bruta para reventarlo en el momento preciso.

Mientras tanto Tenten seguía luchando contra los dos adversarios que quedaban de pie. Usó la parte que colgaba de su vestimenta pasándola por el cuello de uno de los rivales, cortándole la respiración y sometiéndolo mientras derribaba al otro haciéndolo caer al suelo para usar la única arma que tenía contra el causándole heridas en zonas estratégicas de sus brazos para inmovilizarlos, el hombre no se rendía por lo que no le quedó más opción que cercenar la carótida con una sola punción seca y directa al cuello. No era su intensión matarlos pero tampoco sentía compasión por ellos. Una vez fuera de combate el tercer oponente aplicó más fuerza en el agarre para hacerle perder la consciencia al que tenía capturado, no lo soltó hasta que se aseguró de que estaba inconsciente, solo así lo libero de su asfixiante abrazo.

Se encontraba jadeando, sus pulmones quemaban y los dolores en sus músculos eran bastante notables, sobretodo el dolor en su mano lastimada que había trascendido a otro nivel; bien, aún podía soportarlo, no es como si no hubiese peleado antes con alguna articulación dislocada o rota, la adrenalina que corría por su cuerpo le daba fuerzas; además, una de las pulseras metálicas se había quebrado durante los combates, podía sentir su flujo de chakra reactivándose; iba a triunfar.

Repentinamente escuchó unos aplausos secos, al mismo tiempo que escuchaba los pasos de una persona que bajaba las escaleras.

"Plas, plas, plas."

Levantó la vista para observar como Naoko, vestida con un traje de pelea similar al suyo bajaba las escaleras con una expresión indiferente pero dispuesta a luchar contra ella, sostenía en su mano derecha una hermosa katana.

-- Bien dicen que no se debe enviar a un hombre a hacer el trabajo de una mujer ¡Oh lo has hecho tan bien! Es increíblemente excitante; por eso también puedes escoger un arma para ti -- Dijo el abyecto hombre rubio extasiado por el espectáculo que ofrecían los combatientes.