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Era extraño que el aire se sintiera tan cálido, era como si la suave brisa del mar protegiera el lugar. El Castillo era casi místico, como sacado de un mundo de fantasía. Tenten se dio cuenta que no era tan lúgubre una vez que estuvieron lo suficientemente cerca para detallarlo. Las torres eran extremadamente altas y de un color gris que brillaba bajo la luz del sol. Había abundante vegetación por todos lados, bellos árboles de colores, algunos probablemente cultivados ya que no crecían de manera natural en la isla. Los vitrales que adornaban los ventanales del palacio eran tan hermosos, brillaban con la luz del sol menguante del atardecer resaltando los colores que ostentaban. Al cruzar el puente pudo observar que el Castillo se extendía hacia abajo; cerca de la playa había contrucciones que complementaban y se conectaban con la parte principal de la edificación mediante puentes, escaleras o incluso ascensores adaptados para que no desentonaran con el diseño clásico del lugar. Nunca había visto tal despliegue de arquitectura, era un estilo diferente a lo que había visto o conocido, una mezcla de todos los estilos de construcción que conocía y a su vez, tan original que no lograba identificarlo. Le había ocurrido lo mismo al admirar la arquitectura en la Casa de Nouhime, era como una versión en miniatura del gran Castillo, podía apreciar las sutiles similitudes que compartían.

Toda aquella majestuosidad la llenada de admiración, entendía todo el alboroto de aquellos que tenían la oportunidades de visitar el hermoso palacio pero al mismo tiempo dentro de su corazón el odio hacia Kyoshi crecía y aumentaba hasta niveles estratosféricos. La despreciable mujer llevaba veinte años, tal vez más, viviendo bajo todo el esplendor que le brindaba el Castillo, teniendo la vida de reina caprichosa y egoísta que siempre fue. Sus crímenes son atroces, la fachada de monarca es perfecta para ocultarlos tras la hermosura de la isla. Ahora entendía porqué Nouhime no pudo proteger a su hija de la pareja de monarcas. Antes había sido una líder de un clan importante, ahora era una verdadera reina, sin embargo seguía siendo una usurpadora que disfruta con engañar y arruinar la vida de personas inocentes, de jóvenes inocentes. No tiene perdón, Kyoshi debe ser destruida.

Pensar en toda aquella injusticia inyectó en su ser valentía lo que provocó que su temor se esfumara, tal vez sentiría inseguridad porque no sabía lo que le esperaba en realidad, pero su decisión seguía más firme que nunca. Por otro lado, Nouhime había tenido razón, el lugar era tan descomunal que no podía sacudirse la perplejidad de su impresión. Su grandeza haría imposible que se encontrará con Kyoshi por casualidad, además, Nouhime le había explicado que no asiste a los eventos pequeños, siempre los observa de lejos y su representante es Masamune, de tal manera que la única forma de llegar a ella era en el gran evento de fin de año que tendría lugar en tres semanas, la subasta. Tenten sabía que estaba preparada para afrontar los retos que se le presentaran, a como diera lugar la destruiría.

Mientras pasaban por la entrada del Castillo pudo observar que había una gran cantidad de personas diseminadas por todo el paisaje, todos alegres y ataviados con sus mejores galas como si todas las horas en el palacio fuesen una gran celebración elegante. En el fondo agradeció a Nouhime que hubiese escogido para ella un atuendo adecuado, toda su comitiva, incluso los cocineros iban engalanados aunque cómodos para soportar la caminata del viaje. 

Cuando llegaron a la entrada ornamentada del gran salón principal notó que la sala era enorme y exquisitamente adornada en todos sus rincones. Había largas mesas de manera tallada distribuidas, sobre las cuales reposaban ya los platos y copas que serían abastecidos dentro del poco tiempo que faltaba para el inicio del banquete de la cena. El aire estaba impregnado con el aroma de la comida que pronto sería servida y las personas de movían pausadamente mientras buscaban su lugar entre las mesas. Ignoraba si tenían un sitio establecido o si todos tenían un trato igualitario, en este momento eso carecía de importancia, sabía que estaba cerca de encontrarse con uno de los soberanos.

Dragones GemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora