Dragones Gemelos

27

Se sintió mareada al sentarse, la diversidad de objetos esparcidos por la habitación se veían difusos, tenían cierta manera fantasmal, podrían ser ilusiones ¿Lo que veía era real? La lámpara de la mesa era antigua, pisciforme ¿O quizás era una pecera? No. Era una antigua lámpara de arcilla de las que se cargan con aceite; estaba encendida la llama que oscilaba era tan hermosa, quería tocarla, fusionarse con ella, moverse, tocar cosas sólidas, salir del reino de los sueños para entregarse a la satisfacción del mundo real.

Había un aromático olor que se esparcía por la habitación tan profundo que casi podía saborearlo ¿Qué era? Uno de los bultos carentes de claridad fue poco a poco concretándose. Se dio cuenta que era un hombre quien emitía aquel olor, durante unos momentos no podía escuchar lo que le decía solamente lo veía mover los labios de arriba abajo embelesada, no sabía porqué pero le parecía fascinante, podría mirar esos labios moverse toda la vida, nada importaba.

Que tranquilo era el lugar, yacía en un cama dura y blanda, desvió la vista de aquellos labios para acariciar las sábanas, le gustaba el tacto que sentía, con sus dedos seguía los pliegos que adoptaba la sábana sobre su cuerpo.

Alguien le tocaba el cabello que estaba cerca de su oreja como cuando sutilmente lo acomodaba detrás de ésta y mientras lo hace toca su mejilla, aquella sensación viajó hasta su cuero cabelludo, la sintió fluir por cada fibra de su ser haciendo que su piel experimentara ciertas contracciones. Cerró los ojos dejándose envolver por esa sensación sutil.

De pronto fue consciente del dolor que sentía en el cuerpo, aquellos desagradables calambres que parecían electrificar sus extremidades la atraparon. Arrugó el ceño ante esa interrupción de su paz. No supo si fue esa sensación del calambre pero de repente sus oídos se destaparon y el velo que cubría sus ojos se desvaneció.

Miró con claridad todo a su alrededor, Neji hablándole y a Sakura que entraba precipitadamente a la habitación.
No quería permanecer aquí, no debía permanecer aquí, se supone que debía estar con alguien más. Se levantó tambaleante pero decidida, los calambres la habían abandonado. Al instante en que sus pies descalzos tocaron el suelo se sintió diferente miró sus manos con extrañeza algo no estaba bien en ella. Examinó la pequeña habitación y se dirigió hacia la sala de baño mientras los dos jóvenes la seguían de cerca. Miró detenidamente su reflejo en un espejo que abarcaba parte de una de las paredes tratando de buscar que era diferente en ella.

Repentinamente lo presintió, soltó los botones de su prenda superior y giro un poco su cuerpo para poder ver su espalda. Así que era eso. Nuwa había sido liberada de su sello, era su presencia la que percibía dentro de ella, latente, viva pero no estaba sola...

...Entonces lo recordó. Sin mucho pudor acomodó la prenda de modo que tapara lo suficiente mientras se dirigía a la entrada para ser bloqueada por Sakura.

-- ¡No Tenten, por favor, debes quedarte tranquila, déjame comprobar que estás bien, cálmate! -- Dijo.

-- Voy a ver a mi hermana -- Replicó Tenten con voz tranquila.

-- ¡No! -- dijo Sakura renuente, se adelantó interponiéndose entre ella y la salida.

Tenten sonrío perspicaz, algo divertida, miró a la chica de pies a cabeza deteniéndose en sus orbes aguamarina, sin cambiar su expresión arrogante dijo:

-- Eres muy inteligente, piensa ¿Crees que puedes detenerme? -- Comentó cambiando radicalmente su aura provocando una tensión en ella, un endurecimiento en sus facciones, amenaza, peligro.

Neji durante todo el rígido momento solamente se había quedado al margen, mirándo la figura de la joven castaña, desde que despertó la pudo sentir diferente. La veía sonreírle sarcástica a la chica del cabello rosado ¿Cómo es que no lograba darse cuenta de la superioridad de Tenten? A ese paso iba a ocurrir una tragedia, podía notar el miedo en la ninja médica.