Dragones Gemelos

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A la mañana siguiente estaba preparada para enfrentarse a lo que fuera, finalmente había encontrado a su gemela y eso la fortalecía en gran manera. Su conversación se había extendido hasta bien entrada la madrugada, para entonces eran casi las cuatro, faltaban dos horas para el amanecer así que decidieron dejar que el sueño las venciera.

Al despertar continuaron conversando largo y tendido, su hermana le contaba los por menores de su vida sin guardarse detalle alguno y ella también hacía de la misma manera. Tenten la sentía familiar, una inmensa felicidad se adueñaba de su ser por estar con ella al fin.

Se sentía exausta, aunque ya lo estaba desde la trascendental transformación. Ahora, aunque estaba exultante, no podía evitar querer un poco de soledad pero eso no le sería posible, no solo porque ahora un misterioso dragón la acompañaba sino que también se negaba a dejar a su hermana, pronto tendrían que separarse así que pasaría todo el tiempo posible con ella.

Era el momento de enfrentarse al mundo, de tomar decisiones, de hacer que sus dos vidas se unificaran al fin.

...

Habían decidido hacer guardia frente al cuarto en el que las gemelas llevaban encerradas casi veinte horas ininterrumpidas, se habían cuestionando entrar a dejarles alimento o agua, pero la decisión final fue dejarlas solas el tiempo que requirieran, en caso de necesitar algo lo pedirían.

Neji y Lee tomaron el turno más largo, nadie se atrevió a cuestionarlo, a penas habían dormido un par de horas esperando tener noticias de su compañera castaña, luego de ese breve descanso volvieron a su lugar sin poder despegarse de la puerta otra vez, la ansiedad hacía mella en su ser descolocando su estado de ánimo. De pronto, el pomo de la puerta giró suavemente y la puerta se abrió en toda su extención para dejar ver a las hermanas.

Aparecieron ambas jóvenes como dos sílfides irreales, el esplendor de sus largos cabellos y rostro de rasgos delicados no era opacado en lo más mínimo por sus amorfas y sencillas ropas cómodas.

Rock Lee se mostraba levemente confundido, por un momento no pudo diferenciar una de la otra; por otro lado, Neji era un mejor observador, podía notar las sutiles diferencias en ambas mujeres, su Tenten era protectora con su hermana, como si ésta fuese una frágil escultura que de soltarla se quebraría en mil pedazos, sin embargo, Neji advirtió que la fémina no necesitaba protección, al menos no para esta situación; destilaba de sí un aire de experiencia atemporal, lucía como una joven de veinte años pero su expresión le demostraba que había vivido muchos años más. Lo cual era verídico.

-- ¿Tenten? -- Preguntó Lee alternando su mirada entre las dos chicas.

-- Lee, me alegro mucho de verte -- Contesto la joven de la derecha mostrando la misma sonrisa que ambos miembros del equipo Gai habían visto tantas veces.

Lee, sin poder contener su emoción se acercó para darle un efusivo abrazo, ambos jóvenes eran como hermanos y el pelinegro había vivido una agonía al saber que su amiga estaba en peligro.

-- ¡Oh, Tenten! ¡Me siento muy feliz de que estés bien! -- Expresó sin contener sus lágrimas, nunca lo hacía. Tenten le devolvía el abrazo cariñosa y cruzó su mirada con la de Neji al separarse de la bestia verde.

-- Neji, Lee -- Dijo alternando su mirada entre ambos -- Ella es mi hermana -- Terminó de decir volviendo su mirada a ella.

Daba la impresión de ser milimétricamente más alta pero era solo un efecto visual debido a la timidez que experimentaba la otra chica -- Hermana, ellos son dos de los hombres más importantes en mi vida, espero poder presentarte a mi sensei, seguro lo llegarás a apreciar tanto como yo -- Concluyó Tenten las presentaciones.