PRÓLOGO

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LOS DOS DRAGONES

Autora: Clumsykitty

Fandom: Mo Dao Zu Shi (Grandmaster of Demonic Cultivation)

Parejas: Wangxian.

Derechos: solo a fantasear con esto.

Advertencias: este tipo de historias es un What If...? Inspirado principalmente en la hermosa videonovela titulada "Cultivando Amor" en Facebook. Eso sumado a mis fantasías personales que ya deseaba ver en forma de fanfic, con un cambio en la historia principal. Aquí no se sigue el canon al pie de la letra, disculpen ustedes. Peleas, angustia, algo de mpreg y mi cariño a los personajes.

Gracias por leerme.


***


PRÓLOGO.



Los ojos del pequeño niño siguieron celosamente el camino de aquella masa de pan de trigo sobre la charola de metal que la dejó en una plancha caliente. Sonrió, relamiéndose los labios en espera de que la piedra del horno cociera la masa en tanto su madre seguía contándole esa leyenda.

—... entonces, los hijos del Emperador de Jade, bajaron del Cielo para jugar en los montes, los valles, los ríos. Fueron a las montañas, a los campos, nadaron en las cascadas hasta cansarse. Siendo gemelos se parecían mucho, y eso hizo que entre juegos comenzaran a discutir por quién era el mejor. La pelea se hizo más y más acalorada hasta que ambos terminaron peleando. Fue tan poderosa esa pelea que hicieron las montañas más altas y los ríos más profundos. Un hermano fue lanzado a las nubes y el otro se hundió dentro de la tierra, ambos con heridas mortales.

—¿Se murieron, mamá?

—No, hijo mío. Sobrevivieron, pero su padre decidió separarlos al haber peleado de esa manera. Los hermanos nunca deben lastimarse así. Y el hermano en las nubes comenzó a extrañar a su hermano atrapado bajo tierra. Lo extrañó tanto que comenzó a llorar, y su llanto cayó a la tierra, fue debajo y alcanzó al hermano en las profundidades, escuchando a través de esas lágrimas del cielo el dolor de su gemelo. Y también lloró, pero sus lágrimas fueron de fuego que hizo vapor a las otras, ese vapor subió de vuelta a las nubes, contándole al otro hermano cuánto lo extrañaba. Desde entonces, uno y otro siempre están perdonándose, y al hacerlo, bendicen la tierra.

El niño hizo un puchero. —¿Jamás volverán a verse?

—Lo hacen, de vez en cuando. A veces, el hermano en las profundidades sube juguetón rompiendo una montaña para alcanzar a su hermano y éste lo recibe, juegan de nuevo hasta que se quedan cansados, entonces vuelven a separarse. Parece que al hacerlo solo traen el caos, pero es así como al vida obra sus milagros.

—Mm, entonces el hermano en las nubes, ¿es el Dragón del Cielo?

—Así es. Y el hermano en las profundidades, es el Dragón del Inframundo.

—¿Qué es el Inframundo?

—Donde descansan los muertos hasta que el dragón los lleva al Cielo.

—Oohhh... dos dragones. Uno arriba y otro abajo.

—Muy bien, cariño.

—¿Qué pasaría si solo hubiera uno, mamá?

—La vida ya no podría continuar, mi niño. Verás, a veces encontrarás que solo hay una sola cosa, única e irrepetible. Pero suele ser que tiene su reflejo en otra. Como los dragones. Ser uno y estar solo a veces no es bueno, y ser dos no siempre es malo.

—¿Mamá?

—Dime.

—¿Esos dragones... son parte de los cultivadores?

—Se dice que, en cada era, el Emperador de Jade los hace humanos para ayudarnos, así que se encarnan en cultivadores. O eso dicen.

—¿Nunca los has visto?

La madre sonrió divertida, vigilando el horno para una perfecta cocción.

—No. De hecho, jamás he escuchado que suceda eso. Recuerda que las leyendas muchas veces son enseñanzas, no algo que realmente pasó.

—Oh... sería genial si los dragones bajaran ahora.

—¿Por qué lo dices?

—Porque hay muchos monstruos y espíritus malignos allá afuera, mamá. Deberían bajar. ¡Dragones! ¡Bajen a la tierra y sálvenos! 

Los Dos DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora