Separación

737 100 2
                                    


PASADO



Lanling.



Cuando volviera a sus habitaciones, Wei Ying no dejaría de pensar en una manera de lograr que se terminara esa campaña más pronto. Ayudar a Nie Mingjue, quien era la cabeza de la rebelión para que su hijo pudiera ser libre de andar, sin nadie buscándolo para darle muerte o usarlo como prisionero y quizá entonces hacer cambiar de opinión a la Secta Lan sobre él. En sus sueños recordó cuando enfrentaron al monstruo de Xuanwu, la espada que sellaba una cantidad increíble de energía resentida. Una espada tan poderosa que había herido a un animal mítico que ningún cultivador hubiera podido eliminar anteriormente. Ya no podía usar espadas, no tenía núcleo dorado alguno. Los que ahora residían en su interior estaban impresos con energía resentida.

Lan Zhan quería que abandonara ese cultivo sin saber que le estaba pidiendo quitarse la vida.

Wei Ying se preguntó si acaso, con el nuevo poder que ahora tenía, sería capaz de usar la espada y forjarla en algo mejor. Ya había creado de forma casi inconsciente su flauta, Chenqing, bien podría hacer lo mismo con aquella arma. Hacer algo mejor. Dejó que esa energía en sus núcleos guiara su visión onírica hacia la respuesta, entre tantas opciones, un objeto capaz de anular el poder que pudiera tener Wen Ruohan en esos momentos. Algo mucho más fuerte, algo que jamás se hubiera visto ni creado. Un tigre apareció frente a sus ojos, rugiendo y saltando sobre fuego. Wei Ying abrió sus ojos, mirando el techo iluminado por las farolas de los jardines exteriores.

—Tigre Estigio —murmuró para sí.

La mañana le trajo algunas sorpresas, los clanes habían decidido moverse para ir acorralando al Clan Wen hasta Ciudad Sin Noche. Irían en tres grandes grupos, uno liderado por Nie Mingjue, otro por Lan Xichen y el tercero más numeroso por Jin Guangshan, al que se unirían los cultivadores sobrevivientes de la Secta de Yunmeng. Por ello es que Jiang Cheng tendría que hablar más con el Líder de Jin, y también con ese presumido de Jin Zixuan al que vio charlando aparte con su hermana Yanli. La joven notó a su pequeño hermano a lo lejos, despidiéndose del primogénito de Guangshan para ir a saludar a Wei Ying, quien ya dedicaba una mirada a aquel insolente.

—A-Xian, pareces contrariado.

—¿Qué hablabas con ese?

—Le preguntaba de la campaña. Quiero ir con ustedes.

—Shijie, no...

—Iré y no es una pregunta, Lan Wuxian. ¿Quieres desayunar?

No pudo reclamarle más, desayunando con ella porque Jiang Cheng seguía ocupado, siendo el nuevo líder tenía los días llenos de deberes. Le vio más al mediodía cuando se reunieron todos los miembros de los clanes principales en el salón mayor de la Torre de la Carpa para discutir las estrategias de esa campaña, entre otros asuntos. Wei Ying notó que Lan Qiren estaba ahí junto con sus dos sobrinos, mirándole con una expresión cercana al asco. No era el único, otros clanes menores también estaban murmurando a sus espaldas. Jin Guangshan sacó el tema al notar que había esa inconformidad en el ambiente.

—Líder de la Secta Jiang, quisiera permitirme ahora unas palabras directas contigo.

—Adelante —Jiang Cheng miró a todos— ¿Qué sucede?

—Es sobre Lan Wuxian, estas disputas no son saludables cuando vamos a la guerra. Hay dudas sobre...

—Mi hermano nos salvó la vida y junto a él cobramos venganza por la muerte de mis padres y la destrucción de Muelle del Loto. Muchos cultivadores tanto de Yunmeng como de Gusu están vivos hoy gracias a Lan Wuxian. Si lo que les molesta es que lo haya hecho con métodos ortodoxos, guarden sus comentarios porque no estoy dispuesto a las críticas. Mi pequeño hermano lleva el apellido Lan, y les ha dado un heredero que es el Dragón del Cielo, pero sigue siendo parte de la Familia Jiang de Yunmeng. Lo que suceda entre él y su esposo es asunto de él y su esposo. Espero haberlo dejado en claro.

Los Dos DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora