Parte quince

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No me atreví a salir de la cama hasta medio día, estaba tan arrepentida de todo lo que había dicho anoche, aunque la gran mayoría era cierto no tenía que haber dicho esas cosas, aunque por otro lado había quedado en claro que nada podría pasar, así que tenía que borrar esas pequeñas fantasías de mi cabeza, solo necesitaba terminar de escribir un par de cosas y la historia estaría lista, después de que él y él vicepresidente la repasarán y Stella la publicará todo esto se iba a acabar, por fin podría volver a mi vida normal, para olvidar esta maldita semana.

Suspire con todas mis fuerzas cundo termine de escribir, aunque quise meter una nota de la relación con sus padres, tendría que volver a preguntar para tener su permiso y para ser honesta no quería volver a verlo. Me arrastre afuera de la cama para comer algo antes de salir, se suponía que hoy era la fiesta de Harry y no podía faltar, tal vez salir un rato de la casa me subiría un poco el ánimo. Elena volvía mañana y aún no estaba segura de que quisiera contarle todo, no quería escucharla decir como estaba interesada en ese sujeto cuando era mentira. Busqué unos jeans rotos que usaba desde hace unos años, unos botines negros con una blusa que tome sin prestar atención, quería acabar con esto lo más rápido posible. Tome un taxi hasta el edificio The Empire , presione el botón del elevador hasta el piso veintidós, mientras los números subían en la cabina me sentía más desanimada, tal vez hubiera sido mejor si alguien más hubiera entregado el trabajo, pero ya estaba aquí y no podía hacer nada más que ponerle un fin.

—Charlie en unos minutos nos podemos ir — Chloe guardo unos papeles de la oficina. 

—Hazme un favor, entrégale esto al señor Davies.

—Él esta en su oficina si quieres puedes entrar y dárselo personalmente.

—No, prefiero que tú lo hagas, avísame cuando estés lista.

Chloe tomó la historia entre sus manos y entró en la oficina, probablemente esta sería la última vez que estaría en este lugar, aunque no pensaba perder conexión con los muchachos esperaba perderla con él , ahora tenía que relajarme y dejar tanta presión que sentía en los hombros, hoy iba a disfrutar mientras bebíamos y celebrábamos juntos, pensaba olvidarme de todo y de todos. La puerta se abrió con Chloe que solo tenía que recoger su bolso para irnos, pero detrás de ella salieron Evan y Dylan que dejaron de sonreír en el momento en que me vieron, por un momento me atreví a sostener la mirada, solo por curiosidad para ver si sus ojos reflejaban una pizca de molestia, tristeza o alguna maldita emoción humana, pero no reflejaron nada, seguían siendo fríos y calculadores y estaban perforando un agujero dentro de mi.

—Señorita Grayson — dijo Dylan antes de marcharse, Evan me miró por unos segundos.

—¿Podemos hablar?

—No tengo tiempo.

—Viniste aquí para verme — ¿disculpa?

—De hecho, vine porque saldremos a festejar el cumpleaños de Harry y como estaba en el contrato te traje la copia de la historia, así que no vine por ti.

Chloe me tomó del brazo para arrastrarme afuera de la oficina, los demás nos estaban esperando abajo, abracé a Harry para felicitarlo por su cumpleaños, nos encaminamos a un bar muy cerca del centro de la ciudad, era un lugar amplio lleno de jóvenes que celebraban el fin de semana, nos sentamos en una mesa larga que Maya había reservado días antes. Ordenamos tres especiales de alitas de pollo, que según John y Maya eran las mejores de toda la ciudad, junto a muchas cervezas con la petición de que no dejaran de servirnos. Frente a nosotros pusieron tres bandejas de pollo, todos parecíamos estupidos acercándonos para succionar el aroma, comenzamos a beber y a hablar de cosas que no tenían sentido.

Eres tú otra vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora