Parte treinta y cuatro

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No fue difícil encontrar a Alison entre las personas de la cafetería, la señora miraba nerviosa por la ventana, como si tuviera miedo de ser vigilada, algo me decía que ya había tenido una experiencia con ese tema, al acercarme ella me miró con ojos vidriosos y una sonrisa torcida, cuando tome siento ella solo me miró nerviosa, había perdido a su único hijo hace tan poco que el solo mirarla, me causaba un dolor, que jamás podría sentir.

—Le agradezco tanto que se encontrara conmigo, se lo difícil que debe ser para usted, pero en verdad es de mucha ayuda.

—Usted dijo que podría ayudarme, pero eso fue exactamente lo mismo que dijo su amiga, y muchas otras personas pero, en lugar de ella llevar el caso a juicio simplemente lo ignoro.

—Connor descubrió lo que Elena estaba haciendo, así que la amenazo, no fue mucho lo que ella pudo hacer, después de eso no ha sido nada fácil para ella  — recordé la promesa que le había hecho a Evan tan sólo hace unos minutos — pero yo le prometo hacer algo.

—Para serle sincera no creo que pueda hacer mucho, he pagado investigadores privados y lo único que encontraron fue que la muerte de mi pequeño no fue un accidente, jamás pudieron probar que fue él, ¿Que le hace creer que usted si puede hacerlo?

—Bueno tal vez no sea como esos hombres, pero a diferencia de ellos yo estoy cerca de Connor, solo necesito su ayuda para terminar con lo que estoy planeando, sé que es mucho pedirle pero...

—No se si puede salvar la memoria de mi hijo, todos creen que él era corrupto — la mujer comenzó a quebrarse enfrente mío — pero mi bebé era especial, jamás le haría daño a nadie, él se convirtió en detective por que quería protegerme, pero cuando  comenzó a investigar a ese hombre, le dije que se alejara pero él solo dijo: "No te preocupes mamá estaré bien , ademas es mi deber no puedo solo ignorarlo"

La mujer tomó una servilleta y se limpió las lágrimas vivas que corrían por su cansado rostro, ella suspiró mientras sacó un expediente del bolso.

—Está es la investigación que mi hijo tenía sobre Connor, aún tengo varias copias pero esta es la original, espero que sirva de algo.

Fechas, edificios, lavados de dinero, la droga Holt, todo lo que servía para condenar a Connor estaba en este expediente.

—Señora Alison, haré todo lo posible para poner a Connor tras las rejas, no voy a descansar hasta que eso suceda, así usted podrá finalmente descansar.

Alison estiró sus manos hasta las mismas, ella las sujeto mientras lloraba en silencio.

—Eres una gran chica.

Guarde el expediente en mi bolso que sujete con fuerza, como si mi vida dependiera de el, seguí conduciendo hasta mi oficina mientras le daba una mirada al expediente, su hijo había hecho un gran trabajo al recolectar la evidencia, en verdad creía que con esto podría hacer un gran impacto, pero también sabía dos cosas, la número uno era que al tener esto en mi poder, había puesto un blanco sobre mí y la número dos era que había quebrado la promesa que le había hecho a Evan, y si él llegaba a enterarse de esto, no volvería a confiar en mi nunca más. Subí nerviosa las escaleras en lugar de tomar el elevador, le escribí un mensaje a Sam para encontrarnos pero este había salido para una historia, ahora con estas pruebas sólidas, sabía que Stella debía estar dispuesta a ir por su cabeza, si lográbamos esto no habría nada ni nadie que pudiera detenerla, y eso era exactamente lo que ella más deseaba más que otra cosas en el mundo, poder. Al llegar mire a ambos  lados cuando Miranda no estaba en su escritorio, creo que a estas alturas no necesitaba ser anunciada, así que me atreví a abrir un poco la puerta.

—Vamos Connor no tienes de que preocuparte.

De inmediato volví a cerrar la puerta, dejando un pequeño espacio donde podía ver a Stella, sujetando el teléfono de la oficina mientras ladeaba su silla giratoria.

Eres tú otra vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora