Cap 19

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- Pequeño dragón. – en ese momento mis ojos se abrieron de golpe, pues aquella voz me sobresaltó.

Miré a mi alrededor cuando no vi absolutamente nada, nada más que a Yoongi dormido en mi cama y por un segundo me dejé llevar por mi propio deseo y acaricié su rostro con gentileza, mientras que sonreía por lo que acababa de hacer, por tener ante mí y por saber que él compartía los mismos sentimientos que yo.

- Vuelve a casa. – escuché.

Rápidamente me levanté y por un segundo al verme reflejada con aquella pequeña vela en el espejo, me di cuenta de que mi marca del dragón estaba brillando ligeramente.

- ¿A casa? – pregunté.

- Sigue mi voz, pequeño dragón. – en ese momento agarré mi ropa del suelo y comencé a vestirme rápidamente, agarré una lámpara de queroseno y comencé a caminar hacia el bosque.

- ¿Cómo puedo confiar en ti? – pregunté antes de adentrarme en el mismo.

- ¿Por qué querría hacerte daño? Si tú, eres yo y yo eres tú. – sin duda, estaba completamente perdida, pero algo me decía que debía ir, que debía alcanzar aquella voz, por lo que, sin pensarlo, me adentré en el bosque y sin pensarlo, seguí sus indicaciones, hasta acabar en lo más recóndito de él, en su corazón.

- Hola. – pronuncié al no escuchas nada más, no obstante, no tardé en mirar aquel lago, uno que parecía tener luz propia y en medio de esa oscuridad, ese lugar estaba lleno de brillo, de luz, de pureza y de poder.

Me acuclillé y después miré aquella agua cristalina, hasta el punto de reflejarme en la misma agua, cuando sentí como mi pecho ardía, dolía, tanto que mi voz salió a través de mi garganta y se hizo eco en aquel bosque. Desabotoné mi ropa cuando vi como la marca estaba rojiza, por lo que no lo dudé, en introducirme dentro para calmar a mi cuerpo, cuando sentí como era agarrada y arrastrada hacia el interior del mismo.

Por un segundo, sentí que me ahogaba, que mis pulmones se encharcaban y que mi conciencia se perdía, cuando frente a mí vi a un dragón de agua y una voz, surgió del interior de él, y de hecho parecía tan clara, que me asusté, pero al soltar aquel oxígeno, me percaté de que podía estar allí abajo, que realmente no me estaba ahogando, sino que estaba bien, que podía permanecer bajo el agua.

- Pequeño dragón. – en ese momento aquella voz fuerte llegó hasta a mí.

- ¿Qué significa eso? – pensé.

- Puedo escucharte alto y claro. Supongo que has venido a por respuestas. – en ese momento pensé en todas las preguntas que tenía.

- ¿Qué significa ser un dragón? – pregunté.

- Significa, que debes cuidar de tu nación. – en ese momento pensé en la posición del rey, pero no tenía sentido, porque él tenía el poder de los dioses.

- ¿Cómo?

- Protege al futuro rey.

- ¿Quién es el futuro rey? – pregunté, pues sabía que debía de ser Yoongi, pero tal vez, me equivocaba.

- Pensaba que lo sabías. Solo tú tienes esa respuesta, pequeño dragón.

- Espera. ¿Qué es este lugar? – pregunté.

- Te contaré la verdadera historia de los dragones, de tu antecesor. – en ese momento vi cómo se acercaba rápidamente hacia a mí y por un segundo me asusté, pero tras escuchar aquel susurro me tranquilicé, aunque realmente no logré entender sus palabras y parecía, que no hacía falta, pues mis ojos se perdieron en la inmensidad de aquellos recuerdos.

"Parecía que aquella historia era antigua, de hacía mucho tiempo cuando veneraban a los dragones, cuando protegían a la nación. Pues por lo que podía ver, era un lugar en el que todos ellos contaban con aquella marca impregnada en la piel, algunos en el brazo, otros en la espalda, pero solo uno de ellos lo tenía en el mismo que lugar que yo.

- Ese era el gran líder de los dragones era conocido como 작은 씨앗  (Pequeña semilla de agua)

- ¿Pequeña semilla de agua? – pregunté.

- Así es, tu ancestro. Nuestra tribu, fue arrasada, pensaron que nuestro poder provenía del mal y no del cielo, así que comenzaron a darnos caza, pero se equivocaron y por esa razón, ese lugar se secó, toda la nación dejó de ser prospera.

- Pero ahora...

- Sí, un día el rey fue a visitar nuestra tribu. – en ese momento vi aquel encuentro. Ambos estaban reunidos, pero algo parecía no ir bien, aunque por un segundo pensé que era una simple sensación.

- ¿Qué fue lo que pasó? – pregunté.

- Llegamos a un trato o eso es lo que se pensó. Los dragones volverían a favorecer a la nación y por lo tanto podrían hacer que volviera a llover, a dejar que el ciclo de la vida siguiera, pero entonces, cuando los dragones cumplieron esa misión, un ejército llegó y arrasó con cada uno de los dragones, pues había llegado a oídos del rey, que, si mataba a todos los dragones, jamás volvería a ver ese problema y que las tierras serían completamente productivas y que la sequía no llegaría.

- Maldito hijo....

- Nos traicionó, pero antes de morir la pequeña semilla de agua se adentró en el bosque y antes de perecer maldijo al mundo del rey y dijo que un futuro un dragón regresaría, y sería capaz de volver a llenar el mundo de paz de y de prosperidad y para entonces, ella llevaría la marca del dragón en su pecho.

- Yo. – concluí.

Holaaa, espero que hayan estado bien. Gracias a todos los que leéis la historia y a los que dais me gusta, pues me anima a seguir la historia. Espero que esta vez, consigamos la meta de ocho me gusta. Muchas gracias y disfrutar.💜💜

El nuevo reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora