Cap 27

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- Es hora de ir a palacio. - expresé tras separarme de él.

- ¿Qué harás cuando lo mates? - preguntó tras agarrarme del brazo.

- No lo sé, pero cabe la posibilidad de que deba quedarme en la tierra. Alguien debe de restaurar esto. - expresé.

- En ese momento, ¿Podré permanecer a tu lado? - pregunté.

- No deberías pensar de esa manera. Es tu hermano. - lo dejé atrás y seguí caminando hasta que llegué las puertas de palacio. 

- Hay guardias. - expresó.

- No tienes de que preocuparte. - caminé en silencio cuando uno de ellos alzó su mano.

- Duerme. - al instante cayó al suelo por lo que logramos entrar en palacio.

Aquel lugar lleno de vida, había dejado de serlo y un olor a sangre provenía del mismo, pues incluso había cuerpos tirados en el suelo, ejecutados por su mano, por la mano del mal.

- ¿Ahora entiendes por qué hay que matarlo? - pregunté ante semejante escena.

- Mi hermano... a estás personas...

- Ya no es tu hermano. Yoongi ya no reside en el interior de esa persona. Por eso, no me detendré al matarlo. - pronuncié.

Caminé hacia el interior del palacio, cuando me paré en la cámara del emperador. Todo estaba silencioso, sin guardias, sin sirvientas, pero aún así podía sentir que estábamos siendo observados. Entré rápidamente cuando alzó la espada contra mí, sin embargo, mis serpientes la detuvieron.

- Nos volvemos a encontrar, Suga. - expresé tras poner mis ojos en él y hacerlo retroceder.

Sin embargo, mi cuerpo se sacudió por un instante, como si un deseo desenfrenado deseará salir, como si estuviera luchando contra mi misma, no obstante, no era el momento para detenerme. 

- Así que no moriste. Me hubiera quedado muy decepcionado por ese final.

- Es hora que te detengas. - expresé. 

- ¿Y quién va a obligarme? - preguntó con una sonrisa. - Tengo absolutamente todo el poder. ¿Quién diría que este cuerpo sería útil después de todo? Tu amado, ¿Verdad? - preguntó.

- Mi amado como tu dices, no era Yoongi. Ese fue mi intento desenfrenado por evitar que tomarás su cuerpo. Jamás lo amé. Así que puedes quedarte con él, porque ahora lo único que deseo es matarte y esto lo hace fácil. 

De mi mano surgió agua, hasta que se moldeó y tomó forma de una espada. El deseo de los dioses estaba escrito en la misma, lo que significa que tenía el poder suficiente como para desterrar a su alma a lo más profundo del olvido.

- Es una pena que no sea un simple títere o inútil. Olvidas que yo soy el demonio negro. - chocó su espada contra la mía cuando llamé a una de mis serpientes de agua.

- Y olvidas, el hecho de que yo no soy un simple dragón. Yo soy el Dios del agua. - en ese momento dejé que mi lado humano actuará, pues cuando miré aquellos ojos, supe que no podía matarlo, que pesé a mis palabras, pesé a todo lo que me habían hecho allí. Yo aún lo amaba, por lo que tal y como dijo la pequeña semilla de agua en el lago, podía tener una alternativa. 

Por lo que dejé que mi serpiente llevará un pedazo de mí y tras acercarse, se metió dentro de su cabeza, dejando una parte de mí en él. 

- ¿Qué es lo que has hecho? - se separó rápidamente ante aquel acto, cuando sus ojos me devoraron.

- Supongo que no pensabas en que la muerte no era tu destino. Sino la extinción desde el propio alma. - usé aquella espada para canalizar el poder de los dioses y así poder invocar el limbo. El lugar, en donde nos encontraríamos las tres almas y el lugar en donde Suga desaparecería. 

Rápidamente sentí mi cuerpo débil y mi conciencia comenzó a desvanecerse y al igual que la suya. Cerré mis ojos y dejé que mi cuerpo cayera en los brazos de Jungkook, pues sabía que él cuidaría de mí.

El otro plano, el limbo se había creado según la mente de Suga, por lo que allí dentro solo había oscuridad, y yo, para poder salvar a Yoongi debía de cambiar esa oscuridad por luz. ¿Cómo? Realmente lo desconocía, pero al menos sabía que aquella espada podría matar a los monstruos que albergaba en su mente, pues el alma de Yoongi estaba completamente envenenada. 

Holaaa, espero que os guste el capítulo. Muchas gracias por leer

El nuevo reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora