Cap 21

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- Vamos. – agarré la mano de Jungkook y corrí rápidamente hacia el interior del bosque.

- Espera. – en ese momento frené y lo divisé. – ¿Estás herido? – pregunté.

- No, ¿Qué es lo que eres? – preguntó tras mirarme.

- Soy un dragón.

- ¿Qué? Eso es imposible. Los dragones están extintos.

- Pues parece que aún queda uno.

- ¿Es esa la razón por la que mi hermano desea matarte?

- Ese no era tu hermano. En tu hermano reside otra alma, la de Suga y es él el que quiere matarme, pues desea silenciar la verdad sobre los dragones.

- Esto es demasiado para mí.

- Lo siento. Sé que no debía decírtelo, pero lo que quiero que sepas es que en ese estado en el que se encuentra, no es tu hermano.

- ¿Eso me debe hacer sentir mejor? – preguntó.

- No claro que no. A mí tampoco me hace sentir mejor y mucho menos después de...

- ¿Después de qué? – preguntó tras agarrarme.

- De saber que mi destino es matarlo.

- ¿Qué? Debes estar de broma.

- No, por esa razón te pido que por favor me ayudes a salvarlo. A encontrar una manera que sobreviva, porque por más que sea mi destino no puedo arrebatar la vida a la persona que amo. – expresé.

- Encontraremos la manera. En el palacio hay gente que conoce a unas brujas.

- Nada de brujas. Ellas son traicioneras y hacen tratos que jamás podremos pagar. No podemos intercambiar nuestra alma por un poco de información. – pronuncié.

En ese momento me percaté de que sabía más cosas de aquel mundo, era como si aquel dragón me hubiera dado no solo su fuerza vital, sino también sus recuerdos y ahora era capaz de recordar cosas que ni siquiera había vivido en carne propia.

- ¿Entonces por dónde sugieres que comencemos? – preguntó.

- Tengo una idea, pero tendremos que dejar el palacio por un tiempo. ¿Estás dispuesto?

- Pensaba escaparme contigo. Bueno con ella... así que, por supuesto. Vamos – nos volvimos a adentrar al bosque, pero esa vez era diferente pues sabía perfectamente hacia donde nos dirigíamos hacia aquellas ruinas,

- Debemos ir más allá de aquellas montañas. – pronuncié tras alzar mi mano hacia allí.

- Hubiera sido más fácil si tuviéramos caballos.

- Hubiéramos tenido que dejarlos. Esos caminos son estrechos, inclinados y rocosos. – expresé.

- ¿Qué saben el resto de mis hermanos? – preguntó.

- Que él tiene el poder de los dioses, pero desconocen el hecho de que es una maldición. Los dioses no aceptaron el alma de Suga. Así que vago por el mundo hasta que encontró un cuerpo compatible el de tu hermano.

- Pero mi hermano no era así. Todo empezó.

- Lo sé, cuando ocurrió aquello. Creo al ver que podría acabar muerto Suga pudo tomar el control del cuerpo de Yoongi y desde entonces no ha parado de tomarlo, pero por lo que he observado solo puede tomarlo cuando esta acorralado, ansioso o con miedo de algo. Aunque, ¿por qué apareció si después de aquello no había amenaza?

- ¿Después de que? – preguntó.

- Ya sabes cuando una mujer y un hombre están juntos.

- ¿Te acostaste con él? – no sabía si realmente estaba enfadado o simplemente sorprendido.

- No pude evitarlo me gusta y de donde vengo no está mal estar con la persona que amas, por más que no tengas un anillo de casada en tu dedo. – expresé.

- No es eso lo que me sorprende. Más bien, me molesta no ser él.

- Olvidas el hecho de que no soy tu amada.

- Lo sé, pero tienes su cuerpo.

- ¿Y no sería injusto para ambos? – pregunté.

- Es posible, pero no puedo olvidarla tan fácilmente.

- Y no pido que lo hagas, pero no puedes mirarme y pensar que se trata de ella.

- Lo intento. ¿puedes hablarme de tu mundo? – preguntó.

- No debería. Hacerlo puede alterar la historia.

- ¿De dónde vienes? – preguntó.

- Vengo del futuro. En uno en el que tu hermano muere y aunque desconozco el motivo algo me dice que tiene que ver con Suga.

- ¿Del futuro? – expresó atónito.

- Así es, vosotros sois parte de la historia coreana y todo cuanto sabía era sobre un libro de historia que leí antes de llegar aquí. Aunque también recuerdo haber visto un dibujo de Yoongi y por un segundo lloré ante aquella descripción. Tú hermano, murió solo. – pronuncié.

- ¿Estás segura?

- Completamente. Recuerdo que mi deseo era salvarlo y entonces cuando salí alguien me dio algo y después recuerdo perder mi conciencia. Lo siento esa parte de la historia aún esta borrosa en mi memoria.

- No tienes por qué recordar nada más. Por ahora solo vayamos allí e intentemos encontrar una solución.

- Una que no implique perder a Yoongi.

Caminamos hasta el alba cuando escuchamos unas voces. Rápidamente Jungkook tomó mi mano y después me llevó hasta él.

El nuevo reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora