Cap 20

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- Así es, veo que por fin llegaste, me sucesora, mi pequeña semilla de agua. Por eso tu misión es proteger a la nación, una maldición se acerca, pues el rey fue maldito tras aquella masacre. Los dioses, aquellos de los seguíamos ordenes, maldijeron el cuerpo en el que reencarnó.

- Yoongi.

- Ese rey, repudiado hasta por su propia familia. Irónico ¿No crees? Por eso es tu turno. Tú misión es matar al viejo emperador, porque es la única forma en el que el mundo se restauré.

- No puedo matar a Yoongi.

- Es una pena que tenga que morir para que la prosperidad llegué, pero estoy seguro de que dará la vida por su pueblo.

- Entonces, ¿A quién te referías con el futuro rey? – pregunté.

- ¿Por qué crees que albergas ese cuerpo? Porque es él único al que él ama. Protege al séptimo príncipe, es el heredero y Suga intentará matarlo.

- Jungkook. – expresé al instante.

- Sí, tal vez se llame así. Lo desconozco. El hecho, es que es el adecuado, mientras que Yoongi, tendrá que morir por el bien del mundo. – en ese momento me sumí en el caos, pues no podía creer que aquella fuera mi misión, que tuviera que matar a mi persona más amada, y, sobre todo, que sería yo la que sentenciaría su destino.

- Es hora de despedirnos, pequeño dragón.

- Espera, ¿Cómo moriste? – pregunté antes de que me dejará.

- Para poder llamarte y traerte, tuve que perecer en este lugar, este lago fue hecho con mi esencia, y por eso es que el bosque jamás dejará de tener vida, porque yo estoy en él o al menos estaba, pues no sabía cuándo ibas a aparecer y aunque envejecemos menos que un humano normal, pasaron demasiados años de aquello. Además, este era la única forma de traerte de ese mundo en el que pertenecías, pero al obtener aquel talismán pude arrastrarte aquí. Aunque jamás pensé que te encontrarías con tu misión nada más llegar. Ya sabes lo que tienes que hacer.

En ese momento salí de aquel trance y aquella historia se quedó grabada en mi memoria, al igual que la historia de los dragones, por lo que supe que lo que ponía en aquellos libros no eran más que mentiras, pero supongo que aquello quedó en un segundo plano cuando sentí que algo impactaba contra mi pecho, una luz resplandeciente iluminó todo mi alrededor, aunque rápidamente sentí como comenzaba a ahogarme, por lo que comencé a nadar hacia fuera del lago.

- ¡Coff, Coff! – tosí rápidamente y después me apoyé en aquella tierra y por un segundo cerré mis ojos, pues toda aquella información se estaba colando en mi memoria, se estaba haciendo eco.

- No puedo creer que Yoongi sea su reencarnación o tal vez, debería decir Suga. – pero no era eso lo que me aterraba, lo que realmente me hacia temblar era le hecho de que tenía que quitarle la vida para poder seguir el orden de las cosas, para que ese mundo, siguiera existiendo.

Pero todo aquello, solo abrió mis ojos. Suga, no era la maldición de los dioses, sino que era la reencarnación del antiguo rey. El mismo que luchaba por apoderarse del cuerpo de Yoongi y por esa razón, al saberlo, los dioses dejaron de protegerlo, porque iba en contra de lo que acordaron con el último dragón y sin duda, ahora sabía porque Suga me quería matar cada vez que aparecía.

Comencé a caminar por el bosque, hasta que llegué a palacio. Ante mis ojos apareció Suga, y mi cuerpo, no pudo más que ponerse a temblar, pues aquel cabello oscuro, aquella mirada asesina y fría estaba puesta en mí. Y, de hecho, no me hacía falta mirar más allá para saber que me estaba sentenciando a la muerte.

- Por fin apareces. – en ese momento caminó con seguridad hacia a mí.

- Deja de tomar el cuerpo de Yoongi. – expresé.

- Pronto, Yoongi dejará de existir. De hecho, lo hubiera hecho esta noche de no ser porque tu vitalidad, tus palabras y tu fuerza, hacen que persista. Sin duda, los dragones no habéis dejado de ser una amenaza.

- Tú los masacraste y después te inventaste una estúpida historia.

- Estúpida o no, es la única que el mundo escuchará, porque tras tu muerte, no habrá más dragones. Tú, también eres una reencarnación.

- Este cuerpo es una reencarnación, pero esta alma, ni por asomo lo es.

- Pude verlo por un segundo, te buscó y te trajo de otro mundo para que no pudiera encontrarte y matarte. Una lástima, porque ahora, es la hora de tu muerte. – alzó la espada contra a mí, cuando rápidamente alcé mi mano, pensando por un segundo que algo me protegería, no obstante, antes de que pasara algo, se escuchó un choque de espadas.

- Jungkook. – pronuncié tras abrir mis ojos.

- Te dije que te protegería y ahora, sumo esta promesa. Déjame conocerte. – se centró en aquella pelea, cuando vi que iban a herirlo, por lo que sin pensarlo moví mi mano y sin saber muy bien cómo. Una barrera de agua se interpuso a la espada de Yoongi. 

Espero que lo disfruten 💋💋

El nuevo reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora