Observaba con tristeza mi camisa blanca, tenía como adorno una gran mancha de té rojo en el medio de mi pecho.
Estaba nerviosa y para calmarme un poco decidí pasar por un local a comprar té, no me gusta el café y si lo tomo me pone muy ansiosa. Soy una persona un poco torpe, por eso debí tener más cuidado a la hora de acercar la taza a mi boca, solo paso un minuto y tenía el líquido caliente quemándome.
Llevaba solo 3 semanas en la ciudad y me gustaba todo el ajetreo que poseía, porque no me quedaba tiempo de pensar en algo más que no fuera seguir con vida al finalizar los días. Mi primera semana resultó ser un desastre, trabaje en un bar que apestaba a borrachos y enfermedades venéreas, necesitaba el dinero, tenía una pequeña habitación cerca del bar y comía lo que estuviera dentro de mi presupuesto.
Seguía buscando "mi trabajo ideal", lo cual descubrí resultaba ser muy difícil, si no sabes hacer muchas cosas como yo, lo único que poseía era mi título de secundaria y cero experiencias laborales. La segunda semana renuncie a mi trabajo cuando un hombre quiso que le hiciera una felación a cambio de dinero, aparte de sentirme asqueada, no podía permitir que me tratasen como si fuera poca cosa.
Ese día al llegar a mi pequeña habitación de hobbit, lloré porque me di cuenta que no tenía grandes expectativas al llegar aquí, en mi mente no estaba lo del sueño americano, porque primero no estaba en américa y segundo no tenía tanta suerte, sin embargo, resultaba reconfortante que nadie te conociera y ser invisible para las personas.
Después de llorar tres días llegó una carta de mi abuela donde dejaba muy claro cuan idiota fui por irme sin avisar, al menos entendía porque lo había hecho de esa manera. Me sorprendió muchísimo encontrar dinero en el sobre y agradecí a Dios por ese pequeño milagro.
Recuerdo cuando por fin tome la decisión de largarme de ahí, tuvimos la típica cena en familia donde evitaban hablar de los temas que podían lastimarme. Me gustaba cuando iban mis primos muy muy lejanos, aunque no fueran los mejores soltaban sus opiniones sin miedo, pero la última vez que fueron mi mamá los veto de la casa hasta nuevo aviso. Ella pensaba que me molestaban los comentarios dirigidos hacia mí, al principio sí pero luego dejo de importarme.
-Hoy estabas más callada de lo normal - dijo y pude notar su preocupación.
No podía decirle que hoy mismo me iría, estaba muy segura que soltaría las palabras correctas para retenerme y no lo deseaba.
-Solo estoy agotada y no es por lo que crees - su mirada mostraba la tristeza que yo intentaba evitar - me cansa que las personas me observen como si fuera un monstruo y otras con lastima.
-Ya pasará - lo dudaba mucho, pero solo asentí. Lo menos que quería era darle más preocupación a mi mamá - necesitas descansar. Buenas noches mi pequeña - depositó un beso en mi frente y salió de mi cuarto.
Esa fue la última vez que la vi, me costó mucho tomar la decisión sin embargo no diré que no me siento mejor estando lejos de casa, aunque a veces extraño mucho mi hogar.
Aunque actualmente no me sentía agradecida, la mancha en mi camisa me había bajado los ánimos.
Hace 3 días mi aplicación de "Encuentra tu empleo rápido" dejó una notificación de un posible trabajo, no perdí tiempo y leí la descripción, al principio sentí muchos nervios incluso me temblaban las manos, luego al ver los beneficios que obtendría si quedaba en el empleo (y que necesitaba con urgencia, el dinero de la abuela no sería eterno), decidí como la niña grande que supuestamente soy postularme. No podía perder más de lo que he perdido.
Ayer en la noche por fin llego el correo diciendo la dirección, fecha y hora para ir a mi primera entrevista oficial.
Por eso me puse mi abrigo negro, abrochándolo bien para que nadie notara el desastre en mi camisa y camine hacia mi destino esperando que todo saliera bien.
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Aquello Que Ocultamos
Lãng mạnUn trabajo, una nueva oportunidad, fue lo que pensé cuando el apellido Goldssom llegó a mi vida. No solo fueron nuestros caminos los que se cruzaron sino también nuestros secretos. Y aquello que ocultamos resultó ser una pieza decisiva en el juego...