-¿Huh?
Miré a un lado encontrando a un niño pelirrojo bajando una pelota, la cual pertenecía a un grupo de niños, de una colina de rocas, pero lo más impresionante es que la bajaba controlando la arena.
Genial...
Aquella arena deja la pelota en las manos del niño pelirrojo y él, con una sonrisa tímida, se la quiere entregar a los niños de regreso. Pero estos no fueron agradables, se asustaron de aquel niño amable y se alejaron de él. ¿Por qué hicieron eso?
El niño pelirrojo deja de sonreír y pareciera que llorar. No me gustó, me sentí mal por aquel niño, así que me acerqué. Caminé hacia ellos y pasé por en medio del grupo de niños quienes me miraban como si estuviera loca.
-¡______ no te le acerques! -habla Aki asustada.
-No veo el porqué no pueda -respondí siguiendo mi camino.
Me puse frente al niño, le sonreí ampliamente con gratitud y agarré la pelota que aún tenía entre las manos, para seguido darle un pequeño beso en la mejilla.
-Gracias -le dije y les lancé la pelota a los niños.
-D..De nada... -el niño pelirrojo habla tímidamente y con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
-Oye... ¿Mueves la arena así por ti mismo? -pregunté viendo la arena a su alrededor.
-Hm... -asiente tímidamente.
-¡Es genial! -comenté balanceándose sobre la punta de mis pies y con las manos sujetas tras mi espalda.
-¿Eh? -parecía sorprendido de mi comentario.
-¿Qué más puedes hacer con la arena? ¿Me muestras? -pregunté entusiasmada.
-Am... -parecía muy tímido y yo me golpeé la frente al recordar algo.
-Que bruta... olvidé presentarme. Soy ______ ¿Y tu?
-...Gaara... -responde.
-Bueno, Gaara, ¿quieres venir y jugar conmigo? -pregunté tendiéndole la mano de manera amistosa.
Él me mira y luego mi mano, pero termina agarrandola tímidamente. Yo lo jalé emocionada.
-¡A jugar se ha dicho! -comemcé a correr mientras lo jalaba del brazo.
Me reí por su rostro de sorpresa y su torpeza al tratar de seguirme el paso. Ambos corrimos por toda Sunagakure, primero yo lo perseguía a él y luego él a mí.
-¡Vamos, más rápido Gaara, o no conseguirás atraparme! -comenté mirándolo pero en mi distracción di un mal paso y casi termino besando el suelo de no ser porque mi espalda choca contra la arena de Gaara.
-¿Estás bien? -pregunta luciendo preocupado.
-Sí, tranquilo, y gracias -sonreí enderezándome y miré hacia la arena-. Es realmente genial.
Nos sentamos en el suelo a descansar un poco luego de esa corrida; comenzamos a contarnos cosas para conocernos más.
-¿Y tienes hermanos? -pregunté.
-Sí... pero... no les caigo muy bien... -habla cabizbajo.
-¿Qué? ¿Por qué dices eso?
-Es que ellos... no quieren acercarse a mí, me tienen miedo como los demás y yo...
-No lo entiendo -dije de la nada-¿Por qué sin conocerte te hacen eso? No das miedo.
Él no responde porque se me queda mirando otra vez sorprendido. Suspiré y me tiré de espaldas al suelo.
-Oye... hagamos algo -hablé luego de un momento en silencio, me saqué mi pulsera de cuero y se la di-. Yo te doy esto como regalo para simbolizar nuestra amistad. Cuando tú ya no quieras seguir, quitatela y devuelvemela.
-¿Amistad?
-¡Claro! Yo ya te considero mi amigo Gaara. Me caíste muy bien -sonreí.
Él me miraba sin decir nada por lo que le agarré la mano y le puse mi pulsera yo misma.
-Listo.
Sonreí cerrando mis ojos un momento pero al abrirlos de nuevo, veo una flor de arena frente a mí. Era tan pequeña como mi dedo meñique y tan linda.
-¡Que linda! -extendí mi mano y esta se apoya en mi palma.
-E..Este es mi regalo... -Gaara se sonroja.
-Es muy lindo, gracias Gaara -le di un beso en la mejilla. Él baja la mirada con una sonrisa pequeña-Bien, tengo que regresar a casa ya se hizo muy tarde...
-¿Te acompaño? -pregunta tímido-. Digo... si quieres.
-Claro, vamos.
Lo ayudé a levantarse y solo alcanzamos a dar unos pocos pasos hasta que unos Jounins se nos acercan. Buscaban a Gaara para llevarlo al palacio.
-Oh... yo quería que me acompañes -murmuré cabizbaja-. Pero si tienes que irte... nos vemos mañana, Gaara.
Él me mira igual de cabizbajo pero hace su esfuerzo por sonreír.
-Lo siento ______, nos vemos -él se va junto a los Jounins.
¿Por qué tantos para escoltar a un pequeño niño? Suspiré y volví a casa.
-¡Ya llegué! -anuncié al entrar y apareció mi mamá.
-Hola, cariño -me saluda sonriente- ¿Por qué llegaste a estas horas?
-Lo siento mamá, estaba con un nuevo amigo -comenté feliz y le mostré la flor de arena.
-¡¿Huh?! ¿C..Cómo se llama tu amigo...? -parecía nerviosa. Se agacha a mi altura mientras veía la flor.
-Gaara.
Ella suspira pesadamente, inhalando y sujetando el aire en sus pulmones por un buen rato hasta soltarlo lentamente.
-Mira... ______, no quiero que andes con él... es por tu seguridad...
-¿Huh? ¿Por qué? Si se portó muy lindo conmigo.
-En su interior tiene a una bestia que cuando quiera... puede matarte y a muchos otros -comenta mamá mirándome a los ojos.
-No lo creo. No creo que sea capaz de matar a nadie. Gaara es un buen niño -sonreí mirando hacia la flor.
-______ por favor... -sus ojos se cristalizan-. No quiero perderte...
-Mamá, no vas a perderme, lo prometo, pero no quiero dejar a Gaara... él... está solo...
Mamá se queda en silencio hasta que yo suspiré y bostecé cansada. Me tallé los ojos y miré a mamá adormilada.
-Tengo sueño mamá, mejor voy a dormir.
-Esta bien... que descanses peque.
-Igual mamá.
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MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||
FanfictionDesde pequeños ella amaba jugar con el niño pelirrojo al que todos temían en Sunagakure. Pero ella no, ya que lo consideraba su amigo o tal vez, en unos años, algo más... Pero todo se complica cuando su madre dice que deberán dejar Suna para ir a la...