-Iruka-sensi... -me llevé la mano a la boca sorprendida por lo que hizo.
Naruto comenzó a llorar mientras miraba a Iruka-sensei quien se había puesto sobre Naruto para evitar que la Fūma Shuriken matara a Naruto, en su lugar se clavó en la espalda del profesor.
Mis ojos se cristalizaron al escuchar las cosas que decía Iruka-sensei hacia Naruto. El hombre que los atacó comienza a burlarse de Naruto y de Iruka. Yo me hice bolilla en mi lugar y me mordí una mano para no hacer ruido por mi llanto. Naruto había sufrido tanto... como Gaara...
-¡Deja de burlarse de ellos! -grité molesta.
Pateé en el rostro al hombre quien no pudo reaccionar a tiempo. En mi mano traía la botellita con la flor de Gaara.
-Mocosa... -el hombre escupe sangre-. Ahora tu también morirás.
Al instante me lanza varias herramientas ninjas como kunais o shurikens, por suerte pude esquivarlas todas.
-¡______, vete! -grita Iruka-sensei.
Me distraje con él cuando unas shurikens fueron hacia mí, solo atiné a colocar mis brazos cruzados frente a mí rostro para intentar protegerme.
-¡Kage bunshin no jutsu!
Abrí los ojos de par en par y vi a dos Narutos frente a mí que desaparecieron y las shurikens caen al suelo.
-¿Eh?
Al mirar a mi alrededor vi a cientos o millones de Narutos, estaban por todo el lugar y dos de ellos estaba a mis lados.
-¿Estás bien, ______-chan?
Asentí aún sorprendida y anonadada pero me obligué a reaccionar.
-Sí, gracias Naruto.
Me sonríe. Naruto le hace un combo de golpes al hombre que nos atacó y luego vinieron ninjas para llevárselo. Naruto devuelve el pergamino que se llevó y lo obligaron a hacer trabajos comunitarios para enmendar sus errores.
Fui a mi casa para descansar un rato pero luego de un par de horas llaman a la puerta, así que fui a abrir.
-______-chan, hey.
-Naruto, ¿qué haces aquí? -pregunté al ver al rubio tras la puerta. Él busca en su bolsillo por un momento.
-Se te cayó esto cuando estábamos en el bosque -me extiende la mano y me muestra la botellita con la flor.
-Oh... no sabía que la había dejado caer -la agarré sin dejar de observarla-. Gracias, Naruto... es... importante para mí.
-Es muy linda, ¿cómo la conseguiste? -pregunta curioso.
-Me la dieron...
Mi rostro debió de reflejar tristeza o algo así, ya que la sonrisa de Naruto desaparece y me mira preocupado.
-Oye... ¿Estás... Estás bien?
-Sí, sí... -sonreí un poco y guardé la botellita-. No te preocupes.
-Bueno... tengo que irme, aún no termino con los trabajos.
Esto último lo dice inclinándose cabizbajo y cansado haciendo que me ría a carcajadas. Le di un par de palmaditas en el hombro.
-Ánimo, tú puedes, Naruto.
-Sí, sí, bien, nos vemos ______-chan.
Él se va y yo vuelvo a cerrar la puerta pero al girar vi a Kakashi-san como de costumbre sentado en el sofá de la sala mientras leía su libro.
-Veo que Naruto y tú se hicieron muy buenos amigos -comenta.
-Sí, parece que sí -murmuré y miré de nuevo la flor en mis manos.
-¿Me permites?
Miré a Kakashi quien tenía su mano extendida hacia mí y mirando a la botellita, se la entregué confundida. Él se da vuelta hace algo que no alcancé a ver y cuando vuelve a girarse me deja la botellita de nuevo en mi mano, solo que ahora del pico de la botellita colgaba una cadena para poder usarla como collar.
-Kakashi...
-Siempre lo llevas contigo y hay veces en las que se te cae y no te das cuenta, te lo tengo que estar devolviendo todo el tiempo -suelta un suspiro pero uno divertido-. Así que esta es mi solución.
Yo me puse la cadena sonriendo ampliamente y viendo como me quedaba, no molestaba ni nada.
-Gracias... Kakashi-san.
-No es nada... Bueno, tengo que irme pero el Hokage te manda esto -me hace entrega del sobre con dinero.
-Gracias, adiós Kakashi-San.
-Adiós.
Kakashi se va y preferí ir a comer comer algo para luego ir al baño y quitarme la venda. Miré la herida que prácticamente ya estaba casi curada, aunque al ser profunda tardó más de lo que pensaba, lo único que faltaba era que los morados desaparecieran.
Seguía algo fea a la vista por lo que decidí seguir cubriéndola con la venda. La cicatriz ya estaba marcada, no tenía de otra... la venda me ayudaba a esconderla también. Solté un resoplido y fui a mi habitación para dormir.
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MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||
FanfictionDesde pequeños ella amaba jugar con el niño pelirrojo al que todos temían en Sunagakure. Pero ella no, ya que lo consideraba su amigo o tal vez, en unos años, algo más... Pero todo se complica cuando su madre dice que deberán dejar Suna para ir a la...