MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||

Capitulo 37

-Nos vemos Naruto, confío en que te volverás más fuerte que nunca -me despedí sonriendo.

-¡Sí! -responde decidido.

Naruto se iría a entrenar con Fukasaku y yo tengo que volver a Suna. Ellos hicieron la invocación invertida y yo fui con las chicas a Ichiraku como despedida. Comenzamos a hablar y contarnos todo lo que no pudieron contarme mientras estaba en Suna.

Estábamos tan bien juntas hasta que repentinamente apareció una invocación de un gusano y las personas comenzaron a correr y gritar. Yo vi a un niño caer al suelo en el momento en que aquel gusano lo iba a atacar. Fui a por el niño y lo cubrí con mi cristal. Hice que de la cápsula para afuera salgan picos de cristal que hicieron que el gusano se alejara y así salí con el niño en brazos para luego juntarlo con su madre.

-¡¿Qué sucede?! -vi a Iruka.

-Parece que están buscando a Naruto... -responde él.

Ayudamos a evacuar la ciudad mientras bloqueábamos los ataques de las invocaciones. Me dijeron que era Pain, aquellos quienes mataron a Jiraiya y que eran usuarios del Rinnegan. Encontré a un Pain y cuando fui a atacarlo, pareció repelerme y lanzarme contra unos escombros y luego volverme a atraer y golpearme el estómago.

Apreté los dientes y con una mano lo sujeté en el hombro para alejarlo y con la otra agarré su puño. Hice una aguja de cristal que atravesó su hombro donde tenía mi mano y me soltó. Cuando me volvió a atraer yo hice mis dagas en mis manos y lo golpeé. Pero me golpea en el rostro mandándome lejos.

-______, nosotros nos encargaremos de este, tú ve a ayudar con los heridos -Kakashi llega con Choji y Chōza, su papá. Asentí.

-Tengan cuidado.

Ellos asienten y yo fui hacia Sakura y la ayudé a curar a los más afectados. Vi como Tsunade hizo su invocación y Katsuyu apareció dividiéndose y poniéndose junto a los heridos.

Me concentré en ayudar hasta que al instante de saberlo, me quedé quieta, paralizada. Sentí una lágrima caer por mi mejilla al no poder sentir más su chakra...

Negué con la cabeza recobrando mi compostura. Miré al cielo cuando un Pain se elevó levantando sus manos. Abrí los ojos de par en par.

-¡Quédense quietos! -advertí y formé una gran barrera de cristal al rededor de todos nosotros.

-Shinra Tensei.

Caí de rodillas al suelo cuando la devastación intentó tirar la barrera, lo mantuve... pero estaba comenzando a agrietarse. Sentí tanto miedo de no poder sostenerla más, pero en ese momento me sorprendió ver un cristal rojo subriendo mi cristal. Era mucho más resistente, así que la devastación ni siquiera lo movió.

Volteé para ver si la encontraba pero no podía verla en ninguna parte. Hasta que todo acabó, no me moví. Mi cristal y el rojo se rompen al instante y pudimos ver la catástrofe a nuestro alrededor, toda la Aldea destruida. Me intenté levantar pero aquella barrera había consumido demasiado de mi chakra, caí de nuevo.

-______ -Sakura se acerca a mí y me sostiene pero mira el gran cráter que era Konoha.

-¿Están todos bien? -hablé mirando hacia atrás.

-Sí... gracias -responde Iruka acercándose.

Asentí sonriendo levemente. Me armé de valor y me levanté tambaleante, me enderecé y salté ignorando a todos para quedar frente a Pain, aunque algo alejada. Apreté los puños decidida. El grito de Sakura llamando a Naruto me hizo reaccionar, salté y fui hacia Pain con mil agujas de cristal a mi alrededor, él iba a defenderse pero repentinamente me detuve en el momento en que se hizo una invocación.

Naruto aparece sobre la cabeza de Gamabunta junto a dos enormes sapos más, Gamakichi, Ma y Pa.

-¿Eh? ¿Por qué no nos trajiste a Konoha? -cuestiona Naruto.

Estaba concentrada en él, sorprendida de que usara el modo sabio. Salté hacia atrás esquivando el ataque de dos de los Pains y regresé a la realidad. Tsunade aparece a mi lado dispuesta a pelear conmigo pero mira a Naruto.

-Abuela Tsunade... puedo sentir el chakra de todos aquí... pero... Kakashi-sensei...

Agaché la cabeza apretando los dientes.

-Te diste cuenta... eh... -murmuré.

-Ya veo... -nos quedamos en silencio-. Gamakichi, lleváte a la Abuela Tsunade y ______ de aquí. Y que nadie intervenga -pide Naruto.

Gamakichi aparece de un salto, pero yo volteé rápidamente a ver a Naruto.

-Espera, Naruto. No puedo dejar que pelees solo...

-Lo siento ______ pero no puedo permitirlo. Además, tú eres una ninja médico, tienes que ayudar a los otros y tu poder de cristal ayudará a defenderlos -responde Naruto.

-Mierda... te volviste bueno para convencerme. Tienes razón -suspiré-. Vamos Gamakichi.

Él asiente y agarra a Tsunade. Yo fui junto a él hacia los aldeanos y ayudé a curar las heridas de quienes lo necesitaban.

-Sakura, no vayas con Naruto porque lo estorbarás, todos lo haremos... Mejor ven y ayúdame con los demás -hablé.

-¡Pero él peleará solo! ¡¿No te interesa a caso?!

-¡Sakura! Eres la menos indicada para decirme que no me preocupo por Naruto y que está solo. Él no está solo. Hasta yo sería una molestia en su batalla. Tu no puedes decirme que no me interesa porque a ti nunca te interesó siquiera.

Ella se queda callada porque sabía que yo tenía razón, asiente sin más. Yo seguí curando a la mujer que tenía el frente.

-Listo, ¿puedes moverte? -pregunté sonriéndole.

-Sí... Gracias... -responde.

Yo me acerqué a los demás pero me quedé mirando hacia Naruto.

Naruto... cuídate.