Capítulo 20

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Dos años después.
(Naruto no
vuelve aún)

Suspiré profundo mientras me recostaba en el césped junto a los chicos quienes al fin todos teníamos día libre de misiones. Tsunade nos estuvo explotando desde que los chicos se convirtieron en Chunnins y yo en Jounin.

Finalmente las personas dejaron de resistirse a que los ayudara cuando iba de misiones solo por el simple hecho de que, a pesar de tener dieciséis años, aparentaba diecinueve. Al fin puedo hacer misiones tranquila.

Sonreí cerrando los ojos con alivio por el lindo día que hacía, hasta que un Anbu aparece asustando a los chicos y yo solo rogaba porque no me buscara a mí.

-______-sama, la Hokage la llama.

-¡Por la gran...! ¡Es mi día libre! -me quejé y me aferré a Ino-. Ayuda.

Los chicos se ríen de mí y me empujan para que fuera de una vez a donde Tsunade.

-Bueno, bueno, se nota que no me quieren.

-¡Para nada! -hablan con un tono notoriamente de sarcasmo.

-Malos.

Me hice la ofendida haciéndolos que volvieran a reír y decir que era broma. Solté una corta risa antes de ir rápidamente a la oficina de Tsunade y entré mientras comenzaba a quejarme.

-Sé que es tu día libre, pero para esta misión eres necesaria -habla luego de escuchar mis quejas.

-Aha, a ver...

Ella busca entre sus cajones hasta encontrar y sacar un pergamino.

-Tienes que llevar esto, es extremadamente importante y por esa razón te lo encargo a ti, que eres de confianza -sonríe al entregarme el pergamino, el cual agarré.

-¿Para esto me llamas? -pregunté incrédula.

-¡Ese pergamino y su respuesta son muy importantes! Y tú eres la más capacitada para esta misión así que tienes que hacerlo.

Sin más remedio tuve que aceptar la misión y Tsunade me explicó a quién y dónde tenía que llevar el pergamino.

-Entendido... -suspiré y salí de la oficina.

En todos lados que iba me estaba quejando en murmullos. Fui a mi casa quejándome, me cambié quejándome, para luego salir rápido e ir a la entrada de Konoha quejándome, pero estando allí vi a Kakashi.

-Sabía que te estarías quejando.

-No quiero ir, era mi día libre -lloriqueé-. Y es lejos.

-Por eso mismo vine a despedirme. Sé que te irás por unos días.

Caminé jorobada hasta él y pegué mi frente a su pecho mientras me seguía quejando con pereza. Kakashi ríe mientras apoya sus manos en mis hombros y me da palmaditas.

-Ya, ya. Verás que terminas esta misión muy pronto. Y te prometo que cuando vuelvas te cubriré con la Hokage para que no te asigne más misiones por unos días.

-¿Lo prometes? -levante mi cabeza, aún sin despegarla de él.

-Lo prometo, en serio.

Me levanté resoplando y estirándome para prepararme.

-Bueno, tengo que irme ya, me espera un largo recorrido.

-Eres rápida así que llegarás mucho antes de lo esperado -él sonrió por debajo de la máscara.

-Adiós Kakashi, nos vemos en unos días.

-No te atrases mucho, o pensaré que te sucedió algo -me advierte haciéndome sonreír.

-Pff, sabes que no me pasará nada. Te apuesto a que vuelvo antes de dos semana.

-Está bien, si tardas más que eso, iré a buscarte.

Reí levemente y empecé a alejarme, volteé de nuevo para cuando ambos nos despedimos con la mano y finalmente me fui saltando por entre los árboles. Nada más alejarme de Konoha pasó de lo que Tsunade me había advertido. Me encontré con varios ninjas que querían aquel pergamino pero fue fácil acabar con ellos, gracias a mi poder de cristal.

Fueron cuatro días y tres noches las que tuve que recorrer para llegar a donde Tsunade me ordenó. Estuvo muy fácil hacerlo en realidad.

-Muchas gracias, aquí está la respuesta -el hombre, al que le entregué el pergamino, me entrega otro con la respuesta.

-Gracias, adiós -tomé el pergamino.

Me volví a ir luego de haber estado horas esperando por aquella respuesta, pareciera que nunca me iban a dar una. Por suerte sí me dieron de comer y me dejaron descansar un poco. Ahora volvía a correr por el camino que había recorrido para venir.

-Doton: chidoKaku -un pilar de tierra aparece frente a mí antes de que pudiera esquivarlo.

Aunque por suerte alcancé a cubrirme con mi cristal. Caí al suelo de pie y fue cuando muchos ninjas comenzaron a rodearme.

-Acabemos con esto rápido y terminemos con lo que los otros no pudieron -les habla uno a los demás acercándose a mí.

-¡Sí!

Fruncí los labios y levanté mi mano en forma de pistola, una bala de cristal fue hacia él pero se cubrió con una pared de piedra.

-Tsk... -chasqueé la lengua.

-Katon: Endan -unas balas de fuego fueron hacia mí.

Volví a cubrirme con cristal pero este parecía derretirse de a poco, haciendo que eso consiguiera desconcertárme.

-¿Qué?

Otro pilar de tierra me golpea por debajo consiguiendo partir mi cristal con mi cuerpo. Un hilo se ata en mi tobillo pero cuando me jala, aproveché para patearlo en el rostro, cortar el hilo y volver a mi posición.

-Esto será interesante -mencioné para luego escupir la sangre molesta a un lado-. Vamos...

MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora