Parpadeé un par de veces al conseguir abrir los ojos luego de haber perdido la conciencia una vez más. Vi una lámpara en el techo pero me senté en la camilla mientras me llevaba la mano a la frente por el leve dolor de cabeza, solté un suspiro largo. Noté que estaba vendada de pies a cabeza.
No me importaba hasta que rápidamente llevé mi mano a mi cuello, en busca de mi collar, estaba preocupada de haberlo tirado pero pronto suspiré aliviada al sujetarlo.
-Aún lo tienes...
-¡Hm! -jadeé por la sorpresa a la vez que giraba la cabeza hacia un lado.
-¿Gaara...? -abrí los ojos de par en par al verlo mejor-. Esa ropa... tu... -asiente tranquilo.
-Ahora soy el Kazekage de la arena.
No sabía como reaccionar en realidad pero me sentía tan feliz por él.
-P..Pues... felicidades.
Sonreí ampliamente y él solo de lado. Entonces se despega de la pared y deja de cruzar los brazos, se acerca a mí haciendo que mi corazón se acelerara a un ritmo preocupante. Me sorprendí cuando se inclinó sobre mí apoyando una mano en el respaldo de la camilla y con la otra me sujeta la barbilla para elevar mi cabeza.
-¿Qué fue lo que te sucedió? Cuéntame -su tono de voz fue tan serio que sentía escalofríos pero no por miedo.
Dejé escapar un suspiro leve a la vez que sentía mis mejillas arder y seguramente me había sonrojado. Decidí calmarme; le hice señas a Gaara para que se sentara y escuchara. Él me suelta para hacerlo y me mira expectante por mi explicación.
-Tenía una misión, entregar un pergamino y volver con la respuesta, fácil. Pero al estar de regreso me encontré con unos ninjas... ellos me dejaron así.
-¿Querían la respuesta? -negué- ¿Entonces?
-Hm... querían atraparme a mí -apoyé mi mano en mi nuca.
-¿Por qué? -pregunta él confundido.
-Aún no lo sé, pero creo que es por mi poder de cristal, supongo... -me encogí de hombros. Gaara suspira sin más que preguntar, entonces solo mira mis heridas.
-¿Cómo te sientes?
-Me duele todo, pero... estaré bien.
-Me habías preocupado... -admite en un susurro que alcancé a escuchar-. Estuviste inconsciente por cuatro días...
-¡¿Qué?! -abrí los ojos de par en par-. El pergamino con la respuesta...
Gaara levanta las manos en señal de que debía calmarme y no alterarme tanto.
-Mandé a un ninja bien calificado para la misión. No te preocupes, recibirán el pergamino en Konoha.
Suspiré más tranquila y asentí sonriendo levemente.
-Gracias... mapache.
Gaara parece sonreír con nostalgia por escuchar el apodo, asiente como respuesta y se levanta.
-Tengo que hacer una cosa así que debo irme, pero vendré en cuanto termine.
Asentí sonriendo. Gaara me devuelve la sonrisa y se va. Yo esperé hasta que ya ni sentía su chakra para intentar levantarme. Puse mis pies en el suelo y cuando iba a levantarme y enderezarme mis piernas temblaron y terminé cayendo de nuevo a la cama. Suspiré y me pasé las manos por el cabello, de manera frustrada.
No me gustaba tener que estar en cama por días. Lo intenté de nuevo, pero la puerta se abre de golpe.
-¡______ ¿Qué haces?! No tienes que levantarte.
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MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||
Fiksi PenggemarDesde pequeños ella amaba jugar con el niño pelirrojo al que todos temían en Sunagakure. Pero ella no, ya que lo consideraba su amigo o tal vez, en unos años, algo más... Pero todo se complica cuando su madre dice que deberán dejar Suna para ir a la...