Nos detuvimos al ver a Madara frente a nosotros. Los shinobis comenzaron a alejarse.
-¡Shukaku, prepárate! -le advierte Gaara y balas de arena aparece a nuestro alrededor.
-¡Voy a enloquecer! -habla Shukaku mientras hace una posición de manos/patas- ¡Futo! ¡Sasandan!
Las balas de arena se disparan hacia Madara que venía hacia nosotros. Se cubre con sus brazos y aún así lo atraviesan aquellas balas.
-Buena técnica. Pero le falta un último golpe.
Gaara cierra un poco su mano y Madara deja de moverse, notando que quedó paralizado.
-¡Sí! -sonreí.
-O sea que me lanzaste tu arena para impedir que me mueva, ¿Eh?
-Ahora, Matatabi -la apunté y ella golpea a Madara.
Yo salté y lo golpeé con la fuerza bruta haciendo que chocara contra el suelo pero rebotara y los demás Bijuus lo golpearan. Saiken lo atrapa en un líquido ácido.
-¡Gaara! -lo llamé.
-¡Ahora, Shukaku!
Shukaku estira sus brazos hacia Madara y la arena se vuelve una pirámide con sellos.
-¡Sabakusou Taisou Fuuin! -menciona Gaara y yo aterricé a un lado de la pirámide.
-¿Hm...? -abrí los ojos de par en par- ¡No!
Di un paso atrás cuando Susanoo apareció rompiendo la pirámide y liberándose.
-Les pondré una correa a todos, no se escapará ninguno -habla Madara.
Yo lo atrapé con pilares de cristal amatista.
-¡No lo permitiremos! -dijimos Naruto y yo.
Naruto lo golpea y luego todos los Bijuus unen sus colas para atacarlo. Vi su brazo salir volando.
-Genial... -comenté al ver aquello.
Madara escapa de las colas de los Bijuus pero yo lo atrapé con mi cristal, por lo menos unos segundos, hasta que lo rompe y luego termina queriendo golpearme. Yo me cubrí con un escudo de cristal.
-Ya te convertiste en una molestia -menciona.
-Y tú ni te imaginas en lo que te convertiste para todos nosotros -lo empujé y golpeé en la espalda mientras estaba en el aire.
Lo atrapé de nuevo con mi cristal y lo golpeé contra el suelo. Aterricé y miré hacia la pantalla de polvo que se había levantado con ese golpe. Apreté los puños con fuerza. Apenas tuve tiempo de cubrirme con mis brazos cuando lo tuve frente a mí, me golpea tan fuerte que choqué contra una pared de roca.
-Maldito... -apreté los dientes mientras me levantaba adolorida.
Un Zetzu blanco aparece junto a Madara.
-Lamento la tardanza, Madara-sama.
-¿Lo trajiste? -pregunta éste.
-Aquí está -Madara le corta el brazo al Zetzu y lo usa como su propio brazo, adhiriéndose a él. Entonces se coloca algo en el ojo que solo alcancé a ver cuando Madara apartó su mano y abrió aquel ojo.
-¡No puede ser... Rinnegan! -comenté sorprendida.
-Con esto nos vamos a divertir mucho -menciona Madara.
Hace una mueca de dolor y mira su sangre, que salía por los hoyos que había dejado Shukaku con aquellas balas de arena, lo lame.
-Que asco... -hice una mueca.
Madara comienza a reír como un loco pero luego se detiene, me mira por el rabillo del ojo y también a los Bijuus, para después hacer la técnica de invocación. Abrí los ojos de para en par al ver al Gedo Mazo, aunque sin un brazo.
-¿Le quitaron el brazo derecho? Parece que tienen a alguien con un buen ojo -comenta Madara-. Bueno, ya les preparé las celdas, ahora solo tengo que meterlos.
Mira a los Bijuus pero yo formé una barrera de cristal frente a ellos y Gaara. Me puse al frente de ésta.
-¡______! ¡¿Qué haces?! ¡Es peligroso! -me gritan Naruto y Gaara.
-Haré... lo que haga falta...
Los Bijuus intentaron romper la barrera pero era inútil. Gaara entiende el porqué es que no podían romperlo y saca de su bolsillo el corazón que le hice en nuestra primera cita.
-Naruto. No podrás destrozar esta barrera... -comenta sabiendo que no podría hacer nada.
Gaara y yo nos miramos pero él resopla y apoya su mano contra la barrera.
-Solo... cuídate -sonreí de lado y asentí.
-Siempre, mi amor -volví la mirada al frente y creé mis dagas de cristal.
-En serio eres una molestia -expresa Madara molesto.
-Y tú un imbécil -me atreví a decir.
Me mira sorprendido por mi atrevimiento, con el ojo abierto de par en par, pero se calma y se posiciona.
-Pues acabaré rápido contigo y me llevaré a los Biju...
Aparecí por detrás de una manera tan rápida que ni se dió cuenta.
-Basta de parloteo... ¿Quién dijo que esto terminará rápido conmigo? ¡No me subestimes!
Lo pateé en la cabeza y luego le di tres golpes de seguidos en el estómago haciendo que escupiera un poco de sangre. Iba a darle otro golpe pero me agarra de la mueca, pasé mi daga por en frente a su rostro, ya que se hizo para atrás sin soltarme y luego golpeé con mi codo el doblez de su brazo haciendo que me suelte. Ahora fui yo quien lo agarra del brazo y lo golpeé tan fuerte que chocó contra la barrera que hice.
-Gaara, procura no hacerla enfadar -comenta Naruto con una mueca graciosa, consiguiendo que ría levemente mientras me plantaba frente a Madara.
-Debo reconocer... -él se levanta limpiando la comisura de sus labios-. Que no eres una mujer débil..
-¿Ya te diste cuenta? -cuestioné sonriendo y apretando los puños.
-Te ganaste ese reconocimiento. La Hokage te entrenó bien -suspira-. Entonces, pelearé en serio.
Sentí algo agarrar mi cuerpo sorpresivamente, abrí los ojos de par en par y volteé la cabeza, solo para que el Gedo Mazo me rugiera en el rostro. Alguien en serio necesita una menta e hilo dental...
-Veamos cuánto les importas -el Gedo Mazo aprieta mucho más su agarre.
Consigue hacer que el dolor sea tal que solté un grito de dolor, y luego algo de sangre bajó como un hilo por mi boca hasta mi mentón y cayendo en gotas.
-¡______!
-E..Esto... -hablé con dificultad.
-¿Hm?
Respiré agitada pero tuve las fuerzas para levantar la cabeza y mirar sonriente a Madara.
-Esto no es nada.
La armadura de cristal en mi cuerpo se hace mucho más sólida y gruesa para luego expandirse y liberarme. Luego volvió a mi cuerpo pero esta vez le hice una modificación en la espalda.
-No te confundas. Yo no soy una damisela a la que necesiten rescatar todo el tiempo -hablé desde arriba.
-Lo noté -responde él cruzando sus brazos.
Volé hacia él con velocidad y preparando una espada de cristal. Sí, porque aquella modificación fueron un par de alas de cristal. En realidad no sabía que podía hacer esto, aposté a mi suerte y salí ganando.
ESTÁS LEYENDO
MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||
Fiksi PenggemarDesde pequeños ella amaba jugar con el niño pelirrojo al que todos temían en Sunagakure. Pero ella no, ya que lo consideraba su amigo o tal vez, en unos años, algo más... Pero todo se complica cuando su madre dice que deberán dejar Suna para ir a la...