Capítulo 61

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Años después.

-Te extrañaré Viejo Hikaru... -lo abracé con todo el cariño que le he agarrado durante tantos años juntos.

-Yo también ______, pero claro que te visitaré.

-Eso espero...

-¿Irás con el de Suna?

Asentí sonrojándome un poco y pensando en cómo debería de verse Gaara ahora...

-Lo extraño... -miré al halcón de arena sobre mi hombro que permaneció conmigo desde aquella boda.

Fue gracias al halcón y a mi dragón que pudimos comunicarnos mejor.

-Se nota que él también -menciona viendo al halcón.

-Ya quiero saber mejor qué cosas cambiaron, la última vez que fui fue para la ceremonia de cuando Naruto se convirtió en Hokage... los niños estaban preciosos.

Él sonríe.

-Me mantendrás informado -asentí.

-Y también me cuidaré de esos que quieren mi poder y bla, bla, bla, me lo repites siempre que salgo, ya lo entendí.

-Ay niña...

-¡Tengo treinta y dos años!

-Igual actúas como una niña.

Me crucé de brazos pero me reí al igual que él. Aunque aquel apodo me hizo recordar a Kakashi.

-Oye viejo Hikaru... ¿Por qué no mejor... te vienes conmigo? Estar aquí tan solo no es muy agradable.

-Hm... ¿En serio?

-¡Claro! Así podrás seguir enseñándome cosas y a mis hijos, cuando los tenga, claro.

Se lo piensa un momento.

-Bien, tú ganas.

Levanta una mano y todo lo necesario lo envuelve en cuarzo y lo encoge para luego ponerlo en una mochila.

-Grandioso.

Ambos salimos. Hice a Hidra, que ahora era de Cuarzo y él hizo a su dragón, Torun.

-Vamos.

***

***

-Deja de comerte las uñas -Hikaru me golpea la mano que tenía en mi boca.

-¡No puedo! Estoy nerviosa.

Me pega las manos de nuevo y hace que deje de morderme las uñas.

-Si no te detienes, encerraré tus manos en cuarzo.

Levanté ambos brazos a modo de rendición.

-Ta bien, ya me detengo.

Él suspira profundo pero justo en ese momento llegamos al frente de la entrada de Suna. Miré al halcón y este salió volando hacia adentro de la aldea.

-¿No harás una entrada dramáticamente exagerada? -pregunta Hikaru enarcando una ceja con diversión. Me reí.

-Lo pensé, pero no se me ocurrió nada.

-¡No me lo puedo creer! -dice.

Entramos a Suna luego de saludar a los de la entrada y ellos felices nos dejaron pasar y me dijeron que Gaara había salido. Eso sí fue una apuñalada.

-Ni modo, a esperar se ha dicho -mencioné.

-¡¿__.._____-sama?!

-Matsuri -la saludé alegre y la abracé.

-¡Tanto tiempo! Te extrañabamos.

-Yo también, a ustedes...

-¿Volverás a irte o te quedarás? -pregunta haciendo ojitos de cachorro que me hicieron reír.

-Esta vez... me quedaré, por eso lo traje a él, es Hikaru, mi maestro -lo presenté apuntándolo. Ellos se saludan.

-¡Matsuri-sensei! -tres niños se acercan a ella corriendo.

-¿Sensei? -la miré sorprendida.

-Así es, ellos son Akemi, Jiro y Akkiko -los presenta apuntandolos-. Chicos, ella es Egami ______.

-¡Oh por Dios! ¡Todos los adultos hablan de usted! ¡No puedo creer que sea usted! -habla Akkiko emocionado.

-¿Ah sí? ¿Y qué dicen?

-Que participó en la Cuarta Gran Guerra Shinobi y que es esposa del Kazekage.

Me reí un poco entre dientes pero a la vez me sentó un poco roja.

-Soy su novia, no nos hemos casado.

-¿Novia? Pero si... el Kazekage hasta tiene un hijo.

-¡Jiro! __..______-s..sama los ni..niños no saben todo. Espere le explico...

Sentí la mano de Hikaru sobre mi hombro y luego sentí el pinchazo en mi brazo.

-Cálmate, _______.

Me di cuenta que me apretaba el brazo a más no poder dejando las marcas de mis dedos, mientras que balas de cuarzo aparecieron a mi alrededor. Suspiré y las balas se hicieron escarcha.

-¿Hijo? -pregunté.

-Sí, bueno... hijo adoptivo -aclara Matsuri.

¡El corazón se me había detenido! ¡Dios, los niños son insensibles! Suspiré aliviada.

-Me había asustado.

-El Kazekage es incapaz de engañarla ______-sama. Ya ha rechazado a todas las mujeres que se le pusieron, solo por usted.

¡Aw, mi amor, mi vida, mi todo! Gaara... ya quiero verte.

-¿Dónde está? Me dijeron que salió pero no saben a donde.

-Fue a entrenar a Shinki, su hijo adoptivo -dice Matsuri.

-¿Fuera de Suna? -me pareció raro.

-Por precaución.

-¿Huh? -seguía confundida.

-Tiene un poder parecido al de Gaara pero él manipula la arena de hierro -explica ella.

-Ya veo... Entiendo -sonreí.

-Irán a los exámenes Chunnin y es por eso que Gaara lo ayuda a entrenar.

-¿Exámenes Chunnin? -asiente-. Oye, eso es genial.

-¿Matsuri, quienes son ellos? -escuché una voz detrás de mí.

-Que mal que no me reconozcas, murciélago pervertido -dije dándome la vuelta y dejándolo boquiabierto.

-¡¿______?!

-¿Murcielago pervertido? -preguntan los estudiantes de Matsuri.

Nosotras nos reímos mientras que Kankuro me reprocha el que ya no lo llame así.

-No puedo -me crucé de brazos-. Si hasta ahora sigues siendo pervertido.

Él aparta su vista de mis pechos apenado y sonrojado pero entonces dos cristales de cuarzo lo golpean en la cabeza y vi a Hikaru.

-Eso es grosero -dice el viejo. Me reí.

-Iré a esperar a Gaara en su casa, no le digan que vine. Matsuri, ¿puedes acompañar a Hikaru y mostrarle dónde puede quedarse, por favor?

-Claro, sígame -responde ella le señala el camino a Hikaru quien asiente.

-Nos vemos Kankuro, hablaremos luego -me despedí.

Fui a la casa de Gaara. Apenas había cambiado. Entré por la ventana y fui hacia la cocina. Como no pensaba en otra cosa que no fuera comida, me hice algo y de paso hice la comida favorita de Gaara. No sabía que gustos tenía Shinki así que cociné lo mismo que hice para Gaara. Lo puse todo en la mesa y escuché cuando llegaban.

¡¿A estas horas suelen llegar?! Ya hasta se ve la Luna.

MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora