Capítulo 56

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Sentí mi cuerpo caer pero antes de el golpe algo me atrapa y me deja sobre el suelo con delicadeza. Algo se desgarra a mi alrededor y la luz del sol golpea mi rostro haciéndome arrugar mis facciones y abrir los ojos.

-¿Qué...? -mi vista estaba borrosa pero al ajustarse vi la sonrisa de Gaara frente a mí- ¿Mapache?

Me ayuda a sentarme mientras me sujeta de la espalda con una mano.

-¿Qué ha sucedido? -pregunté.

-Todo terminó.

-¿Terminó...?

Abrí los ojos de par en par y miré a mi alrededor. Habían muchas personas saliendo de una especie de capullos, recordé el sueño y miré nuestras manos. No había ningún anillo...

-¿Estás bien? -pregunta Gaara mirándome preocupado.

Lo volteé a ver un momento en lo que analizaba todo pero entonces sonreí y me lancé sobre él, consiguiendo que cayera de espaldas al suelo conmigo encima. No me importó, lo besé para comprobar.

Sí... estaba de vuelta... lo sentía real... Era él. Se sentía bien y hacia mi corazón latir con fuerza.

-Estoy perfecta ahora.

Gaara me sonríe sonrojado pero apoya su mano en mi mejilla y ambos volvimos a unir nuestros labios. Se sentía perfecto, no quería separarme en realidad y él tampoco quería hacerlo.

-¡Oigan tórtolos! -nos separamos riendo.

-¡Temari! -sonreí hacia ella que se acercaba con los demás.

Gaara y yo nos levantamos juntos y nos mantuvimos con las manos entrelazadas.

-¿Naruto...? -cuestioné.

-¡Detrás de ti! -me di la vuelta rápidamente y corrí a abrazarlo.

-¡Rubio! ¡Lo hiciste! -asintió.

-Lo hice 'ttebayo -responde sonriendo-. Pero... tuve ayuda.

Miramos más atrás y vemos a Sasuke con su equipo y a Sakura con Kakashi y otros shinobis más al costado. Esperen.

-¡Naruto tu brazo...! ¡Sasuke también! -los miré sorprendida, preocupada y asustada a la vez, todo en un mismo momento.

Él se rasca la nuca nervioso y me explica lo que sucedió mientras nosotros habíamos caído en el Tsukuyomi infinito.

-_______.

-¡Tsunade! -corrí hacia ella sonriendo más ampliamente de nuevo y la abracé.

-¿Cómo te encuentras? -pregunta apoyando sus manos en mis hombros cuando nos separamos.

-Muy bien... Ahora que todo terminó... -respondí- ¿Y usted?

-También estoy bien, aunque... Me contaron por allí que te hiciste de la valiente y te enfrentaste a Madara sola.

Me rasqué la nuca nerviosa y riendo de igual forma.

-Sí... bueno... sola, sola no estaba...

Abrí los ojos de par en par al recordar aquello. Miré a todos lados para ubicarme y entonces hice que rápidamente viniera hasta mí... el ataúd de Jin.

-¿Hm? ¿Quién es? -preguntó Tsunade.

-Ella es... Mi madre -acaricié la tapa del ataúd levemente-. Ella me ayudó...

Tsunade apoya su mano en mi hombro como muestra de su apoyo y consuelo. Naruto, Sakura, Kakashi, Gaara, Temari, Kankuro y los chicos de Konoha se me acercan y me sonríen. Yo les sonreí a ellos y elevé el ataúd.

El cristal se agrieta y luego se vuelve escarcha junto al cuerpo de mi madre. Ahora era una con la naturaleza.

-Estarémos bien ahora... -murmuré.

Naruto y Sasuke asienten cuando se miran. Suspiré profundo, Gaara me abraza por la cintura y yo me aferré a él apoyando mi cabeza sobre su hombro.

-Que alegría...

***

***

Tanto tiempo después de la guerra y por fin había conseguido uno de mis mayores objetivos desde entonces.

-Descubrí la ubicación de Hikaru -le avisé a Gaara mientras me acostaba a su lado en la cama.

-¿Aún quieres ir? Pasaron dos años... -menciona, y yo suspiré.

-Y en estos dos años estuve buscándolo, así que sí. Quiero aprender lo que mi madre podía hacer... quiero estar preparada... -respondí. Él asintió.

-¿Al menos puedo ir contigo?

-Eres el Kazekage de la arena... no puedes dejar la aldea por mucho tiempo.

Suspira y cierra los ojos sabiendo que yo tenía razón.

-Lo sé.

Vi su mueca de tristeza, sabía que no quería que me fuera y yo tampoco quería dejarlo. Me subí sobre él para besar sus labios tiernamente mientras sus manos se apoyaron en mi cintura.

-Tranquilo, mapache, estaré bien. ¿Sí?

Asiente pero no estaba convencido de querer dejarme. Suspiré y volví a besarlo.

-Yo tampoco quiero dejarte Gaara, pero quiero aprender todo lo posible sobre mi poder de cristal. Quizás y también me entere de quien era mi padre... y mi clan.

-Lo sé... y te apoyo por completo, no lo dudes ni por un segundo -me sonríe.

Fue su turno de acercarse a mí para unir nuestros labios de nuevo. Sonreí sobre los suyos pero me di cuenta cuando aquel tierno beso ahora se volvía más intenso y profundo, ninguno de los dos quiso separarse. Es más, Gaara me hace acostarme para colocarse sobre mí.

Sentí su mano pasar por mi cintura haciéndome estremecer. Estábamos seguros de lo que hacíamos y queríamos seguir... algo así como una despedida.

MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora