Capítulo 45

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En un momento que Madara se descuida, Temari usa su abanico contra él. Pero este hace un jutsu de fuego muy amplio. Los ninjas con elemento agua hacen un muro que consigue detener el fuego de Madara por poco.

Pero aquella pantalla de fuego y agua crea mucho vapor y Madara lo aprovecha para esconder sus nuevas, y muchas, bolas de fuego. A los que pude los cubrí de las bolas de fuego con mi cristal, pero este se derrite y se quiebra casi al instante. Abrí los ojos de par en par y apreté los dientes, las palabras de Jin vienen que mi mente.

《 -Tu cristal es el más común, mientras que el mío está más desarrollado -》

Madara siguió atacando a los ninjas hasta que la arena comenzó a bloquear sus ataques gracias a Gaara. Yo di un paso atrás y Gaara se levantó.

-¡Lo detendremos aquí! -habla decidido el mapache y hace que la arena lo persiga.

Naruto aparece con una bola rasengan y el tercer Tsuchikage hace que Madara se eleve y pueda impactar con el rasengan pero éste hace un Susanoo y los clones de Naturo salen volando. Yo usé mi cristal para atraparlos pero se rompía casi en cuestión de segundos. Lo seguía intentando, funcionaba para mantenerlo distraído.

-Rubio... no quiero presionarte pero ¡¿Cuánto falta?! -pregunté al Naruto que estaba sentado en el suelo.

-Un poco más... -habla este.

El Susanoo crea dos espadas y comienza a atacar a los ninjas. Ya no le importaba mi cristal, lo destrozaba hasta antes de tocarlo siquiera.

-No puedo creerlo... -murmuré.

-_______, no te preocupes... encontraremos la forma de detenerlo.

Gaara me mira por encima de su hombro pero yo hice una mueca de frustración. No se trataba de eso... Me mantuve atrás mientras los demás peleaban; hasta ahora me había sentido fuerte y especial por mi cristal, pero... eso se acabó. Caí lentamente de rodillas porque la frustración e impotencia no me permitían mantenerme en pie, apreté los dientes con fuerza.

-¿Ya te rindes? -abrí los ojos de par en par y miré atrás.

-Tú... ¿Por qué estás aquí?

Escuche varios murmullos de las personas a nuestro alrededor. Al parecer Jin realmente era una persona conocida, pero de la que preferían no hablar.

-Te molesta que tu cristal sea tan débil, ¿no? -se cruza de brazos.

Yo volví a agachar la cabeza y apretar mis puños sobre mi regazo. Pero ella apoya su mano en mi cabeza.

-Lo sé, cariño... es frustrante. Créeme que te entiendo.

-¿Cómo... hago para que sea más fuerte? ¿Cómo puedo tener el tuyo...?

-No puedes hacerlo ahora. Desarrollar mi cristal toma tiempo y mucho entrenamiento, casi nadie puede conseguirlo.

La frustración aumenta, miré a Madara aún golpeando a todos sin detenerse. Gaara los ayudaba, al menos él podía hacer algo... yo era inútil.

-Pero puedes ir subiendo de nivel, poco a poco... Es verdad que será imposible que sepas usar mi cristal, pero hay otro menos fuerte para mí, pero será lo suficientemente fuerte para ti.

-¿Qué?

-Concéntrate... ¿Quieres ayudarlos? -mira a los demás y yo asentí-. Entonces hazme caso.

-Está bien, ¿qué debo hacer?

-Lo primero... usa tu chakra, concéntralo en tu interior, visualiza como es. ¿Lo tienes? -asentí con los ojos cerrados.

MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora