MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||

Capítulo 49

-Gaara... -sonreí poco cuando me atrapó.

Suspiré aliviada ya que conseguí curarme antes de que el Byakugo no Jutsu se terminase, pero mi chakra estaba al límite. Puse mi mano sobre la frente de Gaara y le di un poco de mi poder para protegerlo.

-No puedes seguir más, ya hiciste demasiado... descansa... -él apoya su mejilla contra mi frente con cariño.

Sentí que su arena comenzaba a cubrir mi cuerpo y luego como me dejaba levitando a su lado. Suspiré profundo. Apoyé mi mano sobre la arena e hice lo único y último que podía hacer en este momento.

Finalmente, luego de eso, caí inconsciente dentro de la cápsula de arena.

***

***

-¿Y ésta quien es?

Mis sentidos vuelven a mí cuando sentí que me sacaban de un montón de arena que caía sin resistencia.

-Egami ______, Jounin de Konoha y a juzgar por la marca en su frente, puedo suponer que es discípula de Tsunade.

Uy, alguien necesita un remedio para la garganta.

-Pero, tiene ropa de Suna.

¿Cuántos son? Es la tercera voz que escucho, la de una mujer.

-Eso no es lo importante, ahora tenemos que ver a los Kages, Katsuyu, ¿dónde están?

Kage... Kazekage... Mapache Kazekage... ¡Gaara!

Abrí los ojos de golpe agarrando por la ropa repentinamente a un chico peliblanco y azul. Asustándolo a él y a una chica pelirroja con lentes.

-Gaara... ¿D..Dónde... Dónde están los Kages? -cuestioné con un tono desesperado por saber.

-Oye, oye. Relájate... -habla el chico.

Sentí que algo se quedaba trancado en mi garganta así que me hice a un lado y cubriendo mis labios empecé a toser; aquel líquido carmesí cubre mi mano y cae por entre mis dedos. Cerré los ojos con fuerza, no podía dejar de toser.

-______... -miré de reojo sobre mi hombro notando a un clon pequeño de Katsuyu.

-K..Kats..tsuyu... -tosí de nuevo, ella empieza a curarme- ¿Qué pasó? ¿Gaara y los demás...? -miré a Orochimaru y sus aliados con confusión- ¿Qué está ocurriendo?

Katsuyu me explica lo que hizo Tsunade y donde estaban los demás Kages mientras me curaba.

-Tsunade-sama... -me acerqué a ella una vez que recuperé parte de mis fuerzas.

Puse una mano en su frente y la otra en la parte donde se dividía su cuerpo.

-__..______...

-Tsunade-sama... ya no hable. La ayudaré con su recuperación y la de los Kages -comenté-. Katsuyu, usa mi chakra para aumentar la recuperación de los Kages.

-P..Pero _______, recién te has recuperado...

-No importa, ellos son más importantes en esta pelea... pero aún así, se que no me pasará nada. Confía en mí.

Ella duda pero termina accediendo. Miré a Orochimaru.

-¿De verdad no harás nada en nuestra contra?

-No lo haré, pero entiendo tu desconfianza.

-Mataste a Sarutobi y te llevaste a Sasuke... Es normal que no confíe en ti.

-Lo sé, pero eso no es algo que me importe ahora, solo importa ayudar a los Kages -responde.

Lo miré por solo un segundo antes de resoplar y volver a concentrarme en los demás.

-Lo sé...

***

***

-Gaara... ¿Estás bien? -pregunté ayudándolo a sentarse.

-Sí... ¿Y tú?

Asentí sonriendo aliviada y lo abracé.

-Tenía miedo de no poder hacer nada por ti... -admití abrazándolo.

-Pero estoy vivo gracias a ti... tu poder se activó cuando Madara nos atacó...

-Pero solo es cristal... -mencioné restándole importancia.

-Un cristal especial.

Me separé un poco de él y vimos como el resto de los Kages se levantaba, incluida Tsunade.

-Tenemos que ir con Naruto -hablé.

-Mis fuerzas regresaron, puedo llevarlos -comenta Gaara y nos levanta a todos con su arena.

Él me agarra por la cintura para no caerme y fuimos hacia el campo de batalla.

-¿Ese es...? -abrí los ojos de par en par.

-¡Katsuyu! -la llama Tsunade.

-¡Sí! Se los explicaré.

Escuchamos la voz de alguien en nuestra mente y parece que por la reacción de los demás, era el primer Hokage. Él comienza a hablar y dar más confianza a la Alianza Shinobi mientras nosotros llegábamos.

Cuando estuvimos en el campo de batalla nos dispersamos, como dijo Tsunade, para dar confianza a la Alianza.

-¿Huh? -me detuve un momento- ¡Abuelo Sarutobi!

No pude evitar ir a abrazarlo. Extrañaba sus visitas y como me consentía...

-Oh, ______-chan... sí que has crecido -sonríe.

-No creí volver a verte... -mencioné-. Te extrañé abuelo.

Ambos sonreímos en medio del abrazo hasta que tuvimos suficiente y fue momento de separarnos. Miré a Gaara, que estaba a algunos metros de nosotros.

-Tengo que ir... adiós -le dije a Sarutobi.

-Adiós, pero cuídate.

-¡Sí!

Gaara y yo nos fuimos juntos y yo lo tomé de la mano sonriendo.

-Esta vez, lo haremos juntos - hablé, él levanta nuestras manos.

-Sí... -responde sonriendo.

Vi que todos los shinobis de la Alianza tenían una capa de chakra naranja burbujeante que parecía un zorro.

-Rubio... -murmuré sonriendo y vi hacia el frente donde estaba él.

Estoy segura de que Naruto conseguirá la paz que muchos anhelan, porque con todo lo que ha logrado hasta ahora es difícil no creerselo. Gaara levanta nuestras manos que estaban entrelazadas.

-¡Siganos todos! -habla Gaara y todos los Shinobis de Suna gritaron de emoción estando de acuerdo.

-¡Vamos! -gritan todos los shinobis.

-¡Adelante! -dijimos Gaara y yo y toda la Alianza Shinobi comenzó a correr junto a nosotros hacia el árbol.

Teníamos que cortarlo sea como sea. Cortamos las raíces que se acercaban a nosotros hasta que ésta cambió y ahora parecían dragones.

-¿¡Ahora a todos les gustan los dragones?! -cuestioné y creé a muchas Hidras nuevamente.

-¡No vacilen! -dice un ninja.

Miré hacia Tsunade que estaba con Sakura y ambas invocaron a Katsuyu quien comenzó a derretirse creando una zona de recuperación inmediata. Yo me mordí el dedo e hice mi invocación.

-______-sama...

-¡Handi, ayúdanos a cortar el árbol! -pedí.

-Como usted diga.

Él va hacia el árbol y esquiva las raíces, yo lo ayudé con mi cristal y con Hidra pero desde el suelo.

N/A: Ustedes imagínense la invocación que quieran, yo me lo imaginé como un dragón así que si se me sale algo específico, ignorenlo.

Una de las raíces fue hacia mí por el costado pero la arena de Gaara lo atrapa y lo arranca de inmediato.

-Gracias -sonreí y al instante volvimos a prestar atención al árbol.