Capítulo 11

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-¿Los exámenes Chunnin? -cuestioné mirando a Kakashi luego de la reunión que tuvimos con el Hokage-. Naruto participará... eh.

-Sí, no los hubiera recomendado si no crea que están listos -aclara Kakashi.

-Sí, lo sé, yo también creo que pueden hacerlo -sonreí.

Desvié la mirada hacia un lado para luego encontrar a Naruto con Konohamaru, Moegi, Udon y Sakura.

-Nos vemos Kakashi, voy con ellos.

Los apunté sonriendo llamando la atención de Kakashi quien asiente.

-Muy bien, pues nos vemos luego, niña.

Me despedí y salté por la ventana, caminé hacia ellos pero dos personas me hicieron detenerme de golpe.

-Temari y Kankuro... no puede ser... -parpadeé varias veces al darme cuenta-. Entonces, él...

Miré para todos lados buscándolo pero no lo sentía en ninguna parte. Kankuro agarra a Konohamaru del cuello de su ropa y lo levanta. Llegué hasta donde ellos golpeando con mi dedo tras la cabeza de Kankuro.

-Tan molesto como solías ser, Kankuro.

-¡Ay, ay... oye... ! -se gira y se sorprende al verme -______...

-No puede ser... ¿______? -miré a Temari sonriendo.

-Hola Temari. Kankuro, ya suelta a Konohamaru.

El hace caso. Asentí agradecida y pasé por su lado para acercarme a Konohamaru, lo ayudé a levantarse y lo dejé junto a Naruto. Miré a ambos chicos una vez más pero Sasuke aparece, le dejé lo demás y comencé a alejarme.

-Kankuro... retrocede -abrí los ojos de par en par deteniéndome de golpe-. Estás avergonzado a nuestra Aldea.

Giré apenas unos centímetros mi cabeza para verlo de reojo, notando que también me estaba mirando. Sostuve su mirada por poco tiempo cuando apreté la mano del brazo con la cicatriz y aparté la mirada. En ese momento lo escuché de nuevo, a él y a Sasuke, presentándose. Hasta que Naruto intentó hacer lo mismo.

-No me interesa.

Fruncí los labios sintiendo mal por Naruto, me giré para caminar hacia ellos. No lo miré a él y me paré junto a Naruto.

-Tengo que hablar contigo... ¿Me acompañas? -tomé su mano.

-¿Hm? ¿Sobre qué? -Naruto se veía confundido.

-Sobre... algo que ya sabrás.

-Estás muy rara, ______-chan ¿qué te pasa?

Me sentí incómoda porque lo sentía mirándome, apreté la mano de Naruto intentando no hacer una mueca. Miré de reojo hacia Gaara, miraba mi rostro y bajó a ver nuestras manos. Lo ignoré otra vez.

-Solo ven.

Lo jalé y lo arrastré conmigo rápidamente mientras él se sorprendía y me hablaba confundido. Nos alejamos y por fin pude soltar todo el aire acumulado.

-¿______-chan?

-Es él... Naruto -sujete el brazo con la cicatriz haciendo entender a Naruto por fin.

-¿Él? ¿De verdad? -asentí mirando el suelo- ¡Agh! ¡¿Por qué no lo supe antes?! ¡Le hubiera dicho unas cuantas cosas, ttebayo!

-No, Naruto. Hagas lo que hagas, no te metas con él. Por favor... -sonaba suplicante.

El rubio me mira serio y tratando de entenderme mejor, entonces suspira y se cruza de brazos pensando. Yo resoplé.

-Me iré a casa... No te metas en problemas, ¿okey?

-Oye, yo nunca... -enarqué una ceja-. Está bien, está bien, entendí.

Reí muy levemente y lo abracé antes de alejarme e ir saltando a casa. Pero fue cuando entré a esta que casi pierdo el equilibrio, tuve que aferrarme a la pared para no caer. Mi mano fue instintivamente a la flor de arena en mi collar.

-¿______? -levanté rápido la cabeza y noté a Kakashi frente a mí.

-É..Él... él está aquí... Kakashi, Gaara está aquí...

Fue en esa última parte, cuando mi voz salió quebrada, que me di cuenta que había empezado a llorar. Supongo que no había superado nada de esto, me seguía afectando tanto como el primer día.

-No quería decirte nada, lo siento... tenía la esperanza de que no te encontraras con él -me abraza y yo me aferré a Kakashi-. Tranquila, niña... estarás bien, ¿sí? Él no va a hacerte nada.

-Lo sé... pero lo sé porque ya lo habría hecho si no... pero... no lo digo por eso...

-¿Ah no?

-No... -suspiré y agarré mi collar-. Gaara fue mi mejor amigo... y... ahora me di cuenta de que... me gusta.

Kakashi me observa mientras yo me apenaba por lo que acababa de admitir. En todos estos años no había dejado de pensar en él ni una sola vez, dándome cuenta de que no podía sacarlo de mi mente y que a cada año, un sentimiento nuevo aparecía.

-Lo entiendo... -habla al fin.

Miré la botellita entre mi mano y vi como la flor comenzaba a moverse pero no se desarmaba. Lo dejé colgando en mi cuello y abracé a Kakashi con más fuerza, tratando de esconderme en él.

-Si quieres, le diré al Hokage que no podrás atender los exámenes -negué.

-Tengo que enfrentarlo y superarlo... -suspiré.

-Eres muy madura, niña... pero recuerda que nos tienes a todos los de la aldea para apoyarte -asentí sonriendo agradecida.

-Sí, gracias.

Nos quedamos en silencio un segundo más cuando por fin nos separamos suspirando.

-Bueno, intenta descansar un poco para recomponerte y estar lista para apoyar a tus amigos.

-Okey... nos vemos Kakashi.

-Nos vemos.

Él se va, está vez por la puerta y no por la ventana, y yo me fui al baño para lavarme el rostro. Me miré en el espejo y vi la cicatriz en mi brazo, iba desde mi hombro hasta mi codo... sí, fue bastante feo. Los recuerdos de Gaara vuelven a mi mente. Tuve que apoyarme por el lavabo.

-Gaara... ¿sigues creyendo que nadie te quiere? -pregunté en voz alta como si fuera a escucharme y responderme.

Suspiré profundo antes de salir del baño e ir a mi habitación, me acosté en la cama para intentar dormir antes que comiencen los exámenes y poder apoyar a Naruto y los demás.

MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora