-Iré a ayudar con los preparativos -avisé a Gaara mientras salía de la oficina-. Hola Temari, Kankuro -saludé pasando por su lado.
-Hola ______ ¿A dónde vas? -pregunta Kankuro.
-A ayudar en la aldea, con todo eso de la Guerra y demás...
-Te acompañamos, también iremos a ayudar -mencion Tem.
-Esta bien.
Los tres fuimos a fuera y lo primero que hicimos fue ir a ayudar con las armas y luego nos dividimos. Kankuro iría a ver las provisiones de comida, Temari terminar con las armas y yo iría con el cuerpo médico.
-Hola -saludé al entrar.
-Hola ______-sama.
Empaqueté algunas medicinas, vendas y demás. Ayudé también llevando las cajas con las medicinas a un depósito.
-¡______-San! -miré hacia atrás y vi a Matsuri corriendo hacia mí con su amiga.
-Eh, hola chicas -hablé sonriendo, caminé con la caja que traía en brazos hacia el depósito y dejándola allí.
-¿Podemos ayudar? -pregunta su amiga.
-Por favor -insiste Matsuri, ambas ponen ojitos de cachorro.
-Am... bueno, hay más cajas allí dentro, traiganlas y guardenlas aquí -apunté al depósito.
-¡Sí! -responden ellas.
Salen corriendo a traer las cajas, las vi volver con ellas y luego se van y vuelven otra vez. Me reí un poco por su entusiasmo de ayudar y fui a dentro a seguir viendo las cosas.
***
***
-Muero... -habla Matsuri tirándose al suelo junto a su amiga.
Me reí de ellas pero me limpié el sudor de la frente suspirando y cerrando otra caja.
-¡Gaara-sama! -escuché a las chicas.
Lo escuché saludarlas y entonces sentí sus manos en mi cintura.
-Hola.
-Hola -sonreí y lo alejé-. Estoy sudada...
-Lo sé -aún así me abraza.
Me reí sonrojada, solo un poco y le di un casto beso en la mejilla.
-Hola chicos -Kankuro y Temari entran al lugar.
-Hola. ¿Terminaron ya? -cuestioné.
-Sí, ya llenamos los depósitos -responde Temari.
Todos miramos a Kankuro quien no dejaba de mirarme... los pechos. Me cubrí.
-¡Kankuro! -Temari lo golpea con su abanico, Matsuri y su amiga le comienzan a gritar.
-¡Murciélago pervertido! -grité.
La arena de Gaara se coloca frente a mí, cubriéndome.
-Kankuro, corre -le dicen las chicas y cuando miré a Gaara este estaba con un rostro de pocos amigos.
-Su paciencia acaba aquí, te aseguro asistir a tu funeral, murciélago -comenté.
Kankuro mira asustado y nervioso a su hermano, tartamudear excusas pero comienza a correr y la Arena de Gaara lo persigue por toda Suna. Nosotras nos comenzamos a reír mientras.
-Eso le pasa por pervertido -habla Temari.
-Sí, iré a ducharme, nos vemos luego chicos.
Me despedí de todos pero de Gaara con un pequeño beso en los labios y me fui. Entré en casa y fui arriba a preparar mi ropa y luego entré a ducharme. Al fin, se sentía bien quitarme todo el sudor de encima y el polvo. La ducha después de trabajar siempre es lo mejor no quería salir, pero luego de una hora o un poco más decidí hacerlo.
-¿Hm? -miré por todo el baño y me di cuenta que dejé mi ropa sobre la cama-. Mierda...
Gaara no estaba por aquí, ni los chicos así que tenía suerte. Salí del baño envuelta en mi toalla y fui directo a la cama, agarré mi ropa y me di la vuelta. En ese momento la puerta se abre haciendo que suelte mi ropa por la sorpresa y me sujeté la toalla con fuerza.
Gaara y yo nos quedamos mirándonos, ambos nos sonrojamos y nos paralizados hasta que él desvía la mirada y luego me di cuenta que su arena me había levantado la ropa. La agarré y volví corriendo al baño a cambiarme.
Me miré al espejo, seguía sonrojada. ¡Qué vergüenza!
Suspiré armándome de valor y salí del baño con lentitud y noté que Gaara no estaba en la habitación. Salí y fui al techo donde ahí lo encontré y me senté a su lado.
-Lo siento, debí tocar la puerta -menciona y yo negué.
-Es tu habitación, yo fui la descuidada y olvidé mi ropa... -lo miré por dos segundo pero vi que él también seguía sonrojado.
Puse mi mano a un lado y luego sentí la suya agarrarla poco a poco hasta entrelazar nuestros dedos. Sonreí mientras ambos mirábamos la aldea.
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MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||
FanficDesde pequeños ella amaba jugar con el niño pelirrojo al que todos temían en Sunagakure. Pero ella no, ya que lo consideraba su amigo o tal vez, en unos años, algo más... Pero todo se complica cuando su madre dice que deberán dejar Suna para ir a la...