Capítulo 25

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-¿______? -ni siquiera podía sobresaltar por el hecho de que Gaara apareció atrás de mí- ¿Qué estás haciendo aquí?

Yo no podía hablar, me di la vuelta para verlo y él se sorprendió al ver mi rostro lloroso y me abrazó al instante.

-¿Qué pasa? -pregunta preocupado- ¿Qué sucedió...?

-Y..Yo... -un sollozo escapó de mis labios sin dejarme hablar.

Le entregué ambos papeles para que se diera cuenta él solo porque yo no era capaz de explicar. Él los vió atentamente para luego mirarme.

-Entonces... tu mamá...

-Es en realidad la hermana de la que creía mi mamá... -conseguí decir.

Él me vuelve a abrazar para darme apoyo y consuelo. Escondí mi rostro en su cuello mientras comenzaba a sollozar, me aferré con las manos en su pecho, apretando su ropa mientras temblaba y lloraba.

-Ambas murieron... y no tengo a nadie que me explique qué pasó y porqué... -hablé aún llorando.

Él me hizo recostarme contra su cuerpo, sentándome sobre su regazo y colocando mi cabeza en su pecho, apoyando su barbilla sobre mi cabeza. Me aferré a su camisa e intenté digerir toda esta información...

Entonces, sí me persiguen por mi poder de cristal... que lo tengo gracias a mi verdadera madre... Suspiré y me llevé las manos a los ojos para secar mis lágrimas.

-Vamonos de aquí... Por favor... -pedí con un hilo de voz.

-Está bien... -respondió suspirando.

Cuando iba a levantarme, él se apresura a detenerme, me agarra y me carga en brazos sorprendiéndome.

-Sin quejas, déjame hacer esto por ti al menos -me sonríe tiernamente.

Lo miré a los ojos un segundo antes de asentí apenada y volví a apoyar mi cabeza en su pecho. Escuchaba su corazón palpitar y yo comencé a trazar dibujos en su pecho, cosa que hizo que sus latidos se aceleraran. Llegamos a su casa de nuevo y fuimos a su habitación, él me dejó sobre su cama y yo lo obligue a acostarse junto a mí.

-Por favor Gaara... t..te necesito... mucho más que nunca... -murmuré apartando la mirada un segundo.

Él se sonroja pero termina aceptando con un suspiro y se mete bajo las mantas a mi lado. Me acerqué a él, quien me abrazó con pena a tocarme de más. Suspiré y me apegué a él, agarré su mano y la apoyé sobre mi cintura para luego abrazarlo más.

-No te preocupes... Está bien, puedes acercarte. Te... lo agradecería en verdad.

Gaara me mira pero no dice nada, solo deja de estar tan tenso y me abraza mucho mejor que antes. Sentí su mano comenzando s acariciar mi cabello y consiguiendo que me relajará. No decíamos nada de lo que acabábamos de enterarnos y para mí era lo mejor...

-Gracias por estar conmigo, Gaara... -mencioné en un susurro.

-En realidad, eso tengo que decirlo yo... tú eres la que siempre estuvo conmigo... a pesar de todo.

-Prométeme que no me dejarás... por favor...

-Lo prometo.

Sonreí aliviada aunque sentía como una lágrima salía de mi ojo, no le presté atención y solo suspiré una vez más antes de quedarme dormida junto a él.

***

***

-¡Kankuro, no te atrevas a despertarlos! -susurra Temari, o eso intenta.

Kankuro se queja como niño pequeño y cuando abrí los ojos, pude ver el rostro relajado y dormido de Gaara.

¿Cómo es que pudo estar toda su vida sin dormir? Aunque, por suerte para él, ahora puede hacerlo, y es mejor para mí... ¡Su rostro dormido es tan tierno!

Nuestras piernas estaban entrelazadas y él me tenía abrazada por la cintura mientras yo tenía mis manos en su pecho.

-No los vas a despertar. Gaara nunca duerme así que esto le viene bien -advierte Temari a Kankuro.

-Pero si tú me despertaste Temari -hablé en un susurro y mirándola por el rabillo del ojo.

-¡______! -grita/susurra.

Apoyé mi dedo índice sobre mis labios mientras sonreía. Ella se cubre la boca con ambas manos mientras se apena. Se disculpa y se va empujando a Kankuro. Yo me acerqué más a Gaara poniendo mi cabeza pegada a su pecho y él también se remueve abrazándome más. Suspiré.

-Ya sé que estás despierto, mapache -mencioné y sentí su pecho vibrar por su risa.

-¿Cómo te sientes? -pregunta al abrir los ojos.

Mi cuerpo se eriza por su voz mañanera, creo que nunca había escuchado su voz de esa forma.

-Mejor... gracias a ti -comenté sonriendo avergonzada.

Levanté la cabeza para mirarlo a los ojos y lo vi un poco sonrojado. Me decidí levantar para ir al baño y asearme. Aunque antes de salir, Gaara me había traído ropa que Temari consiguió junto con mi protector de Konoha.

Al salir, Gaara fue el que entró esta vez e hizo sus cosas y salió. Salimos de la casa y fuimos a pasear por Suna. Había cambiado muy poco, por suerte... ya que siempre me gustó como era.

-¡Gaara-sama! -ambos nos dimos la vuelta y vemos a una chica castaña correr sonriente hacia él.

-Hola, Matsuri -saluda Gaara.

-¿Huh? ¿Quién es? -pregunta ella curiosa, apuntándome y mirándome de arriba para abajo.

-Soy ______, una antigua amiga de Gaara -respondí sonriendo amable.

-Oh, eres la chica que Gaara-sama había mencionado antes... -habla sorprendida y hace que mire Gaara quien estaba sonrojado y mirando para otro lado.

-¿Algo que quieras decir, mapache? -pregunté riendo leve.

Él se cruza de brazos y suspira cerrando los ojos. Lo había atrapado. Así que hablaba de mí, eh.

-Nada -me reí.

-Bueno, Gaara-sama, el shinobi que mandó a Konoha regresó y tiene que hablar con usted -avisa Matsuri.

-Bien, gracias Matsuri, vamos ______ seguro es para ti.

Yo asentí.

-Fue un gusto Matsuri, nos vemos -me despedí con la mano al igual que ella mientras nos alejábamos.

Llegamos a la oficina de Gaara donde ahí estaban Temari, Kankuro, Baki y un ninja.

-¡Baki! -corrí hacia él y lo abracé, sabiendo que le molestaba un poco.

-Hola ______ -habla a la vez que me da dos palmadas en la cabeza, un tanto incómodo.

Me separé riendo y levantando las manos a modo de hacerlo saber que ya me detendría.

-El pergamino que usted me encomendó ya está en manos de la Hokage -anuncia el ninja a Gaara luego de que éste le pidiera el informe.

-Gracias -dije mirándolo a él y a Gaara.

-¿Eres ______, cierto? La Hokage preguntó por ti.

-Tsunade me debera un mes libre -murmuré cruzada de brazos.

Aunque todos los presentes en la oficina me escucharon y se empezaron a reír.

-Vienieron a buscarte -abisa de nuevo el ninja.

-¡¿Ah?! -abrí los ojos de par en par.

A la oficina entra Kakashi de golpe, y todos los chicos.

¿Vienieron porque Tsunade quiso un gran grupo para buscarme o porque ellos insistieron?

-¡Chicos! -grité y corrí a abrazarlos, bueno, en realidad los esquivé y corrí hacia Akamaru-. Te extrañé mucho, Akamaru... Nunca más te volveré a dejar, precioso.

Él chilla feliz a la vez que mueve su cola y lame mi rostro con emoción, haciéndome reír.

-¡______! -me levanté.

-Ya, ya, lo siento, lo siento, es que es Akamaru... -me defendí apuntándolo y éste ladra.

-Y yo soy su dueño, ¿no merezco nada? -pregunta Kiba sonriendo.

-¡Kiba! -todas las chicas lo golpearon al mismo tiempo en la cabeza.

MI FLOR DE ARENA || Sabaku No Gaara y tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora