5 meses después de lo ocurrido en la granja:Narra Bárbara:
Ya son 5 meses aproximadamente desde que con el grupo estamos a la deriva.
El invierno vino con todo y los días son muy duros al no tener un lugar estable en el cual estar. No tenemos un lugar fijo para resguardarnos del frío, por lo que la mayor parte del tiempo la pasamos en los bosques, formando un pequeño campamento de un radio al cuadrado.
Hace cuatro meses pasó lo del encuentro con aquellos hombres, y desde entonces, cada vez que salimos a algún lugar, lo hacemos todos juntos. El resto del grupo quedó muy sorprendido al enterarse de lo que había pasado, y a pesar del riesgo que pueda suponer, no tuvimos más opción que no volver a separarnos.
Hay momentos en los que aún sigo pensando en ese tipo: Tyler. En este mundo tal vez ya no sea una gran novedad decir que se ha matado a alguien, pero sigue costandome asimilarlo. La vida de una persona acabó por mí decisión, y aunque no haya sido en vano, sigue siendo un tema difícil de aceptar y al cual adaptarme.- ¿En qué piensas?
Me sobresalto un poco pero termino sonriendo cuando veo a Carol frente a mí.
- En todo, y nada a la vez.
- Te entiendo, suele pasarme seguido. - ríe un poco y se sienta a mi lado, frotando sus manos. - Sé que no dejas de pensar en el hombre que mataste hace algunos meses.
- ¿Es malo que me siga atormentando?, quiero decir; ¿eso me hace débil?
- Todos los que te conocemos sabemos que lo último que eres, es ser débil.
- ¿Los que me conocen? - pregunto acomodandome para verla mejor. - Carol, solo hemos pasado unos meses juntos y que yo sepa, no saben más que mi nombre.
- Pues si, pero no es complicado darse cuenta de que eres una mujer buena y fuerte. - dice sonriendo y tomando mis manos con las suyas. - Y misteriosa, claro está.
Carol y yo soltamos una pequeña carcajada. La miro unos segundos y le doy un muy corto abrazo.
- Iré a dar una vuelta. - le comento poniendome de pie y tomando mi látigo y un arma.
- Claro.
Me alejo del improvisado campamento y me introduzco aún más al bosque, esperando tener buena suerte y encontrar algo que nos sirva.
Camino alrededor de unos diez minutos, y decido detenerme en cuanto veo un árbol de bayas. El árbol es gigante, así que no tengo otra elección que no sea treparlo. Subo unos metros y me posiciono en una rama resistente, y me estiro para tomar la mayor cantidad de bayas posibles, para después limpiarlas un poco y colocarlas en una pequeña bolsa.
Me quedo un rato sentada en esa rama comiendo un poco del fruto que conseguí, cuando iba a apoyarme en el tronco del árbol veo como una flecha atraviesa una ardilla justo al lado de mi cara. Me quedo estática y miro en dirección de donde provino la flecha para encontrarme con Daryl Dixon.- ¿Sabes?, si no fuera por esa ardilla, creería que tu objetivo era yo. - le digo bromeando.
- Disculpa. - lo escucho susurrar por lo bajo, acomodando su ballesta en su espalda.
- Descuida. - le digo acomodandome mejor en el sitio y miro el animal ya muerto a mi lado. - ¿Quieres que te la alcance?
- No, subiré yo por ella.
Me encojo de hombros y sigo comiendo las bayas. Veo como Daryl comienza a trepar el árbol, ágilmente, hasta que finalmente llega a mi lado y agarra su presa y su flecha.
- Puedes sentarte aquí, si quieres. - le digo haciendome a un lado.
Él no me responde pero termina acomodándose junto a mí. Ambos quedamos sobre esa rama, sentados, con nuestras piernas colgando. Le comparto un poco de la fruta que encontré y nos quedamos unos minutos en ese lugar.
- ¿Cómo hiciste para subir hasta aquí arriba? - me pregunta después de un largo rato de silencio.
- Hmm, no lo sé, tal vez descubrí que tengo la habilidad de volar y volé hasta aquí. - le digo seria, él me mira por varios segundos y río. - Obvio que del mismo modo que tú, Daryl.
Él sonríe levemente y niega su cabeza, mirando a otro lado.
- ¿Desde cuándo trepas árboles así de altos? - me pregunta poniendo su ardilla en su cinturón.
- Supongo que fue el pasar tanto tiempo en bosques, a veces era necesario subir para tratar de localizar a quien se perdió. Además trepo árboles desde niña.
- ¿En serio?
- Pues si, ¿es que acaso tú no lo hacías?
- A veces. - dice suspirando. Luego de un rato añade algo que me deja pensando. - Tuviste una buena infacia, ¿eh?
- Si... - le respondo después de varios segundos. - Tal vez debamos volver con los demás. - le digo, él asiente y comienza a bajar del árbol.
Cuando veo que ya casi llega a la base, comienzo a bajar también. Una vez que ambos estamos en el suelo, nos miramos por un instánte y le sonrío. Juntos comenzamos a caminar de vuelta al campamento.
- Hey, ¿en dónde estában? - escucho preguntar a Glenn cuando llegamos junto a los demás.
- No te importa, chino. - le digo molestandole, y entregandole a Rick la pequeña bolsa con bayas. Después me acerco a Glenn y tomo asiento a un lado de él.
- Me tienes que contar todos los detalles. - susurra mi amigo en mi oído.
- ¿Detalles de qué? - frunzo el ceño.
- ¿Cómo que de qué?, es obvia la atracción entre ustedes dos.
- ¿Qué te has fumado, Glenn?, sea lo que sea, guardame un poco. - le digo riendo, él me empuja con su hombro y ríe también. - Bueno, ya, no hay ninguna atracción entre él y yo.
Glenn suelta una carcajada, lo miro extraña y él no puede parar de reír. ¿Acaso dije algo gracioso?, este maldito ejemplar chino defectuoso.
- ¿De qué diablos te ríes?
- En ningún momento te mencioné el nombre de "él". - dice haciendo comillas con sus dedos. - Tu solita has pensado en alguien.
Lo veo pasmada y él se aleja aún riendo en dirección a Maggie. Murmuro unas cuantas maldiciones que ni yo entiendo y recuesto mi espalda en un árbol.
Desde mi posición veo al grupo y siento que soy una persona muy afortunada de estar pasando estos momentos con gente como ellos. Todos estos meses pude llegar a conocerlos aún más y me alegro de haber decidido quedarme en el grupo.
Ahora solo nos queda esperar que Rick tenga razón y haya un lugar en el cual podamos vivir. Todas estas personas se lo merecen.

ESTÁS LEYENDO
Survive (Daryl Dixon)
FanfictionAhora todo se trata de sobrevivir, y ¿por qué no? aprender a amar a alguien en medio del caos. And suddenly, life wasn't about living it, was about surviving.