Survive (Daryl Dixon)

XXXV

Narrador externo:

Un par de días después de lo acontecido en aquel comercio, las cosas en la prisión marchaban relativamente bien. Todo iba en orden y habían muchas cosas para hacer.
Precisamente, este día sería uno lleno de trabajo para todos en la prisión. Debían reparar algunas de las vallas que rodean la edificación, ya que estas comenzaron a ceder al ser empujadas por los caminantes.

Por su parte, Bárbara y Michonne comenzaron el día con una rutina intensa de ejercicios y cardio. Era un buen pasatiempo para sus tiempos libres, además de mantenerlas en forma.

- Creo que con este round de flexiones terminamos. - dice Bárbara respirando agitadamente.

- Eso creo. - responde Michonne de la misma forma.

Después de algunos minutos, ambas se detienen exhaustas y se recuestan en el frío suelo.

- Eso debió ser intenso. - dice Carl, apareciendo repentinamente.

Ambas mujeres lo miran y sonríen.

- No sé que está pasando exactamente por tu cabeza, pero sí que lo fue. - dice Bárbara, poniéndose de pie.

Entre ella y el niño ayudan a la morena a levantarse.

- Saldré. - informa Michonne. - Tal vez pueda buscar algo para ustedes.

- ¿Cómics? - sugiere Carl.

- ¿Doritos? - añade Bárbara.

- Intentaré conseguirlos. - dice la mujer sonriendo mientras niega la cabeza.

Ella se despide y se dirige hacia la salida del pabellón.
Bárbara y Carl se ponen de acuerdo y se dirigen hacia el comedor, en donde se encuentran a la mayoría de su grupo.

- Llegan a tiempo para el desayuno. - menciona Carol, sirviendo un poco de cereales y avena en un plato.

El niño corre hacia una mesa y comienza a deborar la comida. Beth aparece por uno de los pasillos, cargando a la pequeña Judith y toma asiento.

- ¿Puedes sostenerla por unos minutos?, olvidé la fórmula en la celda. - dice Beth extendiendo a la bebé hacia Bárbara.

- Oh, yo..., no lo sé, cargar bebés no es lo mío. - dice la chica un tanto nerviosa.

- Anda, vamos. No la has cargado desde su nacimiento y ella siempre te observa cuando estás cerca. - añade Glenn, alentando a su amiga.

Bárbara no está muy segura de hacerlo, pues la primera vez que cargó un bebé fue cuando nació Judith, y no la sostenía muy bien que digamos.

- Es fácil, solo no debes dejarla caer. - dice la jóven Greene exetendiéndo nuevamente a la bebé.

Eso pone aún más nerviosa a Bárbara, pero finalmente lo hace. Estira sus brazos hasta tomar a la pequeña y con un poco de dificultad y delicadeza, la acomoda entre sus brazos.
Judith mira atentamente a la mujer y suelta una pequeña risa, que hace que todos los demás rían también.
Bárbara sonríe enormemente y mira a todos, contenta de haberlo logrado. Especialmente a Daryl, quien observa la escena con una sonrisa, tal cual aquella vez que él sostuvo a la bebé.