Survive (Daryl Dixon)

XV

- Dale era exasperante, a mí me exasperaba. - Rick daba unas palabras en el improvisado funeral de Dale. Todos estaban al rededor de la tumba, algunos llorando, otros manteniendose al márgen pero igual de tristes. - Porque no tenía miedo de decir lo que pensaba, lo que sentía. Esa clase de sinceridad es algo inusual y muy valiente.
Cada vez que tomaba una decisión miraba a Dale y él tenía esa mirada tan especial. Él nos entendía, veía la esencia de las personas, la verdad. Él decía que estamos perdiendo la humanidad, que esto ya no es un grupo. La mejor manera de honrarlo es unirnos. De ahora en adelante lo haremos a su manera, así honraremos a Dale.

•••

Después de todo lo ocurrido, Hershell finalmente cambió de parecer y le pareció que lo mejor era que todos nos quedaramos en la casa.
Todos metían sus pertenencias dentro de la casa, yo no tenía demasiadas cosas así que les ayude en lo necesario, luego de eso estuve desmontando el campamento cuando el pequeño Carl se acercó a mí.

- Hola Bárbara. - me dice acercandose y sonriendo, le sonrío de vuelta y despeino su cabello.

- Hey, Carl, ¿ocurre algo?

- Hum, si. ¿Puedo contarte algo sin que se lo digas a mis padres? - preguntó mirando al suelo, lo miro y suspiro.

- Dime.

- La tomé de la moto de Daryl. - me dice entregandome una pistola, la tomo en mis manos y lo miro con los ojos bien abiertos. - Si se entera de que la robé me matará.

- ¿Por qué me dices esto a mí? - le pregunto luego de revisar si el arma está cargada o no, y si lo está.

- He visto que tú y él se han vuelto amigos. Tal vez sea mejor que se la devuelvas tú.

- De acuerdo... - le digo dudosa, guardando el arma. - ¿Hay algo más que deba saber?

- Dale. Es mi culpa que muriera. - me mira fijamente, frunzo el ceño y antes de que le diga algo, se adelanta. - Yo ví al caminante que lo mató, iba a dispararle. Estaba atascado en el lodo, yo le arrojaba piedras pero se libero..., y yo huí. Si tal vez yo hubiese...

- Carl, no te culpes. - le interrumpo y sujeto su hombro, le sonrío levemente. - Lo que pasó es lo único que pudo haber pasado, y tuvo que ser así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. En este caso, tú.

El pequeño me mira y suelta unas cuantas lagrimas antes de lanzarse a mí para abrazarme. Me sorprende un poco su reacción y luego de unos segundos le abrazo de vuelta.

- Gracias, Bárbara.

- No es nada, niño. - le digo terminando el abrazo. - Pero si creo que deberías hablar con tus padres, puedes confiar en ellos.

- De acuerdo, lo haré. - me dice sonriendo. - Pero tú devuelvele el arma a Daryl por mí, ¿si?

- Hecho.

Luego de eso, Glenn y yo tratabamos de mover la vieja casa rodante de Dale.
Mi amigo se ancargaba de reparar el motor, me decía sobre todas las mañas del vehículo que el anciano le enseñó, y cómo repararlas. Yo solo me dedicaba a pasarle las herramientas necesarias y observarlo, sé cómo se siente.

- Lo defraudé. - le escucho decir.

- No es así, él estaba muy orgulloso de tí.