XXIX

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Luego de la charla con Merle, llegué donde Maggie para ayudarla con la guardia.
La veía observarme cada tanto y sabía que algo estaba atormentándola: la culpa.
Como hoy era el día de "hablar con Bárbara", aproveché y hablé con ella.

- Tú no tienes la culpa de lo que pasó, lo sabes, ¿no? - pregunto aún con mi vista en la mira de mi AK.

Veo de reojo cómo voltea a verme y permanece así unos segundos.
Dejo el arma a un lado y me enderezo para observarla, ahora yo a ella.

- Yo debí ser más fuerte, debí resistir. - dice ella, con voz entrecortada. - Si no fuera por mí...

- Maggie, basta. - la detengo, acercándome a ella. - Tú no tienes la culpa de nada. Yo decidí ponerme en tu lugar porque eres mi familia y no soportaría ver cómo ese hombre te humilla cuando yo podría hacer algo. Y no me arrepiento... - digo y veo cómo ella comienza a llorar, ambas nos abrazamos y trato de calmarla. - Estaré bien, Maggie. Ambas lo estaremos.

- En verdad lo siento. - susurra ella, aún abrazándome.

No digo nada y solo me mantengo junto a ella, compartiendo un lindo abrazo.
Veo a Glenn pasar cerca y nos mira con una gran sonrisa, le sonrío de vuelta y me separo de Greene.

- Ahora, a lo que vinimos. - digo tomando nuevamente mi arma, al igual que ella.

Pasamos algunos minutos allí, vigilando y conversando de temas triviales, cuando a lo lejos veo una cabellera rubia detrás de un caminantes.
Aclaro mi vista en la mira y veo que se trata de Andrea. ¿Qué demonios hace ella aquí?. Le informo a Maggie, y corro dentro del pabellón en busca de Rick y los demás.

- ¡Rick!, ¡Rick! - grito pasando a lo largo de todo el pabellón, en dirección a la salida. - ¡Andrea está aquí!

En santiamén veo a Rick, Daryl, Merle y Michonne aparecer tras de mí y seguirme hacia afuera del pabellón.

- ¿Estás sola? - pregunta Rick, alto, para que ella escuche.

- ¡Abran la puerta!

- ¡¿Estás sola?! - reitera.

Ella asiente y Daryl se encarga de abrir la reja mientras ella se deshace del caminante que lleva como mascota.

- ¡Arriba las manos! Date la vuelta, ¡ya! - grita Grimes, acercándose a la mujer para requisarla.

Los demás nos encargamos de apuntarle con las armas y revisar el perímetro, en busca del Gobernador o alguno de sus hombres.
Cuando todo parece seguro, ingresamos nuevamente a la prisión, con Andrea. Ella parece demasiado sorprendida por la "bienvenida" que le dimos, pero era algo de esperarse, no podíamos resivirla con abrazos y globos después de saber que anda con el Gobernador.

- ¿Dónde está Shane? ¿Y Lori? - ella pregunta y casi siento que podría meterle un puñetazo ahí mismo. 

- No sobrevivieron. T-dog tampoco. - le responde Carol.

- Lo siento tanto. - se disculpa observando a todos y luego a nuestro pabellón - ¿Allí viven? ¿Puedo pasar?

- No te lo permito. - la detiene el sheriff.

- No soy su enemiga, Rick.

- Teníamos ese campo y ese patio hasta que tu novio derribó la valla con un camión y abrió fuego. - le responde él, molesto.

- Él dijo que ustedes dispararon primero.

- Que conveniente. - digo sarcástica, tomando asiento junto a Daryl.

- Mató a un recluso que había sobrevivido. Nos caía bien. - se une Hershell.

- No tenía idea. No supe que estaban en Woodbury hasta después del tiroteo.

- Si, pero eso fue hace días. - exclama Glenn.

- ¿Qué les dijiste? - pregunta la rubia a Michonne. - No lo comprendo, dejé Atlanta con ustedes, y ¿ahora soy una extraña?

- La cuestión es, Andrea, que el maldito con el que te acuestas casi nos mata a todos. Y no contento con eso, viene y destruye nuestro lugar. - respondo comenzando a sentir la furia crecer dentro de mí. Daryl me manda una mirada y susurra un "tranquila", que de algún modo me relaja.

- No puedo disculpar o explicar lo que ha hecho Philip, Bárbara. Pero estoy aquí para que nos unamos. Podemos resolver esto...

- No hay nada que resolver. - la interrumpe Rick. - Vamos a matarlo. No sé cómo, no sé cuándo, pero lo haremos.

- ¿Qué te hace creer que ese hombre quiere negociar? ¿Él lo ha dicho? - cuestiona Hershell, y ella niega.

- Entonces ¿para qué has venido?

- Porque él se está preparando para la guerra. La gente está aterrada, los ve como asesinos. Están entrenándose para atacar.

- Te diré algo. - escucho decir a Daryl. - La próxima vez que veas a Philip, dile que voy a sacarle el otro ojo.

- Hemos soportado demasiado. ¿Quiere guerra? Pues la tendrá. - se une mi mejor amigo.

Después de toda esa charla, Andrea salió del pabellón acompañada de Michonne, ambas tenían mucho de qué hablar. Así fue, hasta que ella decidió irse. Rick le dió un auto y un arma y ella volvió a Woodbury.
Por el resto del día, los demás seguimos con nuestras actividades, desde que el tal Philip arruinó la reja de entrada, hemos tenido que estar más alerta de lo normal.

Por la noche, nos encontrábamos reunidos en silencio en el pasillo del pabellón, hasta que Beth comenzó a cantar. Creo que era algo que nos relajaba y desestresaba a todos.
Yo me encontraba junto a Hershell y Daryl, y luego se nos acercó Rick con la pequeña patea-traseros en brazos.

- Vaya reencuentro. - comenta Dixon, haciendo referencia a la visita de Andrea.

- Ella está en un aprieto.

- Como todos. - le respondo a Rick.

- Ese tipo está armado hasta los dientes. - dice el anciano. - Y dispuesto a destruirnos.

- ¿Qué piensas hacer? - pregunta Daryl al sheriff.

- Igualarlo. Saldré mañana, con Michonne y Carl. Él está listo.

Así terminamos nuestra pequeña conversación y seguimos prestando atención al canto de Beth.

•••

Narrador externo:

Al día siguiente, tal como lo dijo Rick la noche pasada; él, Carl y Michonne saldrían en busca de más municiones para lo que se avecina con el Gobernador.
Daryl quedó a cargo de todo mientras tanto y los demás seguían con sus quehaceres.
El día pasó relativamente normal, hasta que Andrea volvió a aparecer en la prisión. Esta vez con un mensaje.

- Hablé con Philip, lo convencí de intentar llegar a un acuerdo con ustedes. Él está dispuesto a hablar con Rick.

- Y esa reunión, ¿cuándo se llevaría a cabo? - pregunta Bárbara con desconfianza.

- Mañana. Hay una pequeña construcción a unos kilómetros, a un punto medio entre la prisión y Woodbury.

- Aún no aceptamos. - añade Daryl.

- Pues deberían. - responde Andrea. - Es el único modo en que podremos llegar a un pacto.

- Lo discutiremos en privado cuando Rick regrese. - finaliza Hershell, Andrea suspira rendida y asiente.

Luego de eso, ella se marcha y el resto se dedica a esperar a Rick para comentarle sobre la supuesta reunión.
Todos deseando que se termine este problema de una vez.

Survive (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora