- Gracias tío, disculpa por hacerte venir hasta acá - El chico castaño agarró el sobre que le acercaba el importante ejecutivo de traje.
- Siempre es un placer verte, Bright - El hombre sonrió amablemente. - No podré quedarme a comer, lo siento pero surgió algo con tu madre.
- ¿Cómo está ella?
El chico agachó la cabeza y su mirada se tornó algo triste al recordar que la relación con su madre era muy mala desde que él le había confesado que era gay.
- Ella está bien, aunque no lo creas, ella te quiere... a su modo.
El joven no pudo evitar soltar una risa burlona ante el comentario del ejecutivo.
Habían pasado ya 2 años desde que su madre lo había echado prácticamente de su casa y de todo lo que tuviese que ver con su familia, al menos ella no quería involucrarse de nuevo con alguien que pudiera arruinar su reputación ante la sociedad, menos si su hijo era quién le propiciara semejante escándalo. Por aquello, le había dicho a su hermano Máx, que se encargara de todo lo que lo relacionara con ella, incluyendo la manutención, al menos hasta que terminara una carrera y pudiera vivir de eso, pero también le había dejado muy en claro que no quería volver a verlo otra vez en su vida.- Si claro, por eso sigue negando a su hijo gay. - Un suspiro salió de sus pulmones con resignación. - ¿Y de papá? ¿Sabes algo de él?
- No, parece que la tierra se lo tragó y no lo escupe aún.-ambos rieron ante ese pequeño chiste, aunque la situación no era para nada graciosa, ya que su padre realmente se encontraba huyendo porque era responsable de un fraude.
Luego de ese pequeño intercambio de palabras, Máx tuvo que disculparse de nuevo y retirarse sin cumplir su palabra de comer con su sobrino, éste por el contrario, pensó que sería una mejor idea comer con su mejor amigo en el departamento que compartían. Decidió pasar por fideos y unas bebidas de fruta natural.
La relación de Bright y Win, era una de las mejores según éste último, pues al ser Bright un poco más maduro que él, le resolvía la mayoría de sus problemas desde que se conocían.
Cuando el castaño se encontró en la puerta del departamento, era imposible que ignorara el sonido peculiar que provenía de ahí dentro. No era una novedad que esto pasara, pero Bright nunca se acostumbraría a escuchar gemir y gritar a Win mientras tenía sexo con alguien más, no por comodidad, sino por el simple hecho de que Bright estaba enamorado hasta lo huesos de su mejor amigo.
- Mierda Win... -susurró por lo bajo el joven, y como se de una costumbre se tratase, decidió esperar afuera para no interrumpir a su compañero de casa.
Bright se puso con la espalda sobre la pared, y se deslizó hasta quedar sentado, no pudo evitar pensar en cómo todas esas chicas y algunos chicos eran tan afortunados de poder estar así con Win.
Su corazón se sentía aplastado, le fue inevitable volver en el tiempo, a cuando él, Win y Luke eran inseparables en la preparatoria, siendo Win el que era el atractivo visual de toda la escuela. Y cómo no, sí Win era realmente atractivo, más para Bright que desde que decidió acercarse a él tenía el instinto de protegerlo de todos.
¿Pero quien lo protegía a él? ¿A su corazón?
Justo era la hora de un descanso entre clases para consumir alimentos, los tres chicos decidieron ir a la cafetería para conseguirlos, mientras Luke se encargaba de ordenar, pagar y recibir las cosas, Win y Bright estaban en una mesa platicando cosas triviales, cuando Win tomó una de las manos de Bright, llenándolo de sorpresa total.- Bright... Tengo que confesar algo y creo que tu eres el indicado.
Bright sintió sus mejillas arder ante el tacto del chico que estaba frente a él. ¿Era esa la confesión con la que tanto soñaba? ¿Win se había dado cuenta que Bright se había enamorado casi al instante después de conocerlo?
ESTÁS LEYENDO
Mejor Amigo | BrightWin |
RomanceBright está enamorado de Win, su mejor amigo. Win siente algo por Bright pero no quiere aceptarlo porque perderá su amistad, así que lo rechaza todas las veces posibles para no perder a su mejor amigo.