Capítulo 56

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3ª persona

- Oi, ¿entras o no? – Kageyama se sorprendió porque Hinata no entró a la clase, sino que estaba parada en la puerta y mirando al suelo.

- ¿Crees... crees que pasará algo malo cuando entre? E-Ellos creían que era un c-chico, y que había m-muerto... ¿No estarán enfadados? – Hinata estaba dudando, cuando antes estaba completamente segura. Esto le pareció una tontería a Kageyama.

- ¿Acaso importa, boke? Es tu vida, no la suya. En todo caso se alegrarán de que hayas vuelto.

- T-Tienes razón... - Hinata tomó aire y lo soltó lentamente, acto seguido entró en la clase. No había mucha gente, pero los pocos que había tenían la cara pálida, como si estuviesen viendo un fantasma.

Kageyama se sentó en su pupitre y Hinata se sentó en el que estaba a su lado. Aún no había soltado la mano del menor, pero se sentía tan observada que necesitaba ese pequeño apoyo. Kageyama le dio la mano en todo momento, sabiendo que era probable que su amiga tuviese un ataque de ansiedad si no lo hacía. Hinata se fue calmando sola, controlando su respiración y sacando la libreta y el estuche de la primera asignatura que les tocaba. Todos los alumnos entraron y el profesor cerró la puerta. Los alumnos se callaron y esperaron a que el profesor empezase a hablar.

- Buenos días. Antes de empezar me gustaría que os levantaseis por orden de pupitre y os presentaseis – ordenó el profesor.

Muchos alumnos pensaron en la pelinaranja. ¿Era la hermana de Hinata o algo así? Muchos ignoraban que estaba viva, pues no veían las noticias deportivas y nadie les había dicho algo al respecto. Uno a uno, todos los compañeros se fueron presentando. Hinata estaba en una clase diferente de la del curso pasado, por lo que allí nadie la conocía desde antes del incidente.

Kageyama se levantó sin dejar ir la mano de Shoyo.

- Me llamo Kageyama Tobio, estoy en el club de voleibol masculino – Kageyama se sentó y todas las miradas se posaron en la pelinaranja. Esta se levantó temblando.

- E-E-Em... S-Soy H-Hinata Shoyo, e-estoy en el c-club de v-voleibol m-masculino. ¡Espero que nos llevemos bien! – Hinata se sentó rápidamente e intentó no mirar a sus compañeros, que estaban asombrados. El profesor hizo que avanzaran las presentaciones, pero la confusión general seguía.

- Hey, no tienes de qué preocuparte. Tsukishima asustará a los que se metan contigo, y yo también – susurró Kageyama, intentando calmar a la mayor. La clase comenzó y Kageyama tomó la mano izquierda de Hinata con su propia izquierda para poder escribir, mostrando que no la soltaría por nada del mundo.

Kageyama se había vuelto un pilar muy importante para Hinata, era su mejor amigo. Necesitaba su apoyo, y este se lo daría sin dudarlo.

Las clases pasaron lentamente, y Hinata tomaba notas de todo. Le preguntaría a Kotaro sobre lo que no entendía, pero no quería forzar su cerebro mucho el primer día. Debía tomarse el tema de los estudios despacio para una buena recuperación. Llevaba todas las vacaciones sin tocar un libro o coger un bolígrafo.

Cuando llegó la pausa para comer, un chico se acercó a Kageyama y a Hinata.

- H-Hola, ¿e-eres Hinata Shoyo? – preguntó el chico.

Inmediatamente, toda la clase los miró con atención. Hinata tragó saliva antes de responder.

- S-Sí...

- ¿Podéis dejarla en paz? – dijo Kageyama, empezando a poner esa cara que da tanto miedo. Algunos se fueron, pero los más curiosos permanecieron allí.

- El año pasado estabas muerta, ¿cómo es que estás aquí? – preguntó una chica.

- ¡¿No es obvio que no ha muerto?! ¡Dejad de hacer preguntas estúpidas! – respondió Kageyama, levantándose. Hinata trató de calmar a Kageyama, apretó un poco la mano para llamar su atención. No obstante, cierto rubio apareció en la puerta de la clase.

- Hinata, vamos todos al gimnasio. ¿Pasa algo malo? – dijo Tsukishima, mirando a los compañeros de ese característico dúo con una visible amenaza.

- ¡No está pasando nada! – Hinata recogió sus cosas y se colgó la mochila, Kageyama la imitó y salieron del aula. Yamaguchi caminaba al lado de Tsukishima, asombrado por lo mucho que intimidaba su mejor amigo. Esperaba que nadie hubiese notado su ligero sonrojo.

Los cuatro se cruzaron con Yachi de camino y emprendieron el camino al gimnasio todos juntos.

- Vaya con Chibi-chan, no pensaba que serías popular el primer día – dijo Tsukishima.

- ¡No soy popular! Es normal que estén confundidos, el año pasado me hicieron hasta un funeral. ¿No debería explicarles? – preguntó la pelinaranja.

- No le debes explicaciones a nadie, Shoyo – dijo Yamaguchi -. Además, los de primer año no sabrán lo que pasó. No tendrás que explicar nada a nadie si no quieres.

- Vale... se siente extraño volver a pasar por a-

Cuando pasaron por delante de una papelera, un recuerdo muy vívido ocupó la mente de Hinata.

Fue el día después del partido contra Shiratorizawa. Hinata estaba mareada por la pérdida de sangre posterior a la paliza de su padre, así que no tenía fuerzas para fingir ser feliz. Le habló de mala manera a Kageyama y se fue, recuerda tirar los vendajes ensangrentados en esa misma papelera. Cuando volvió en si estaba siendo sujetada por Yamaguchi y Kageyama, que le hablaban para que reaccionara.

- P-Perdón, Kageyama... ese día no debí gritarte. Eran mis problemas, no debí descargar mi mal humor contigo... - se disculpó Hinata.

- ¿Qué día? – preguntó, él, confundido.

- E-El día después d-del partido contra Shiratorizawa...

- No pasa nada, ni siquiera me molestó eso. Me preocupó que no estuvieses siendo tú misma, o que estuvieses mal. No estaba enfadado, tranquila – gracias a Kageyama, Hinata pudo superar esa memoria también. El grupo de segundo año se reunió con Nishinoya, Tanaka, Ennoshita, Narita y Kinoshita en la puerta del gimnasio.

- ¿Cómo os fue el primer día? – preguntó Nishinoya, con un balón de voleibol en las manos. Vaya, ahora sí que parecía un típico senpai.

- Hinata ya es popular – comentó Tsukishima -. Tiene a toda su clase confundida, aunque supongo que es normal una vez que saben quién es.

- Aparte de eso ha ido bien – dijo Hinata. 

Alas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora