Capítulo 24

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Hinata POV

Llevaba tres semanas con la rutina de entrenamiento que me hizo Akaashi y he notado las mejoras rápidamente. Mis recepciones son más sólidas, he aprendido a hacer colocaciones y mi flexibilidad ha mejorado mucho. Al principio no lo notaba, pero es cierto que tengo un poquito más de fuerza y salto más alto que hace tres semanas.

¡Akashi es el mejor!

Hoy iba al entrenamiento matutino, lista para empezar a mejorar la flexibilidad, cuando Akaashi y Bokuto me llamaron desde el centro del gimnasio. Fui con ellos y estaba todo el equipo.

- ¿Qué pasa, chicos? – pregunté, extrañada.

- Tenemos una sorpresa para ti, princesa. Cierra los ojos un momento y extiende tus manos – dijo Bokuto, sonriendo.

Todo el equipo me estaba mirando, y no sabía por qué, así que estaba algo nerviosa. Cerré los ojos y extendí mis manos como me indicó Kotaro. Noté que ponía algo en mi mano, parecía una cajita pequeña de cartón.

- Como vemos lo mucho que te estás esforzando por mejorar y adaptarte a esta nueva vida, aunque es difícil, te hemos hecho un regalo entre todo el equipo – dijo Akaashi -. Ya puedes abrir los ojos.

Abrí los ojos y vi una pequeña caja envuelta en papel de regalo. Era tan pequeña que me cabía en una mano, me preguntó qué será. Abrí el envoltorio sin romperlo, era una manía que tenía desde siempre, y al ver lo que era me sorprendí mucho.

- ¡Felices tres semanas con nosotros, Shoyo! – dijo Bokuto, sonriendo.

- ¡Muchísimas gracias, chicos! – dije, sonriendo y muy feliz. Abracé a Bokuto y a Akaashi, pero acabamos todos en un abrazo grupal conmigo en medio.

- ¿Puedo probármelas? – pregunté, ansiosa por probar mi regalo.

- Claro, angelito – dijo Bokuto.

- Te ayudaré a ponértelas – dijo Akaashi, y me acompañó al vestuario de chicas. No había nadie, así que no pasaba nada.

Me senté en un banco delante de la pica y del espejo y saqué el pequeño estuche que sirve para guardar las lentes de contacto. Dentro estaban las lentillas, que me iban a permitir ir sin cubrebocas en los partidos del torneo Nacional. Al menos en algunos, ya que si estaba el Karasuno no me podía arriesgar y llevaría cubrebocas y lentillas.

- Bien, primero tienes que lavarte las manos con jabón y secártelas bien para no meter ningún tipo de suciedad en el ojo – dijo Akaashi después de leer las instrucciones. Me lavé las manos a conciencia y esperé a que me dijera el siguiente paso.

- Ahora debes poner la lente de contacto en tu dedo índice de tal forma que quede una media circunferencia. Si queda como un plato es que está al revés y se saldrá del ojo eventualmente.

Cogí con gran delicadeza y cuidado la lente de contacto y la coloqué en el dedo índice derecho. Vi que hacía forma de media circunferencia, así que estaba bien.

- Ahora, con el dedo del medio de la mano contraria a la de la lente de contacto, es decir, la izquierda, debes abrir el párpado superior. Básicamente, con ese dedo abres tu ojo por arriba. Y con el dedo del medio de la misma mano que la lente de contacto separas el párpado de abajo para que tu ojo no parpadee mientras pones la lentilla. Tiene que ser rápido, y solo la lentilla toca el ojo. Hará como una ventosa y se quedará pegada. ¿Alguna duda?

- No, voy a intentarlo – dije, y acto seguido intenté ponerme la lentilla. Notaba picor así que me la quité y lo volví a intentar. Esta vez me salió bien.

- Bien, ahora con el otro ojo. Mira, ahora tienes un ojo de cada color – dijo Akaashi. Me miré al espejo y me reí al verme. No me quedaba mal, pero era raro. Algún día iría solo con una lentilla. Me puse la lentilla izquierda y me miré al espejo.

- ¡Los ojos azules me quedan bien!

- Sí, y más con el pelo negro. – confesó Akaashi -. Quítate el cubrebocas un momento.

Hice lo que me pidió y vi que no me parecía en casi nada al Hinata que era hace un mes, antes del incidente. Aun así, debía ir con cuidado, mi voz era la misma.

Akaashi me enseñó la foto que tomó Bokuto para mandársela a mi tía, antes de teñirme el pelo, y en comparación parecía una persona más fría ahora. Supongo que era por los colores, el naranja y el marrón son colores cálidos, mientras que el negro y el azul claro eran fríos. Hey, que he aprendido algo en clase de plástica.

- Estás muy diferente. Creo que si no llevas el cubrebocas no pasa nada, pero por si acaso tendrás que ponértelo en el torneo – dijo Akaashi.

- Lo sé, tranquilo. ¿Vamos a entrenar?

- Sí, hoy no te libras de la primera parte – suspiré, no me gustaba nada hacer flexibilidad. Era aburrido -. Piensa en lo útil que sería poder recibir una finta en el aire con el pie.

- Sé que tienes razón, pero no por eso deja de ser aburrido.

Los dos fuimos al gimnasio de nuevo y Bokuto, al verme, vino corriendo y me abrazó levantándome del suelo. Yo correspondí el abrazo, me gustaba que me abrazase así.

- ¿Lista para entrenar? ¡A ver si consigues saltar más alto que yo! – dijo Kotaro. Sonreí desafiante.

- ¡Ya lo creo, te superaré!

Alas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora