Capítulo 59

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Hinata POV

Me reuní con Kageyama y Nakagawa para hablar del pequeño partido que haríamos. Ukai me había preguntado si estaba en condiciones de jugar, pero tuve que mentir un poco. Seguía con algo de miedo, pero tenía demasiadas ganas de jugar. Seguro que consigo no llorar.

- ¿En qué posición jugáis? – preguntó Nakagawa.

- Yo quiero ser la estrella, pero de momento sigo siendo bloqueadora central. Kageyama es el colocador titular. ¿En qué posición juegas tú? – expliqué.

- Soy bloqueador central, como Tsukishima y como tú. Había muchos bloqueadores alucinantes el año pasado, como Kuroo del Nekoma, son mis ídolos – explicó.

- ¿Kuroo el de la risa de hiena, chico de ciudad que es rechazado constantemente por Kenma? - preguntó Kageyama, confundido -. Es bueno, pero de ahí a admirar...

- ¿Risa de hiena? – preguntó nuestro kohai -. Bueno, sé que es muy bueno, ¡por lo que me gustaría ser mejor que él!

- ¡Así se habla! – dije yo. Sentía que con Nakagawa me llevaría bien, no como con Ozaki. Y Sakurai era el nuevo bebé del equipo, teníamos que protegerlo.

- ¡Empezamos el partido! – nos avisó Ukai -. El equipo de Hinata empieza sacando.

- ¡Vale!

Fui con el balón a la zona para sacar y di bastantes pasos hacia atrás. Miré a Ozaki, que estaba sonriendo. Pero era una sonrisa de superioridad, no de desafío. Quería borrársela de la cara.

Lancé el balón, corrí y salé lo más alto posible. Apunté a un sitio donde no había nadie, y golpeé el balón con todas mis fuerzas.

¡¿Cuándo llegó Sakurai allí?!

La recibió bien, y el balón llegó con un poco de dificultad a Ozai. Así que él era colocador... no le podría quitar el puesto a Kageyama. Ozaki colocó para Tsukishima, que remató con fuerza. Pero Nakagawa, en un momento, ya estaba delante de Tsukishima. Bloqueó el remate y conseguimos el punto.

- ¡Buen bloqueo, Nakagawa!

El partido siguió su curso, pero con el tiempo notaba que algo iba cambiando. Creo que Ozaki es más intimidante que antes... parece que esté pensando en cómo matarnos para ganar o algo así. Cada segundo que pasa, en vez de cansarse, su energía aumenta y puede hacer más cosas.

Acabamos ganando nosotros, en parte gracias al rápido que hacíamos Kageyama y yo.

- Buen partido los seis, podéis beber agua ahora. Seguiremos el entrenamiento con saques – dijo Ukai.

Nos acercamos a la banca, y cada uno empezó a beber agua. Sentía que mi resistencia había disminuido un poco, pero lo compensaba con ganas. No obstante, en un partido me haría falta esa resistencia. Saldría a correr por las mañanas y asunto arreglado, seguro que Kotaro se apuntaba.

- ¡Hinata-senpai, juegas genial! Me hubiese encantado ver la final del año pasado, pero ¡jugar en el mismo equipo que tú es genial! – sentí un pinchazo de orgullo inmenso, como una sobredosis de energía.

- ¡Gracias! Seguro que tú también eres genial, ¡bloqueas muy bien! Si tuviese tu altura podría saltar mucho más alto, ¡y pasaría por encima de los bloqueos! ¿Qué es lo que se te da mejor?

- Los bloqueos y los remates, pero soy muy malo en las recepciones...

- ¡No te preocupes, Nishinoya te ayudará! ¿Verdad, Nishinoya-senpai? – miré a Nishinoya, que al oír su nombre acompañado de ese sufijo se giró a mirarnos.

Alas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora