Capítulo 38

1.1K 121 60
                                    

Hinata POV

Fui trotando a mi posición y miré delante de mí. Todos estaban listos para empezar el partido. Bokuto me miraba sonriendo, creo que me sonrojé un poco.

Llevaba el cubrebocas puesto, pero no la malla del brazo, por lo que los cuervos que ascendían por mi brazo estaban a la vista. Nadie podría atar cabos solo con eso.

Ya lista para sacar, esperaba a que el árbitro silbara. Me dio tiempo para ver a mi antigua familia, todos motivados y listos para pelear.

Me pregunto qué los motivará... ¿Lo pasaron mal cuando me fui? Seguramente no, pero me alegro de que no se entristecieran por eso. Ahora puedo volver, puedo hacerlo, pero...

¿Es realmente lo que debo hacer? Volver a entrar en sus vidas sería egoísta por mi parte-

Ah, el árbitro ya ha silbado, así que puedo sacar.

No me quité el cubrebocas.

Lancé el balón al aire, salté y lo golpeé con todas mis fuerzas.

Punto directo. El siguiente saque lo recibieron.

Vi que Akaashi se giraba para decirme algo, pero volvió a mirar al frente. No le di importancia y recibí el remate de Tanaka.

Evité mirar a los jugadores del Karasuno, pero cuando íbamos por la mitad del set vi que alguien había hecho una finta.

Corrí y me lancé a por el balón, pero no pude salvarlo. Miré hacia arriba y noté que alguien me miraba.

Kageyama Tobio me miraba con una sonrisa de satisfacción.

Algo dentro de mi despertó, como una llama de ira. Me levanté y me preparé para recibir.

¡No dejaré que Bakayama gane!

3ª persona

Al principio del partido, Akaashi se extrañó por no ver rostros de sorpresa en sus rivales. Se giró para mirar a Hinata, y vio que llevaba el cubrebocas puesto.

"¿No habíamos dicho que se lo quitaría? Ya le preguntaré después" pensó el colocador.

En ese momento, Hinata quedó limitada a sacar, recibir y bloquear.

El primer set fue rápido y lo ganó Fukurodani.

En el banquillo de los cuervos, el entrenador Ukai tenía en cuenta que la chica rival era Hinata, y le extrañaba que no rematase.

Por otro lado, los búhos decidieron seguir con la misma estrategia.

- Trece, ¿por qué no te has quitado el cubrebocas todavía? - preguntó Akaashi.

- No creo que sea buena idea volver a aparecer en sus vidas. Eso sería egoísta, solo quiero ganar a Kageyama y con eso me basta...

- Amor, se nota que quieres que lo sepan. ¿Por qué no lo haces y ya está? - Kotaro estaba confundido. Todo este tiempo, su novia quería volver con su familia. Y ahora que tenía la oportunidad, ¿la desperdiciaba?

- No creo que quieran volver a verme. Ni siquiera sé si me echaron de menos, a los únicos que vi que se pusieron tristes fueron al gran rey y a Iwaizumi. Ahora no importa quién sea yo, ¡vamos a ganar el partido!

Hinata volvió a la pista, dejando a Kotaro y Akaashi confundidos.

¿A qué venía este cambio de opinión? ¡Claro que se pusieron tristes! Akaashi lo sabía, había hablado con Sugawara y Sawamura, los padres de los cuervos.

Alas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora