Capítulo 40

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Hinata POV

Pudimos irnos de la pista al mediodía, después de acabar la entrega de premios y todas las ceremonias necesarias. Me estaba muriendo de hambre, y tenía mucho frío. Creo que estaba temblando y todo.

- K-Kotaro, t-t-tengo f-frío...

- Un momento - se quitó su chaqueta y me la puso por encima de los hombros. Pasé los brazos por las mangas y él subió la cremallera - ¿mejor?

- S-sí, gracias - me abracé a mí misma, entrando en calor - ¿no tienes frío?

- No, tranquila. Sabes que nunca tengo frío – me guiñó un ojo y sonreí.

- ¿Qué es lo que tienes en el bolsillo? - pregunté, pesaba un poco para ser pañuelos o algo parecido.

- Es el móvil, pero está apagado. Aún no lo he encendido, no me ha dado tiempo.

- Ah, vale.

- ¿Me acompañas al baño? - preguntó.

- Claro, amor - sonreí y le di la mano. Él sonrió (en serio, su sonrisa hace que me enamore cada día más de él, no puedo evitarlo) y fuimos al baño después de avisar a Akaashi.

Caminamos de la mano, y saludábamos a algunas personas que nos felicitaban por la victoria y algunos me reconocieron por el anuncio que había hecho antes. Una vez allí, Kotaro entró al baño de chicos y yo lo esperé fuera. Me crucé de brazos y pensé en lo que me había dicho Kageyama horas antes.

¿Qué le diré? Lo único que sé es que no pienso alejarme de Kotaro, pero no quiero hacerle daño a Kageyama... y menos ahora que he vuelto. Hablaré con él, le dejaré claro que no siento nada romántico hacia él y que estoy con Kotaro. Pero dijo que me amaba... Amar es una palabra algo fuerte, más que gustar. Por mucho que sea un idiota, ¿no puedo rechazarle sin que le duela? Podría ha-

¡¿De quién es esta mano?! Noté a una persona detrás de mí, que me puso una mano en la boca y me inmovilizó. Intenté golpearla con todas mis fuerzas, pero mi codo no llegaba, me dio un puñetazo en el costado haciendo que abriese la boca y me hizo tragar algo. ¿No había nadie alrededor? ¡Que alguien me ayude!

Intenté gritar, que viniese Kotaro y alejase a esta persona, dar una patada a la pared para llamar la atención, pero ni mordiendo hacía que separara la mano, y menos que me liberara. Pataleé, intenté liberarme, todo sin resultado, no veía a nadie cerca y aquí no había cámaras.

Empecé a sentirme muy cansada de repente, seguramente por lo que había tragado. ¡No podía cerrar los ojos! ¿Lucha, Shoyo!

¿Por qué me pasa esto ahora? ¡Se suponía que estaba a salvo...!

Si me duermo... esta persona... me lle... va... rá...

3ª persona

El hombre comprobó que estaba dormida y llevó en brazos a Hinata. Iba vestido casualmente, así que nadie sospechó que era un secuestro. Era un padre cargando a su hija dormida, lo más normal del mundo.

Se acercó a un coche y dejó a Hinata en el asiento del copiloto, con el cinturón puesto. El hombre se subió en el asiento del conductor y se alejó del pabellón, llevándose a la joven lejos de cualquier tipo de protección o seguridad.

Bokuto POV

¡Bien! Si que había cola, por fin salgo del baño. ¡Voy a ver a Shoyo!

Espera, ¿dónde está? Pensé que estaba esperando fuera... ¿habrá ido con Sugawara y los demás? Por ir a comprobarlo no pierdo nada.

Alas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora