Un Aren diferente (15)

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Me acerco a la puerta y trato de escuchar, pero me es imposible. Solo escucho murmurar, pero no logro entender lo que dicen.

Me inclino hacia la cerradura y solo observo a Aren caminar de un lado a otro haciendo señas que indica que está enojado, sus labios se mueven y sus ojos grises esta puestos en las dos mujeres.

Vuelvo a mi altura natural y pongo mis manos en mi cintura en modo de jarra.
¿Qué hago? Las paredes son gruesas y por eso no puedo escuchar nada de lo que hablan.

Enojada conmigo misma por no poder escuchar nada me doy media vuelta y me alejo de la puerta.

Subo las escaleras a paso pesado y refunfuñando.

-¿Está usted bien? - escucho preguntar a uno de los sirvientes, no les contesto y sigo subiendo.
Al llegar al siguiente piso doblo al pasillo y me dirijo al balcón. Me siento en una silla y me dispongo a mirar hacia los grandes árboles cercanos. Todo es tan natural.

Una notificación en mi celular me hace exaltar, lo saco de mi bolsillo y lo desbloqueo.

El nombre de una mis amigas aparece en la pantalla.

Hola, Amiga.

Unos pasos acercándose hacen que deje de ver el mensaje.

Aren, parece más potente que nunca, sus pasos son firmes y su rostro demuestra molestia, se deja caer sobre la silla y se queda en silencio.

-¿Te encuentras bien, Aren? - Se que no me dirá nada, pero vale el intento.

Ni una sola palabra soltó. Sus manos están sobre su silla de plástico en la que se encuentra sentado. Su mirada está perdida hacia los enormes jardines que tenemos enfrente del balcón.

¿Qué le pasará? Se ve inquieto e incluso preocupado.

No sigo mirándolo y me concentro en el aparato entre mis manos, contesto el mensaje y empiezo a jugar Pou. Se que es un juego bastante viejo ya, pero para distraerme es lo único que encuentro.

Estoy segura que algo no anda bien y le preocupa.

-Te vendrán hacer unas medidas en cualquier momento - su voz suena autoritaria y su mirada no de muestra alguna emoción.
-¿Para qué? - Soy de las personas que no se quedan callada con nada y mis dudas tienen que contestar.
-Irás a otro colegio - Lo veo como si estuviera bromeando, pero no, su rostro se mantiene neutro.
-¿Estás de broma, verdad? - digo inclinando mi cuerpo hacia la mesa que nos separa y mirándolo interrogativa.

No dice nada y prácticamente me ignora, me levanto molesta de mi lugar y me siento sobre la parte superior de la mesa quedando enfrente de él y coloco mis dos piernas en centro de las suyas que se encuentran abiertas.

-¿Qué haces? - sus ojos grises me inspeccionan, tratando de comprender lo que estoy haciendo.

-¿Porqué siempre que te pregunto que te pasa, no me dices nada? - digo, mi voz sale severa. Me ve algo sorprendido por mi reacción y mi pregunta.

-No creo que puedas resolver mis problemas - contesta, menos tenso.

Me cruzo de brazos y arqueo una ceja.
-Sí no me dices nada, cómo voy ayudarte.
-Es que son complicados - su respuesta es nada y no es específica.
-Siempre tienen esa costumbre que no me dicen claras las cosas - digo molesta.

-Dam, entiéndeme - su tono de voz es suave. Toma mi mano derecha son delicadeza y sus ojos grises se mantienen mirando los míos.

-¡Cómo voy a entenderte, sí no me dices! -
Exclamo con voz impostada -¿Son por mí, los problemas? - niega rápidamente.

El castigo de Damiana👑✅(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora