El castigo de Damiana👑✅(Terminada)

Golpe (35)

Último dia de la primera semana de clases y ya me quiero tirar por una ventana del edificio.

—Fiesta de bienvenida —Llega diciendo Max a nuestra mesa mientras nos enseña la pantalla del celular.
—¿Dónde? — pregunta Quinn.
—En el salón de juegos Terbell — contesta Max con una sonrisa llena de satisfacción —¿Van a ir verdad? — pregunta.
—Obvio, esos juegos estarán divertidos — contesta Quinn, Náyade la vuelve a ver y arquea una ceja.
—¿Vas a ir Dam? — interroga Náyade.
—Quizás si me escapo y Aren no me vea porque querrá ir conmigo — res8i7pondo.
—Los profesores más jóvenes van de fijo, más bien yo creo que Aren esta pensando lo mismo que tú, escaparse sin que lo veas salir de casa — responde Max.
—Mientras no se meta a juegos tontos, todo iría bien — contesto.
—Lo dudo, Aren parece ser bastante interesante conforme los juegos mientras el reto sea más difícil el se va a meter más rápido, siempre fue así cuando era estudiante — ya lo creo.

Veo entrar a Aren junto a otros profesores al comedor, este conversa atentamente con ellos.
El idiota tomó tan literal lo que le dije que aquí me viera solo como una estudiante más, creo que hasta se olvida de que yo vengo a este colegio, me trata como cualquier otra persona.

Otros profesores se sientan con sus estudiantes a conversar mientras almuerzan y tienen un ambiente agrable, incluso él lo hace con otros estudiantes y en ningún momento vuelve a ver hacia la mesa donde me encuentro.

—¿Cuando será la fiesta? — pregunto.
—Ah ahora en la noche —contesta Max, veo a Neron conversar con el profesor Gregor mientras se acercan a nuestra mesa.

—Es tan guapo el profesor Gregor — murmura Náyade.
Ambos hombres ponen su bandeja en la mesa y se sientan.
—Hola Quinn, Náyade, Max y ....— se queda mirándome pensativo.
—Damiana — digo.
—Damiana, lindo nombre — sonrío amablemente.
—¿Y dime Damiana que tal tu antiguo colegio donde ibas? — pregunta.
—Normal — digo desinteresada.
—De seguro tenías muchos amigos — comenta.
—Cuatro nada más — digo.
—Aqui tienes lo mismo alparecer — dice mirándo a los de la mesa.
Asentí, sigo comiendo mi comida que ya esta más fría que una agua dentro de una refrigerador.

***

Caminamos por el pasillo mis amigos y yo, junto al profesor Gregor mientras conversamos.

Veo a recostado a Aren en los casilleros junto a una chica hablando muy cerca, el sonríe de vez encuando y la chica hace lo mismo, coquetean literal. Últimamente se anda comportando como un idiota y se cree estudiante también.
Lo mejor es que tengo que ir a uno de esos casilleros a dejar un libro y traer el uniforme de física.

—¿Dam? — la voz de Náyade me saca de mis pensamientos y no me había dado cuenta que me quedé parada en medio del pasillo.
—Voy por mis libros — digo, asiente, me dirijo para los casilleros y me acerco al mio, a un par de metros esta Aren.

Introduzco la contraseña y meto los libros enseguida. Suspiro pesadamente, mis días no mejoran más bien van empeorando. Esto no es mi mundo, mi mundo es de colegio normal, todos visten del mismo uniforme, son agrables, no pagamos ni un centavo por sentarnos en una silla y estudiar. Vivía en una casa humilde de un piso y dos habitaciones, una cocina, sala, baño y ya, era feliz con lo que tenía, me sentía agusto y libre. Solía ir ayudarle a una señora en una cafetería y ganaba dinero para salir con mis amigos a comer helado y a ir al parque a reírnos de nosotras mismas cuando nos caímos del tobogán, obligamos a nuestro único amigo a maquillarse y ponerse nuestras ropas para reírnos unos momentos, pintabamos retratos y en veces nos terminábamos pintandonos nosotros entre risas y estupideces.
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