Vicepresidente (20)

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Me siento agotada y sin energías, Náyade Lowell esa chica nunca se cansa y me lleva de un lado a otro mostrándome el colegio.

-En conclusión tienes mucho que aprender ¡hay que emoción! - realmente no le estaba tomando mucha atención a sus explicaciones.

-Oh ya quiero que pruebes los pan que qués de la cafetería, son tan deliciosos - toma mi brazo y sigue arrastrándome, no literalmente.

-Náyade, mi brazo - la chica se detiene y luego empieza tocándome la cabeza.

-Oh lo ciento, es que me emociono mucho a veces ¿Estás bien? - pregunta agarrando mis mejillas.

-Puedes ir más despacio, soy humana mis energías son pocas - digo algo agitada.

-Bueno te tengo una solución - saca un mono patín y no se donde -Súbete ahí y así no te cansas - sin poder negar y decirle que no se andar en esa cosa, ella ya me ha a subido.

-Náyade yo...
-No es nada ahora vamos - me agarro de ella y trato de mantener el equilibrio, como me deje de sostener juro ir a parar abajo de esas escaleras o contra algún casillero.

Es cuestión de segundos mi estabilidad en el mono patín, Náyade me ha soltado y la ruedas del dicho aparato ya están rodando por el pasillo conmigo arriba.

-Cuidado - grito y trato de no golpear a nadie, pero me es imposible, cierro los ojos cuando veo que voy a chocar.

¡Genial! El primer día y ya voy haciendo espectáculos por medio colegio.

Caigo encima de un cuerpo ¡hay que mal! Veo su rostro muy cerca del mío, lo primero que fijo es en sus ojos azules.

Escucho la voz aguda de Náyade muy preocupada.

-Hay no, fue mi culpa - la escucho decir. El chico me esta mirando serio y enseguida me doy cuenta que sigo encima de el.
¡Que vergüenza! Me levanto rápido y enseguida él hace lo mismo.
-Lo ciento, lo ciento, lo ciento - me disculpo.

-¿Damiana estás bien? ¿No te pasó nada? ¿Estás herida? Oh Dios lo ciento tanto, no sabía que no podías andar en un mono patín, fue mí culpa - sigue diciendo Náyade.

Mientras el chico niega con su cabeza.

-Tenía que ser obra de Náyade - gruñe, la mencionada lo ve con cara de inocente.
-Harvey yo lo ciento, solo era para que Dam no se cansara de caminar de un lado a otro - trata de disculparse la castaña, el chico lo veo suspirar.
-Luego hablamos Náyade - para luego pasar a nuestro lado, me percató que tengo la atención de todos.
Y yo que quería pasar desapercibida, será imposible, si sigo así.

***

-Ellos son mis amigos, Quinn - señalada a una chica cabello rubio con las puntas moradas, es ojos celestes, delgada y alta - Max - apunta a un chico castaño, ojos cafés, de estatura media y cuerpo fortachon - y Neron - el último es delgado, cabello blanco y lo lleva largo hasta la cintura casi , tiene los ojos azules y es muy alto, se mantiene serio.

Son raros, pero con rostros atractivos.

-Chicos ella es Damiana - menciona mi nombre con alegría.
-De donde sacaste a esta humana - Rechista el tal Neron.
-¡Oye! - Protesta Náyade -No es una humana cualquiera - me defiende.

-¿Así que tiene de especial? - Pregunta el chico con una ceja arqueada.
-Pues... pues...
-Ya déjalo - responde molesta por el comportamiento del chico -¿Náyade sabes donde pueden estar los de tercer año? - pregunto de brazos cruzados, ella mira a sus amigos y luego a mí.
-¿Para qué quieres saber donde están los de tercero? - responde la rubia.
-Iré a buscar a Azriel - exclamo decidida, a los amigos de Náyade no les agrado para nada ¿Cómo lo se? Con solo verles las caras lo pude deducir.
-¿Para qué quieres buscar al vicepresidente? - está rubia solo hace preguntas y no me responde nada.
-Esta bien, si no me dicen nada iré a buscarlo, aunque sea salón por salón - gruño.

El castigo de Damiana👑✅(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora