✩1: Yo soy el Dios de la Noche

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El sol comenzaba a salir deslumbrando a los tres reinos, los pájaros cantarines volaban entonando melodías dando indicios de ser un nuevo y buen día.

Un buen día para los inmortales y espíritus que estaban de fiesta por el nacimiento de un nuevo retoño.

La Diosa del Amor había dado a luz después de nueve días de parto.

Un precioso niño de ojos grisáceos y cabellos negros como la misma noche, dándole así el nombre de Taehyung.

—¡Larga vida al Joven Dios!

Las doncellas habían armado un precioso arco de flores de distintos colores y aromas que rodeaban la habitación donde se encontraba la Gran Diosa con su bebé en brazos.

Como su título lo indicaba, la mujer de cabellos rojos y túnicas rosadas con detalles en blanco estaba en medio de la gran cama en forma de corazón siendo acompañada por un hombre con ropas blancas y una pequeña corona de hojas doradas descansando en su cabeza, seguido de sus hermosas pero pequeñas alas blancas.

—Cupido —lo llamó con aquella voz encantadora y dulce —Difunde mi decreto.

<< Kim Taehyung recibe el título del Dios de la Noche, se le otorgará el Elixir de Milo.

—Pero mi Diosa... Es solo un bebé.

—¿Osas a desobedecerme? —la mujer elevó una ceja con el ceño totalmente fruncido.

El hombre llamado Cupido tragó grueso negando suavemente con su cabeza y poniéndose de rodillas con la mirada gacha sin ser capaz de enfrentar aquellos ojos azules.

— No me atrevo.

Chaerin aún sentía la traición en su pecho impidiéndole sentir el más mínimo afecto —siendo esto totalmente imposible para un Dios que apreciaba la unión y el amor—aunque su fiel compañero de trabajo tenía razón, su instinto de madre le decía que debía proteger a su único hijo de todos los inmortales.

El Elixir de Milo es un líquido verdoso que una vez ingerido al cuerpo inmortal, se va transformando en una pequeña píldora incrustada junto al corazón, impidiéndole al receptor ser tocado e incluso obligado a mantener cierta distancia con los inmortales.

—¡Chaerin! —chilló sin importarle ser irrespetuoso- ¡Reconsidéralo! No todos los inmortales y las deidades son iguales a él.

La pelirroja soltó una amarga risa — La decisión está tomada, Baekhyun.

Una de las doncellas a cargo de cuidar al bebé se acercó saludándolos con su debida reverencia en señal de respeto. Traía consigo una bandeja de plata, que en el medio descansaba un pequeño jarrón color rosa.

—Mi señora —agacho la cabeza inclinando su cuerpo hacía delante con la intención de ofrecer los utensilios de la bandeja plateada —Aquí esta el elixir.

Sin pensarlo dos veces tomó el jarrón quitándole la colcha y con una pequeña cucharilla, untó el líquido verdoso llevándolo a la boca del pequeño infante.

—Nadie tiene que mencionarle al niño la causa del por qué bebió el elixir. ¡Quien desobedezca tendrá que destruir la mitad de su vida inmortal y será exiliado al Reino del Oeste!

— ¡Si mi Diosa! —dijeron las doncellas al unísono.

Chaerin cumplió su cometido. Sus ojos lentamente se cerraron dándole el descanso eterno, permitiéndole a su alma inmortal descansar en paz y así comenzar su viaje a su próxima vida, si es que había una después de esta.

Dejando a cargo del Valle del Amor a su más fiel súbdito y compañero, Baekhyun.

DIEZ MIL AÑOS DESPUÉS....

El Hijo De La Luna ||Vkook Libro #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora