✧ 7: Viento.

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Este capítulo se centra en la infancia y adolescencia de Jungkook. ¡Disfruten!

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Grito tras grito disfrazado de jadeos, sudor, lagrimas y el olor a sangre que comenzaba a brotar de la habitación. Los pasillos del Gran Salón Lunar estaban repletos de doncellas que corrían de aquí a allá con bañeras de plata hasta el tope de agua ensangrentada y pañuelos blancos manchadas de la esencia carmesí. La Diosa Lunar había entrado en trabajo de parto desde hace siete días. Días algo ajetreados para el Rey de Medicina y su asistente, el parto había sucedido más pronto de la fecha prevista y era el parto más complicado que había hecho en milenios.

El cielo se había tornado de colores rojizos y naranjos formando un hermoso degradado de color, las nubes de color morado se habían disipado dándole la bienvenida a más de un arcoíris con sus brillantes y extravagantes colores, junto con más de una oleada de miles de pájaros cantarines que cantaban de profundo gozo y redundante alegría. Siendo testigos de la llegada de un pequeño bebé que sollozaba en brazos de su madre, un infante de cabellos platinados que poco a poco fue oscureciendo apagando el brillante color plata, con la marca roja de un conejo y una media luna que descansaba en su clavícula.

La Diosa Lunar se había llenado de sumo asombro por el repentino cambio de las hebras de su recién nacido hijo. Pero tan pronto como se había alarmado, se había calmado al ver la marca de nacimiento del pequeño que dormitaba entre sus brazos después de llorar por tanto tiempo.

— Es el hijo de la Luna... —En sus labios se formó una gran sonrisa al contemplar el despreocupado rostro del infante al que le dio el nombre de Jungkook. El Señor Celestial se había arrodillado frente a su mujer y a su hijo, dándole continuos agradecimientos por haberle dado un heredero varón. Y como supuso la Suprema Gran Diosa, este no se había percatado del cambio en la cabellera de su hijo.

¡Larga vida al Príncipe heredero! —El Supremo Dios Celestial había decretado a su primer hijo apenas naciera como un varón ser el futuro Monarca Celestial, aún arrodillado frente al infante tomo su pequeña manita con uno de sus dedos, la cual fue apretada fuertemente por el pequeño sacándole una sonrisa a su padre.

— ¡Felicidades Su Majestad por concebir a un heredero! — Los eunucos y las doncellas se arrodillaban en filas fuera del palacio y los que no se encontraban cerca del salón igualmente se arrodillaron, después de tan ardua labor.

🌪500 AÑOS DESPUÉS🌪

El infante jugaba con sus pequeñas manitas sentado bajo la sombra de un árbol, la brisa chocaba contra su rostro alborotando sus largos cabellos azabaches con pequeños reflejos platinados —que no se notaban, pero estaban ahí—. Las nubes comenzaban a tornarse grisáceas dando indicios de la pronta lluvia, Jungkook frunció el ceño al sentir la presencia de una inmortal de bajo rango aproximarse, recordó que su prima vendría de visita al Palacio Celestial.

Su prima Seulgi que por años había estado molestándolo e incluso saboteando sus clases con el tutor celestial solamente para obtener su atención. Una niña de tan solo cinco mil años tratando de obtener la atención de un niño de casi seiscientos años, su padre le había mencionado que ella vendría a "jugar" con él cada tres meses, por lo que no podía simplemente ignorarla a pesar de que lo hacía la mayoría del tiempo.

Las gotas de agua se hicieron presentes mojando gran parte de su cabello perfectamente atado a una coleta. Así como rápidamente se mojó, rápidamente Seulgi estaba cerca suyo sosteniendo un paraguas color violeta, con la única intención de protegerlo de la lluvia. Jungkook creyó que era totalmente innecesario, por lo que salió inmediatamente de debajo de la sombrilla.

El Hijo De La Luna ||Vkook Libro #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora