El Hijo De La Luna ||Vkook Libro #1||

25: Infortunios humanos

Un tiempo había pasado, los sucesos de la guerra se habían olvidado y un nuevo lazo amistoso entre los dos clanes se había consolidado. El Reino Demonio ahora tenía un nuevo gobernante, uno capaz e inteligente a la hora de formar estrategias y de proteger a su gente.

Choi Soobin había ascendido como Rey Demonio luego de haber exiliado a su hermano mayor Hueningkai, cuando regresaron al Palacio Rojo después de la guerra, había estado haciendo un discurso de como contraatacar al Reino Celestial sin tener en cuenta cuantas vidas se habían perdido en el campo de batalla, lo que hizo que los soldados y generales al mando lo derrocaran eligiendo apoyar al tercer príncipe para que ascendiera al trono con la ayuda del Consejero Min Yoongi.

Nadie sabía hacia donde el nuevo Rey Demonio había enviado a su hermano mayor, pero lo cierto es que la población había estado recibiendo positivamente su presencia como gobernante.

Beomgyu tampoco sabía donde se encontraba Hueningkai suplicando a su hermano menor que fuera bueno y le dijera por el bien de su familia donde lo había encerrado, pero este último se negó rotundamente y lo encerró en su palacio como castigo por intentar averiguar el paradero del príncipe mayor.

En el valle del amor las cosas se habían calmado, los discípulos se hacían cargo de las necesidades del príncipe heredero al trono de cupido terminando los últimos arreglos para la ceremonia que se llevaría a cabo en unos días.

Taehyung, después de que el cuerpo de su padre no biológico se desintegrara llevando su alma directamente al reino de la nada, se encerró en su propio palacio y no permitía que nadie se acercara a sus aposentos, solo Yongguk había podido verle la cara pero únicamente para llevarle las tres comidas del día.

Jungkook esperaba cada día frente al muelle de los lotos dorados, mostrando sus respetos a la estatua de la Diosa Chaerin jurándole que no decepcionaría la confianza de su hijo además de agradeciéndole por traerlo al mundo.

El Dios ahora dueño de esas tierras se rehusaba a verlo, no por haberlo encerrado en una barrera que le hacía más daño que la píldora que llevaba incrustada al cuerpo internamente, solo no quería que Jungkook lo viese en un muy mal estado. Había estado llorándole día y noche a Baekhyun, incluso Chanyeol había estado tocándole la puerta para tratar de animarlo pero este simplemente le pidió que se fuera.

Era increíble como lo había estado llevando Chanyeol, luciendo fuerte por fuera pero por dentro estaba destruido como si todas las emociones que una vez tenía se hubiesen esfumado, como si nunca hubo nada ahí dentro, un cascaron vacío. El pelirrojo se culpaba a sí mismo por no haber sido capaz de proteger al amor de su vida pero debía ser fuerte para aquellos que lo necesitaban.

Park Jimin, el príncipe y monarca del muelle de las flores había dejado de encargarse de el libro del destino amoroso de los humanos e inmortales, cediendo su puesto a Taehyung quien prontamente estaría a cargo oficialmente de todo el valle del amor.
Sin embargo, esta divinidad de las flores había estado buscando al pequeño ciervo que comía sueños, puesto que el animal espiritual había presenciado parte del asesinato a sangre fría de su padre. Min Yoongi le había pedido el favor al Dios del Viento como recompensa por haber "salvado" a Taehyung y lo veía como una oportunidad de arreglar las cosas y que su amado escuchara la versión de la historia, había mucho gato encerrado ahí y quien fuera que hubiera manipulado la escena haciendo ver que todo era culpa suya, las pagaría bien caro.

El palacio celestial se preparaba para darle la bienvenida a los discípulos de el reino vecino —El Valle del Amor, claro estaba— la ceremonia de coronación tendría lugar en el Gran Salón Marcial que era ocupado para asuntos oficiales manejados por el Emperador y los consejeros de la corte marcial.