26: Renaciendo como humano.

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PALACIO DE LA DIOSA DEL DESTINO

El palacio donde residía la inmortal del destino no se encontraba muy lejos de el palacio celestial principal. Ah Ra, era el nombre de la Deidad del Destino, una divinidad que había sido nombrada recientemente como la única tejedora de los destinos en el reino mortal.

La emperatriz, había organizado una reunión con la recién ascendida inmortal acordando reunirse en su palacio con la excusa de tratar con temas delicados para el reino celestial en cuanto a los infortunios que están programados para los inmortales que estarían yendo al reino mortal, renaciendo como humanos, con el objetivo de ascender o incrementar su qi del espíritu primordial.

Jeon Suihee había llegado más temprano de la hora acordada queriendo darle una sorpresa a la Diosa del Destino antes de comenzar con el plan que tenía programado una vez que el inmortal de la noche salte al agujero del destino. Los sirvientes de el Palacio del Tiempo la habían recibido con sumisión, pues la Diosa Lunar tenía un aura dominante y sombrío que daba un poco de mal rollo, exigiendo ver inmediatamente a la personificación del destino.

— Ah Ra saluda a la Suprema Diosa —saluda con una reverencia marcial al momento en que la esencia inmortal se hiciese pesada dándole a entender que era una deidad de muy alto rango, llegando a ser casi intimidante e hizo que los vellos de sus brazos se erizaran.

— Déjate de formalidades y vayamos al grano.

Ah Ra con su energía espiritual hizo aparecer una mesa de madera con una tetera con humeante té y unos cojines donde sentarse. La emperatriz no esperó a que la divinidad le invitara a sentarse y fue directamente a ello sirviéndose una taza de té.

La expresión del rostro de Jeon Suihee era un poco indiferente: — He escuchado de los consejeros marciales del emperador que tú estarás a cargo de el destino del Dios de la Noche.

— Es un honor para mí aceptar un decreto directo de Su majestad, el emperador.

— Esta vez no he venido de parte de el emperador, quiero que hagas algo por mí. — Ah Ra no se esperaba que Jeon Suihee le dijera esas palabras tan vacías y frías, su rostro comenzaba a sudar temiendo que le pidiera algo que se le escapara de las manos, pues su trabajo era tejer destinos de acuerdo a los pergaminos que llegaban a su palacio directamente de la Biblioteca de el Valle del Amor que servían como una guía para crear los infortunios basados en su destino amoroso.

— Por favor ilumíneme, mi señora.

— Quiero que cambies rotundamente el destino de Kim Taehyung, colócale el peor destino de la historia de la humanidad. Que sufra los siete infortunios.

La Diosa del Destino no tenía palabras para responder a la petición que la suprema monarca estaba exigiendo, apenas había sido ascendida reemplazando al antiguo Dios del Destino que había pasado su Juicio Celestial hacia el Reino Inferior, donde iban todos aquellos dioses que cometían un crimen. El miedo se reflejaba en su rostro, temía que si no acataba las ordenes de la emperatriz, esta pudiese acabar con su vida pero al mismo tiempo el temor de ser enviada al reino inferior acaparaba sus pensamientos.

— ¿Es consciente de lo que me está pidiendo? Usted más que nadie sabe que los siete infortunios no se le aplica ni al más terrible pecador, además de que es muy doloroso pasar por todos ellos siendo tan solo un humano común y corriente.

Los siete infortunios son los pecados más dolorosos de la vida humana, los inmortales no serían capaces de soportarlos todos juntos, pues son muy fuertes y provocarían una desviación de qi y daño al espíritu primordial de cada Deidad, estos pecados son conocidos como: La enfermedad, vejez, el dolor, desamor, muerte, la desgracia y el último era experimentarlo todo junto.

El Hijo De La Luna ||Vkook Libro #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora