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Los hijos del Superintendente habían ganado entradas para la feria de halloween de la ciudad.
Una noche Gustabo y Horacio se habían escapado de la custodia de su padre para ir al casino y terminaron ganando un par de entradas a ese gran parque de diversiones que siempre tenía una temática diferente con cada día festivo, la familia ya había asistido a una, la de Navidad en especial, pero a los hermanos siempre les causó curiosidad de cómo sería esa feria en la aterradora festividad de halloween, por lo que cuando supieron que en el casino estarían apostando por las entradas al lugar, no perdieron la posibilidad de escaparse en medio d ela noche para asistir.
Cuando Conway se entero de que sus hijos se habían ganado esas entradas, les negó totalmente el poder asistir apoderándose de esas entradas y escondiendo las bajo llave, sabía que a esa feria iría media ciudad y resulta que la otra mitad de la ciudad buscaba su muerte, y sus hijos, con sólo respirar ya estaban en constante peligro al ser los objetivos de algunas mafias, no sólo por ser los hijos del jefe de la ciudad, sino también por ser ellos. Todos conocían a los problemáticos Gustabo y Horacio.
Y después de mucha, muchísima, insistencia, los menores habían artado a su padre hasta el punto de dejarlos asistir, pero con una condición, serían escoltados todo el tiempo por sus dos comisarios de confianza, Greco y Volkov. Gustabo se había negado completamente a tener, no una, sino dos, niñeras, ambos podían cuidarse solos, en cambio Horacio, a él le encantaba la idea de que Volkov les acompañará. Cuando los comisarios se enteraron del trabajo que Conway les tenía se quejaron bastante, no eran niñeras, eran los dos putos comisarios de la ciudad, aún así Greco accedió, de todas formas asistiría a él festival.
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La entrada al lugar era por el muelle de buzos, donde la feria recorría toda la playa, pasando el arco que decía Happy Halloween, habían cantidad inmensa de atracciones y lugares, casa de los horrores, laberinto de espejos, juegos de puntería, Juegos de fuerza, montañas Rusas, hasta había una rueda de la fortuna.
Ambos hermanos miraron ilucionados el lugar y corrieron hasta la entrada para entregar sus entradas y entrar al lugar, los comisarios les siguieron el paso pero el guardia de seguridad freno a ambos, con la excusa de que ninguno tenía entradas, pero al mostrar sus placas el hombre les dejó el paso completamente libre, alcanzaron a los hermanos, los cuales se habían detenido para ver a un hombre disfrazado de espantapájaros usando unos zancos para ser increíblemente alto, dando el aspecto terrorífico que quería lograr.
