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Todo el día estaba yendo a la perfección.
La pareja del inspector jefe y el comisario amanecieron juntos abrazados el uno al otro, como de costumbre desde que habían comenzado y formalizado una relación, desayunaron con una charla amena, risas y mimos para después salir juntos hacia su lugar de trabajo y comenzar la semana.
NI bien llegar comenzaron a ver a varios agentes correr por todos lados atendiendo denuncias, gente con denuncias, algunos detenidos y, como siempre, algún guilipollas que sólo iba a molestar a todos, ellos simplemente ignoraron todo el ambiente agetreado y se dirigieron directamente a los vestidores. Se encontraron con Gustabo y Greco, los cuales hablaban tranquilos mientras el de barba colocaba el chaleco antebalas.
—Hasta que llegan— dijo el rubio mientras saludaba a su hermano con un golpe en el hombro—Vamos a patrullar, que luego el abuelo no nos paga— le dijo a Horacio con ánimo para luego caminar hasta la puerta donde antes habían entrado. Horacio rápidamente se equipó con su típico conjunto de inspector y antes de salir dejó un beso en la mejilla del ruso, el cual abotonaba su camisa totalmente concentrado, por lo que lo tomó por sorpresa en medio el acto.
Llegaron ambos hermanos a él patrulla conocido y apodado como 'héroe' y comenzaron su rutina diaria de patrullaje por toda la ciudad, casualmente habían comenzado una charla sobre los distintos lugares de los cuales tuvieron que huir, muchos de ellos eran gracias a que debían dinero a gente muy importante, como era el caso de Alemania, uno de los primeros lugares en los que probaron iniciar una nueva vida, y otros de los lugares sólo eran por que ya habían causado los suficientes destrozos en el lugar, como podía ser la ciudad de 'El pueblo' no muy lejana a su ciudad actual. Actualmente no tenían la nesesidad de cambiar, y mucho menos teniendo la maravillosa vida que tenían ahora, solo que muchas veces no podían evitar que los recuerdos de su pasado llegasen a sus cabezas como si de una película se tratase.
Lamentablemente la charle tuvo que ser pospuesta temporalmente gracias a un vendedor de droga que estaba por su zona.
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Lograron atrapar al tipo gracias a que se había intantando esconder en un callejón sin salida, facilitando el trabajo a ambos inspectores.
Pero lo que más los extraño, fue que no vendía droga en sí, cuando lo cachearon le quitaron de encima una especia de líquido azul vasta e espeso dentro de unos tubitos de plástico, nunca habían visto una droga así, ni siquiera sabían que era, pero parecía ser bastante importante, por que a la hora de quitarle la sustancia al muchacho este se puso totalmente agresivo, al punto de llegar a darle con el taser. Insistieron durante un rato para tratar de averiguar que era esa sustancia y al final lo escoltaron hasta el patrulla para llevarlo a comisaría y encerrarlo durante unos días. Analisarian esas cosas en el laboratorio de comisaría.
