(eh de aclarar que soy de Argentina así que si me equivoco en algo sepan disculpar)
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Se encargaba de firmar con la pluma de tinta degra que tenía unos papeles sobre unos nuevos casos de apuñalamientos en la zona del norte de la ciudad.
Toda su vida había admirado a Conway por haber llevado el gran puesto de superintendente de la ciudad, encargándose a mano propia de muchas mafias y bandas distintas y un amás peligrosa que la otra, pero jamás se espero algún día llegar a un puesto similar.
Luego de muchos años, el puesto de comisario ahora era el de mayor rango luego de los agentes del FBI, por lo que a él ahora le tocaba encargarse de la LSPD, Como ahora se llamaba La malla policíaca junto a la LSSD, la policía del Norte, la cual era mayormente dirigida por su actual pareja y agente del FBI, Horacio.
Estaba orgulloso de su chico, sabía todo el sufrimiento por el que tuvo que pasar en el pasado, no sólo hablaba de Pogo si no que también de su niñez y toda su vida entera, le alegraba de sobremanera el hecho de que ahora no se dejase pisotear por nadie, pero por mucho que intimidar a su presencia en las dos comisarías, para sus ojos Horacio era el ser más puro del mundo y eso nadie lo iba a cambiar. Aunque tenía algo que lo preocupaba bastante del chico.
Últimamente Horacio había estado muy curioso con respecto al tema de su familia, con su madre en especial, lo ultimo que el chico de cresta Recordaba de ella era que era un trozo de cielo, una persona amable y dispuesta a ayudar a todo el que lo nesesitase, y su padre, bueno, era un alcohólico que se encargaba de atormentarlos a ambos durante las noches, esa había sido la razón por la cual su madre se había marchado. Pero eso era lo unici que había logrado averiguar sobre su madre, luego de eso no supo más nada, pero su curiosidad siguió creciendo más y más, Volkov no se iba a oponer en las investigaciones del chico, lo contrario, trataría de ayudarlo, solo que tenía el miedo de que descubrirse algo que llegase a lastimarlo o incluso asustarlo.
No se dio cuenta que estaba sumergido en sus pensamientos hasta el momento que su radio comenzó a sonar.
—¿Que sucede, Robert? —habló firme y serio como siempre por el comunicador en su hombro.
—Señor, un agente del FBI quiere hablar con usted, lleva una máscara blanca y roja— escucho la voz del oficial por la radio, sonrió al instante al reconocer de quien se trataba y le indico que le dijese que subirse a su oficina, la cual estaba en el tercer piso y era bastante parecida a la del antiguo superintendente.
Luego de unos minutos escucho unos leves golpes en la puerta de entrada de madera y apago la radio para evitar a chismosos, le indico a Horacio que pasase con un simple 'Adelante' y apenas entró, este cerró con cerrojo la puerta.
Se acercó en silencio hacia su comisarío de camisa de color crema con una sonrisa debajo de su máscara, quito el pasamontañas dejando ver la cresta de color blanco junto al resaltan te maquillaje que siempre llevaba, el ruso lo examinó de arriba a abajo sin levantarse del asiento de cuero en el que estaba y sonrió, debajo de la chaqueta azul de FBI llevaba puesto una camisa manga cosra a rayas que dejaba ver todo su abdomen, sumado a esto unos pantalones de chandal grises. Sabía lo mucho que a su novio le gustaba usar esas prendas y que ahora se sintiera libre de poder usarlas en público sin miedo a ser juzgado le fascinaba.
