Monster house - la casa de los susutos🏚️- película de Gil Kenan.
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-Gustabo por dios! ¿¡Enserio no me crees?! - le gritaba el de cresta a él rubio que jugaba con la pelota de basketball en el garage de su casa.
Llevaba días, por no decir semanas, intentando sacar algo que confirmarse alguna de sus sospechas con respecto a la tétrica casa del frente y a su reciedente, pero el viejo Conway no era de salir mucho a su jardín, y menos para hablar con alguien. La única razón por la que salía era solo para robar todo lo que llegase a tocar un centímetro de su césped, ya sea una pelota, un triciclo o lo que sea, si caía en la casa de Conway, estaba perdido para siempre.
Y obviamente, a Horacio le llamó muchísimo la atención esto, nunca se había atrevido a acercarse al lugar, por lo que siempre lo vijilaba y sacaba fotos con una vieja cámara que su madre le había dado, y otra cosa, nadie le creía ni una sola palabra. Más de una vez había intentado hablar con sus padres o la policía pero nunca nadie le hacía caso, el único que le seguía en sus pequeños arrebatos de curiosidad era su mejor amigo, Gustabo, el cual ahora se encontraba escuchando todo su drama mientras realizaba algunos tiros a ese aro.
-No es que no te crea, es que le estás dando muchas vueltas- dijo sin importancia concentrándose en acertar el tiro, lanzó el balón pero este rebotó en la punta y pico a su lado nuevamente.
-¿No te parece raro que ni siquiera devuelva los juguetes? -insistió posicionándose al lado de su amigo, este detuvo sus movimientos para mirar a su amigo.
-Mira, te voy a ayudar, pero solo con una condición - dijo colocando la esfera debajo de su brazo derecho y levantando tres dedos-Dulce. O. Truco-separó mientras bajaba un dedo conforme decía una palabra, el de cresta rodó un poco los ojos.
-Está bien, pero tienes que ayudarle de verdad- el rubio asintió sin darle muchas vueltas más y se coloco en posición para tirar la pelota, solo que ahora la difracción en la que fue no fue la mejor, justo al césped de Conway.
Ambos pasaron saliva un poco asustados al ver la pelota tan cerca de la puerta del vecino de Horacio, voltearon a verse un poco nerviosos y caminaron lentamente hasta quedar en el camino de semental de la cuadra del frente, cruzando la calle y sin despegar la vista de la puerta ni un segundo.
-T-tu eres el que lo ah estado espiando, ve tú- dijo el rubio empujando levemente a su amigo para que caminas hacia el césped, pero antes de que pudiese siquiera pisar un centímetro del verde suelo Horacio se agarro a su amigo.
-¿¡estas loco?! ¡No quiero morir Gustabo!- grito en un susurro.
-Ese balón me costó 28 dólares, así que vas hasta allí y lo sacas o te corto la pinga- le amenazó con cierto miedo por su amigo, Horacio suspiro y rodó los ojos apartando la mirada.
Rápidamente se mentalizo en lo que estaba por hacer y volvió a mirar la puerta principal antes de salir corriendo hacia la pelota de su amigo, pero cuando estuvo a punto de tomarla escucho el oxidado chirrido de la puerta de entrada abrirse lentamente dejando ver a Conway con un traje un poco manchado y viejo y con unas gafas de sol antiguas de la misma manera, se congeló de inmediato al ver como el viejo gruñón Caminaba a paso rápido hacia el y lo tomaba fuertemente del brazo y comenzaba a gritarle.
